Erbil (Irak) - El Gobierno del Kurdistán iraquí rechazó ayer las medidas anunciadas por las autoridades centrales tras la celebración del referéndum de independencia del lunes, mientras Bagdad adoptó nuevas sanciones que amenazan a la economía de la región autónoma del norte del país. Ayer el Banco Central iraquí suspendió las transferencias bancarias a las provincias que están bajo el paraguas del Kurdistán independiente, cuya autonomía está reconocida en la Constitución iraquí de 2005, en la que se define al país como un Estado federal.
Esta es la última medida adoptada desde Bagdad después de que el primer ministro, Haidar al Abadi, amenazara con suspender los vuelos hacia y desde el Kurdistán si las autoridades locales no le entregan el control de los aeropuertos de Erbil y Suleimaniya en un plazo de 72 horas, que expira hoy. Además, el Gobierno de Bagdad exigió a las autoridades kurdas que cedan el control también de los pasos terrestres que llevan al nuevo país -actualmente controlados por las tropas kurdas peshmerga- y el Parlamento iraquí solicitó el miércoles al Ejecutivo que tome una serie de medidas, entre ellas hacerse con los yacimientos de petróleo en manos del Kurdistán.
Las fuerzas iraquíes detuvieron ayer a vehículos que transportaban productos desde Erbil, capital del Kurdistán, a la ciudad iraquí de Mosul, en los pasos terrestres entre las dos zonas. El conductor de un vehículo que llevaba alimentos, Hamza Sami, dijo que las fuerzas iraquíes habían permitido solo a unos pocos conductores llegar hasta Mosul y señaló que tiene miedo de que su trabajo se vea afectado por las disputas políticas entre Bagdad y Erbil. El impacto económico puede empezar a notarse desde hoy si finalmente se suspende el tráfico aéreo en el Kurdistán, ya que las autoridades han rechazado entregar el control de los aeropuertos de Erbil y Suleimaniya hasta el momento.
“La prohibición de viajar a los aeropuertos del Kurdistán es completamente ilegal e inconstitucional, y contradice las normas y reglamentos” internacionales, aseguró el Gobierno kurdo en un comunicado, difundido ayer por la televisión local Rudaw.
El miércoles las aerolíneas estatales de Egipto, Jordania y el Líbano, y todas las compañías turcas anunciaron que dejarán de volar al Kurdistán iraquí a partir del viernes, a petición de las autoridades de Aviación Civil de Irak, y ayer se sumó la aerolínea Qatar Airways, que cancela sus viajes desde el sábado.
El Parlamento iraquí también solicitó ayer al Gobierno que recupere el control de las “zonas disputadas” -administradas por Bagdad pero que están actualmente en manos de las fuerzas peshmerga-, a lo que el Gobierno kurdo respondió de forma contundente. “Desplegar tropas en las áreas disputadas viola el artículo 9 de la Constitución iraquí que estipula que las fuerzas armadas y de seguridad iraquíes no pueden ser usadas contra alguno de los componentes de (la sociedad de) Irak”, aseguró en la nota emitida después de una reunión para abordar la crisis.
Erbil calificó todas esas medidas de “castigo colectivo” contra el pueblo kurdo, después de que se celebrara un plebiscito que contó con el 72 % de participación y en el cual el 92 % de los votantes dijeron “sí” a la independencia, según datos oficiales. La votación se celebró en el Kurdistán y en algunas zonas disputadas, como la provincia iraquí de Kirkuk, uno de los puntos más conflictivos debido a que allí conviven árabes, kurdos y turcomanos.
Ayer la Agrupación de Árabes de Kirkuk pidió a todos los partidos y facciones, en Bagdad y en el Kurdistán, que “dejen de usar el lenguaje de las amenazas y la fuerza” y abandonen las medidas que “representan un bloqueo del que será víctima solo el pueblo kurdo”. Destacaron que desean que esta zona sea “una llave para la paz y no una mecha” para encender la guerra.
La tensión permanece también elevada con los vecinos y ayer el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, insistió en que nunca permitirá que un Estado kurdo independiente se establezca junto a la frontera turca. Erdogan, señaló ayer que las autoridades del Kurdistán iraquí “se han arrojado ellas mismas al fuego” al celebrar el lunes pasado un referéndum independentista.
Erdogan insistió en que nunca permitirá que un Estado kurdo independiente se establezca junto a la frontera turca y exhortó de nuevo al presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, a que renuncie a sus ambiciones. “La Administración de Barzani se ha arrojado al fuego ella misma”, dijo Erdogan, prometiendo que ese fuego no quemará a Turquía pero podría hacer daño a muchos.
“Gestionar un Estado no es lo mismo que arreglar los problemas como jefe de una tribu”, añadió.
“Quédate donde estás. Eres el dirigente del Irak autónomo del Norte. Tienes dinero, tienes de todo, tienes petróleo. Quédate tranquilo. ¡Pero no! Ibas a ser independiente. Compartes 250 kilómetros de frontera con nosotros y ¿nos has consultado? No. ¿Has hablado con Irán? No”, interpeló Erdogan a su antiguo aliado. El presidente turco subrayó la presencia de banderas israelíes durante la campaña del referéndum, sugiriendo que Israel ha fomentado las pretensiones independentistas y agregó que “Los nuevos Lawrence (de Arabia) no tendrán éxito esta vez, en alusión al militar británico que contribuyó a que los países árabes se desgajaran del Imperio otomano a inicios del siglo XX. “Esta aventura, que han emprendido a pesar de todas nuestras advertencias, acabará en una decepción”, concluyó Erdogan.
Mientras, la Guardia Fronteriza de Irán está “totalmente” preparada para “defender las fronteras y evitar cualquier amenaza”, tras el referendo de independencia del Kurdistán iraquí, aseguró ayer el comandante de ese cuerpo, Qasem Rezae.
Rezae, citado por la agencia oficial IRNA, afirmó que las fronteras occidentales de Irán con Irak y la región del Kurdistán son “completamente seguras”. El Gobierno iraní se opuso a la consulta de autodeterminación del Kurdistán iraquí del pasado lunes. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, general de división Mohamad Husein Baqeri, insistió ayer en que su país solo reconoce “un Irak unido”.