Bilbao - Nueve de cada cien bebés que nacen en Euskadi lo hacen gracias a técnicas de reproducción asistida. El uso de estas técnicas ha pasado de ser una rareza a algo muy habitual. La medicina reproductiva se acompasa a los cambios sociales, y cada día, cientos de parejas recurren a estos tratamientos médicos para colmar sus deseos de ser padres. De hecho, según los datos que acaba de presentar el Ministerio de Sanidad y registrados a través de la Sociedad Española de Fertilidad, en el año 2015 se realizaron 127.809 ciclos de fecundación In Vitro (FIV), un 9,5% más que el año anterior, y 38.903 inseminaciones artificiales (IA). Como consecuencia de estas técnicas se registraron 36.318 recién nacidos, alrededor de 2.000 de ellos en Euskadi.
Estas cifras sitúan al Estado español a la cabeza de tratamientos de reproducción asistida en Europa y en tercer lugar en el mundo, solo por detrás de Japón y Estados Unidos. “Era necesario poner cifras precisas a la medicina reproductiva en nuestro país, cada vez más en auge por los crecientes problemas de fertilidad de la sociedad”, destacó recientemente el coordinador del registro, Fernando Prados. Se trata, sin embargo, de números aproximados ya que los casi 300 centros que llevan a cabo estas técnicas no tienen obligación de hacer el seguimiento de la gestación. Una vez que consiguen el embarazo de sus pacientes, éstas son dadas de alta y derivadas al ginecólogo que elijan.
Pero el número de recién nacidos con la ayuda de la ciencia ha aumentado tanto que “a partir de los 40 años esta cifra se incrementa significativamente, llegando a casi el 45% de los partos”. Los casos de embarazo por técnicas de reproducción asistida han ido in crescendo por “la mayor tasa de parejas estériles actuales y la mayor efectividad de las técnicas, con más rentabilidad por ciclo de tratamiento realizado”.
A partir de la cuarentena, muy pocas mujeres consiguen un embarazo natural. “Las dificultades inherentes para concebir a partir de los 35 años es la razón por la que cada vez más mujeres tienen que recurrir a las clínicas de reproducción asistida, siendo la edad media de las pacientes de 38 años”, aclara el doctor Isidoro Bruna, miembro de la Sociedad Española de Fertilidad.
La fecundación in vitro (FIV) es la técnica que más se utiliza. A continuación se recurre también a la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). Este método es bastante recomendado para hombres que tengan un bajo número de espermatozoides o que estos cuenten con escasa movilidad. Además también es posible usarla en varones a los que se haya practicado la vasectomía, como si se tratara de un proceso reversible. La ovodonación es asimismo un procedimiento frecuente, debido a la elevada edad de las mujeres que acuden a centros reproductivos.
Otro de los tratamientos al alza y que muestran un mayor crecimiento es la vitrificación de ovocitos. En este sentido, las mujeres son cada vez más conscientes de que el reloj biológico corre en su contra cuanto más retrasen el momento del embarazo. “La vitrificación de ovocitos supone una auténtica revolución tanto para la mujer como para el futuro de la reproducción asistida en general. Esta técnica nos permite preservar la fertilidad de las mujeres, de forma que los óvulos se mantengan jóvenes y la mujer pueda decidir cuál es el mejor momento para quedarse embarazada”, asegura Marcos Ferrando, de IVI Bilbao, institución médica que ha ayudado a nacer, desde 1990, a más de 125.000 niños.
A pesar de lo abultado de las cifras, cada vez hay menos embarazos múltiples. En la década de los 90, los expertos se arriesgaban a un embarazo doble o triple transfiriendo dos, tres y hasta cuatro embriones al útero de la mujer sometida a un tratamiento. “Actualmente, y gracias a la posibilidad de preservar embriones mediante la vitrificación, se puede conseguir un embarazo sin someter a la mujer y a su futura descendencia a las complicaciones que conlleva un embarazo múltiple”, afirman los especialistas.
Registro de donantes Con el fin de fiscalizar el recorrido de técnicas en auge, el Ministerio de Sanidad ultima la puesta en marcha de un Sistema de Información en Reproducción Humana Asistida (Sirha), pionero en Europa, que garantizará el control de las donaciones y sus resultados. Se trata de una reivindicación histórica de los centros de reproducción asistida, la creación de un registro de donantes de óvulos y esperma estatal que sirva para identificar tanto las personas que dan de manera altruista -a pesar de que reciben una compensación económica- como el destino de estas muestras.
“Lo que hace Sirha es un viaje completo de una técnica de reproducción humana, desde que el donante dona sus óvulos o espermatozoides hasta el nacimiento del bebé”, explicó la directora de Cartera Básica de Servicios del SNS.
Casi 40.000 niños. En 2015 nacieron 36.318 niños en el Estado español gracias a técnicas de reproducción asistida, que representan ya el 8,6% de los más de 420.000 nacimientos de ese año, según el Ministerio de Sanidad.
La ley marca que la reproducción asistida se puede hacer hasta la edad en la que es posible concebir de manera natural y que puede alcanzar los 50 años.
19%
La reproducción asistida tiene un talón de Aquiles, los partos múltiples. Aunque la tasa está bajando, todavía un 19,4% de las FIV y un 11% de las inseminaciones artificiales acaba en embarazos gemelares o de trillizos.