BILBAO. Durante el acto de recuerdo a estas personas, de cuyas muertes se cumplió ayer el 80 aniversario, el lehendakari ha asegurado que la pretensión última del franquismo con esta actuación era "extender el miedo a todos los presos de Santoña" y "aniquilar la pluralidad ideológica e imponer su idea totalitaria".
"No pudieron alcanzar sus fines", ha dicho Urkullu, quien ha puesto en valor, precisamente, que en el acto de hoy se habían dado cita representantes de diferentes opciones políticas.
Ha destacado también la "dignidad" que mantuvieron los fusilados hasta el final de sus vidas "rendidos, pero no abatidos; firmes en sus convicciones" y "con la esperanza puesta en el futuro, a pesar de encontrarse en las puertas de la muerte".
Ha afirmado que las personas hoy recordadas eran conscientes de que los ideales por lo que lucharon eran "el camino correcto, el camino a seguir por las futuras generaciones y así lo reflejaron en sus cartas de despedida. Esta convicción -ha añadido- mantuvo intacta su dignidad hasta el último segundo de sus vidas".
En su intervención, el lehendakari ha recordado a cada uno de ellos con su nombre, sus apellidos y su filiación política o sindical, y ha asegurado que fueron un "ejemplo" y por ello hay que reconocer su "alta contribución al futuro de paz, democracia y libertad por el que entregaron sus vidas".
También ha mencionado al resto de presos y condenados a muerte que, al igual que los 14 fusilados homenajeados hoy, se enfrentaron "a juicio sumarísimos, sin derecho a la defensa, pese a que eran tropas que ya habían acordado su rendición".
Al acto han asistido las familias de los fusilados y representantes de los grupos políticos y sindicales a los que pertenecían, así como integrantes de todos los partidos que conforman el Parlamento Vasco.
También ha contado con la presencia de los consejeros vascos de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka; Educación, Cristina Uriarte; de Cultura, Bingen Zupiria, y de Trabajo y Justicia, María Jesús San José.
El Secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández, y la directora del Instituto de la Memoria-Gogora, Aintzane Ezenarro, también han estado presentes.
Durante el acto se ha proyectado un vídeo con recreaciones de las últimas horas de vida de los fusilados y se han leído las cartas de despedida que escribieron a sus familiares cuando supieron que les iban a matar.
Los fusilamientos de Santoña se llevaron a cabo después de que en agosto de 1937 el Gobierno Vasco alcanzara un acuerdo con las tropas italianas para poner fin a la guerra en Euskadi.
Los italianos no cumplieron ese acuerdo y a finales de ese mes, los franquistas entraron en el penal y se hicieron cargo de los prisioneros.