GASTEIZ. Así se desprende de los datos difundidos hoy por el Departamento vasco de Empleo y Políticas Sociales correspondientes al tercer trimestre de 2017.

Junto a este colectivo hay otras 4.456 personas que complementan la RGI con otras prestaciones como las relativas al desempleo, subsidios y otras ayudas.

En total, en los registros de Lanbide figuran 40.000 desempleados que dependen de la RGI, una cifra que apenas ha variado a lo largo del año.

Esta cifra representa más del 30 % del total de parados registrados en Lanbide.

Entre quienes carecían de empleo a finales de septiembre se contabilizaron otros 35.902 que cobraban alguna prestación contributiva, principalmente la del desempleo.

Por contra, un total de 57.015 demandantes de empleo no recibían a esa fecha ningún tipo de ayuda por diferentes causas, entre ellas por no haber generado derechos, por superar los límites de los ingresos o por disponer de patrimonio suficiente.

La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha indicado en una nota que la RGI no es la solución para todos los problemas pero sí ha demostrado "ser una herramienta de gran valor para reducir los indicadores de pobreza estructural".

"Es un auténtico salvavidas para hacer frente a situaciones personales y familiares delicadas y es un estímulo para conseguir su inserción laboral y social", ha incidido.

Por territorios, Bizkaia es el que, proporcionalmente, concentra el mayor número de beneficiarios desempleados que cobra la RGI, un 60,6 % del total.

Y además, Bilbao, con el 25,5 %, la margen izquierda en Bizkaia, con el 16 % y Vitoria, con el 14,5 %, son las tres comarcas vascas con más perceptores parados de esta ayuda.

Entre los beneficios que solo cobran la prestación la incidencia del colectivo femenino es mayor que el de los hombres (19.090 frente a 16.503).

Otro de los datos ofrecidos es que el 32,7 % de los perceptores de la RGI tiene entre 34 y 44 años.