Madrid - La siempre pendiente reforma de la Constitución, que ayer cumplió 39 años, parece haberse quedado en barbecho a la espera del resultado de las elecciones en Catalunya y sobre todo de saber quién conseguirá formar gobierno, una completa incógnita que marcará el devenir político de los próximos tiempos. Todos miraban de reojo a Catalunya en la recepción solemne por el día de la Constitución que reunió en el Congreso de los Diputados al Gobierno español en pleno, líderes políticos, presidentes autonómicos, diputados y senadores y altas instituciones del Estado. No estuvieron los partidos nacionalistas vascos y catalanes (PNV, EH Bildu, ERC y PDeCAT), ni tampoco Izquierda Unida, que en esta ocasión se desvinculó de Podemos, su socio electoral y parlamentario.
A un año de cumplir las cuatro décadas y con una crisis territorial sin parangón en la historia democrática, el debate sobre la reforma de la Carta Magna ha ido ganando enteros en los últimos meses con la vista puesta en el desafío independentista en Catalunya. Ha marcado los tiempos el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ayer se mostró dispuesto a hablar sobre esa reforma pero solo si hay un amplio consenso y cuando exista “una idea clara de lo que hay que hacer”. Es decir, lo metió en la nevera.
Para justificar su decisión puso como pretexto el pulso que mantiene con el independentismo catalán y señaló que en ningún caso abordará una reforma constitucional para contentar a quienes, como los independentistas, quieren liquidar la Constitución. El presidente español insistió en la idea de que primero hay que debatir en la Comisión de Evaluación del Estado Autonómico y después aportar propuestas, que pueden no significar una reforma constitucional, sino de leyes orgánicas u otras normas.
Frente a los reparos de Rajoy, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, está convencido de que al PP no le va a quedar otra que sumarse a ese impulso de modernización y actualización de la ley de leyes. Sánchez ha apostado a que en 2018 será cuando se empiece a trabajar en su actualización. El líder socialista se mostró además convencido de que después de las elecciones catalanas el conjunto de las fuerzas políticas dará su brazo a torcer y se sumará a la Comisión de Evaluación del Estado autonómico impulsada por el PSOE en el Congreso y que considera antesala de la reforma constitucional.
Convencido de que después de los comicios catalanes partidos como Podemos, el PDeCAT y el PNV se incorporarán a la comisión territorial, considerada por el PSOE la antesala de al reforma constitucional, Sánchez aseguró además que a partir de entonces “va a haber más masa crítica de lo que aparenta” para abordar dicha reforma.
También destacó que el grupo socialista va a hacer un planteamiento “muy novedoso” de comparecientes en la comisión sobre el Estado autonómico, con “politólogos, sociólogos, gente de la Academia, medios de comunicación, etc”.
El partido que no ve mayorías ni “números” para reformar la Constitución es Podemos, que renuncia a incorporarse a la comisión sobre el modelo territorial que se pondrá en marcha en enero en el Congreso. Por contra, Pablo Iglesias pidió ayer abrir un “gran diálogo de país” centrado en lograr un nuevo acuerdo social, un pacto territorial y un acuerdo frente a la corrupción, tres ejes que cree que deben sustentar el debate constitucional. Iglesias considera que este debate “incumbe a toda la sociedad” y no se puede resolver con comisiones parlamentarias. De todos modos, es pesimista sobre las elecciones en Catalunya y ve grandes posibilidades de que el resultado haga imposible cualquier pacto de Gobierno y que haya que ir a una repetición de los comicios.
También en clave electoral, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, aprovechó la recepción del Día de la Constitución para hacer campaña por su candidata en Catalunya. Cree Rivera que Inés Arrimadas es la “garantía” para unir a los catalanes entre sí y que Catalunya “se dé la mano” con el resto de los españoles.
A su juicio, la Constitución, “ahora más que nunca, hay que aplicarla, como se ha demostrado en Cataluña con la entrada en vigor del artículo 155 para garantizar la ley y el Estado democrático”. Un precepto que fue defendido también por Rajoy, que afirmó que ese artículo es “plenamente constitucional y democrático” y que existe en todos los países europeos. - Efe/E. Press