BRUSELAS - Todo apunta a que uno de los escenarios principales de la campaña del 21-D estará a 1.300 kilómetros de Catalunya: en Bélgica, donde Carles Puigdemont se encuentra en libertad condicional y en donde, según confirmó ayer la Fiscalía belga, podrá participar sin impedimentos en actos electorales de unos comicios a los que el president cesado ya ha anunciado su intención de presentarse. Ahora, la principal incógnita es si Puigdemont será candidato en una lista unitaria que depende de la decisión final de ERC -el plazo para la presentación de coaliciones termina hoy- o si liderará finalmente una candidatura en solitario del PDeCAT.
Sea cual sea la fórmula electoral elegida por las formaciones independentistas, el presidente de la Generalitat destituido podrá organizar y participar en actos de campaña siempre que se celebren en Bélgica -las medidas cautelares con las que quedó en libertad le prohíben abandonar el país-. Así lo confirmó ayer la portavoz de la Fiscalía de Bruselas, Ine Van Wymersch, que declaró a Efe que “no hay restricción para mantener contacto con nadie ni llevar a cabo actividades de cualquier tipo”. Según añadió Van Wymersch, Puigdemont y los exconsellers Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret tampoco tienen prohibido hablar con los medios de comunicación. Los cinco deben comparecer el viernes de la próxima semana en la Cámara del Consejo, tribunal de primera instancia, para la vista por su euroorden.
Mientras tanto, Puigdemont se pronunció ayer en un artículo en el diario británico The Guardian, en el que cargó duramente contra el Gobierno español por la aplicación del 155: “Catalunya, en este momento, es el único territorio de la Unión Europea al que se le ha denegado la ley por la que votaron sus ciudadanos, el Parlamento elegido por sus ciudadanos, el presidente que eligió este Parlamento, y el Gobierno que este presidente nombró en el ejercicio de sus poderes”, argumentó. Además, el president cesado denunció la politización de la Justicia española y las elevadas penas que se piden para los dirigentes catalanes encarcelados. “Los líderes de este proyecto democrático están acusados de rebelión y afrontan el castigo más severo del código penal español, el mismo que para cargos de terrorismo y asesinato, 30 años de cárcel”, lamentó.
Respecto a las listas del 21-D, si el PDeCAT concurre en solitario Puigemont iría con toda seguridad de cabeza de lista, como propuso el pasado fin de semana la coordinadora general Marta Pascal. Pero si finalmente se conforma la candidatura unitaria, el president cesado también apunta a ocupar el puesto de salida por el carácter simbólico que supondría su presencia en la papeleta. De cualquier manera, a pocas horas del plazo límite la viabilidad de la lista unitaria está en manos de Esquerra, que lo condiciona a que la plancha incluya la presencia de la CUP.
En esa línea se pronunció ayer el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, que insistió en que su formación solo avalará la coalición si están presentes los anticapitalistas y otros sectores de la izquierda independentista. Sabrià confirmó que en los últimos días ha habido reuniones entre los partidos y las entidades soberanistas y que “hay una gran voluntad” de cooperación y colaboración. “Pero solo contemplamos una lista en la que estén todos los partidos y, si una parte falla, lo mejor es que cada uno se presente con sus siglas y todos defendamos nuestro espacio”, añadió.
lesión a la participación política Respecto a la opción de que Puigdemont lidere la candidatura, en Esquerra creen que es una propuesta respetable pero expresan que “no es un tema de nombres, sino de recoger las diversas sensibilidades y de que haya la posibilidad de aprovechar todo el capital político”. Lo que sí quieren los republicanos es una gran presencia en las listas de los dirigentes encarcelados, entre ellos su propio líder Oriol Junqueras, que ayer mismo presentó un recurso contra su ingreso en prisión preventiva. En palabras de su abogado, Andreu Van Den Eynde, su encarcelamiento “lesiona su derecho a la participación política” y afecta a los “principios que inspiran todo proceso” electoral. “No hay duda alguna de que los investigados son candidatos potenciales a las elecciones y que si no estuvieran privados de libertad tendrían una participación muy activa en la campaña electoral”, recoge el recurso.
Por último, el manifiesto que impulsó el pasado sábado Puigdemont para apoyar una lista “unitaria y transversal” el 21 de diciembre, ya ha logrado más de 231.000 firmas ciudadanos. Esta iniciativa, que fue publicada por el president cesado en Twitter, defiende que los partidos soberanistas se presenten en una única candidatura para reclamar la libertad de los encarcelados y defender la república catalana.