DONOSTIA. Según informan el departamento vasco de Desarrollo Económico e Infraestructuras y el centro de investigación Azti-Tecnalia, el tamaño medio de esta anchoa, cuya mayor parte está localizada fuera de la plataforma continental, es de unos 6,5 centímetros de largo.

Estos son las principales conclusiones de la campaña científica Juvena, que se ha desarrollado durante 32 días, mayoritariamente durante el mes de septiembre, a bordo de los buques oceanográficos "Emma Bardán" y "Ramón Margalef", pertenecientes a las flotas de la Secretaría General de Pesca y del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Los datos recopilados de esta manera pronostican "un reclutamiento alto" de ejemplares "para el año que viene", en el que la pesquería "estará por encima de la biomasa de precaución" y es "de esperar que el Total Admisible de Capturas (TAC) se sitúe en un valor próximo a las 33.000 toneladas de 2017).

Un "escenario favorable" para la próxima costera de la anchoa y que, en opinión de los responsables de la campaña, confirma "el buen estado del recurso tras su recuperación después del colapso que motivó su cierre a principios del siglo XXI".

Además de determinar la abundancia y distribución espacial de los juveniles de anchoa, Juvena tiene como objetivo estudiar su estado y analizar los factores ambientales que pueden afectar a su supervivencia, con el fin de "predecir la cantidad de biomasa que alcanzará la edad adulta el año próximo".

Se trata de un dato relevante, dado que la "abundancia de anchoa juvenil" es utilizado como "índice de reclutamiento" en el modelo de evaluación del sistema de gestión de este recurso pesquero.

"La importancia de la campaña radica en que sólo a través de una gestión sostenible es posible garantizar la supervivencia de la especie y el futuro de la actividad económica que genera esta pesquería" explica el viceconsejero vasco de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz.

Una actividad que, según subraya, "sólo en Euskadi, emplea a más de 3.500 personas tanto en el sector pesquero como en la industria conservera y alimentaria".

Los datos de Juvena, que se obtienen mediante la combinación de técnicas acústicas y pesqueras a través de ultrasonidos emitidos hasta los 400 metros de profundidad, se complementan con los de la campaña Bioman, que calculará la biomasa reproductora de anchoa en primavera en el Golfo de Bizkaia por el método de recuento diario de huevos.

La evaluación final del estado del recurso será realizada posteriormente por el Consejo Internacional del Mar (ICES/CIEM) en un foro en el que participarán científicos de Azti, y sus aportaciones serán tenidas en cuenta para el cálculo final del stock de anchoa y del TAC que la Unión Europea determinará para la campaña 2018.

Además de evaluar la abundancia de anchoa juvenil, durante sus campañas Azti recopila también otros datos del ecosistema marino, que les han permitido observar ocho especies diferentes de mamíferos marinos, entre los que destaca "la abundancia del delfín común", seguido de rorcual común y del delfín mular.

En cuanto a las aves marinas, se ha analizado su distribución y abundancia, con 33 especies diferentes con una importante presencia del alcatraz común, la pardela capirotada, el págalo grande y la pardela sombría.