Bruselas - La Comisión Europea pidió ayer a los gobiernos europeos que den su visto bueno a un nuevo plan para acoger en los próximos dos años a al menos 50.000 refugiados, que serían trasladados directamente desde países terceros en primera línea de la presión migratoria, como Turquía, Líbano o Libia. Se trata de un nuevo programa de asilo “voluntario”, para el que la Comisión Europea está dispuesta a aportar un apoyo de 500 millones de euros para los Estados miembros que se sumen, lo que implicará una ayuda de 10.000 euros por refugiado acogido.

“La solidaridad no debe parar y los Estados miembros deben seguir mostrando esa solidaridad”, pidió el comisario de Interior, Dimitris Avramopoulos, en una rueda de prensa en Bruselas para presentar esta y otras medidas con las que mejorar la gestión común de la llegada de inmigrantes a la Unión Europea.

Avramopoulos recalcó que las entradas ilegales de inmigrantes en Europa ha caído “drásticamente” desde que se inició hace dos años y medio la llamada crisis de refugiados, en parte por los esfuerzos para crear “vías legales” de entrada para quienes tienen derecho a protección internacional.

A pesar de que los 28 siguen muy lejos de cumplir con su compromiso de trasladar a 160.000 demandantes de asilo desde Italia y Grecia -Bruselas espera que acojan como máximo 40.000 aunque el plazo de dos años se cerró el pasado martes-, sí han respondido a la hora de recibir en el mismo periodo a más de 20.000 refugiados directamente trasladados desde terceros países, en el marco de un programa que no es obligatorio.

“No podemos detener la solidaridad hacia esa gente que está desesperada, por eso proponemos apoyar con la acogida de 50.000 refugiados, y espero que los Estados miembros respondan con compromisos ambiciosos”, señaló Avramopoulos.

El objetivo de la Comisión es que este plan cubra el vacío hasta que logre sacar adelante su propuesta de un mecanismo permanente para la acogida de refugiados, que fue presentada en julio de 2016 pero que no avanza por las reservas de varios Estados miembros.

Entre tanto, el nuevo programa comunitario de dos años estará abierto a aquellos refugiados en Turquía y Oriente Próximo, como hasta ahora, pero Bruselas pide que se centre también en los más vulnerables llegados al norte y Cuerno de Africa, con países como Libia, Níger, Sudán, Chad y Etiopía, para tratar de estabilizar la ruta del Mediterráneo central.

Agilizar los retornos Otra de las ideas expuestas por Avramopoulos es la de promover proyectos piloto de migración legal para facilitar la entrada de inmigrantes por canales seguros, una iniciativa que Bruselas se ofrece a coordinar y financiar en parte con fondos comunitarios.

Otra de las claves sobre las que insisten los servicios comunitarios desde el inicio de la crisis migratoria es en la de agilizar las deportaciones, con una mejor colaboración con los países de origen o tránsito de los inmigrantes que llegan a la Unión Europea de manera irregular.

La vertiente exterior es otro de los pilares sobre los que la Unión Europea apoya el refuerzo del control de los flujos migratorios, por lo que el Ejecutivo comunitario pidió también a los Estados miembros avanzar “con urgencia” en la reforma del sistema común de asilo y en la colaboración con los países de origen y tránsito, en especial con aportaciones de peso al Fondo fiduciario para África. - Europa Press

El nuevo plan. Se aplicará hasta octubre de 2019, sobre la base del actual, que ha permitido la acogida de cerca de 23.000 personas en la UE en los últimos dos años, procedentes de países terceros cercanos a zonas en conflicto como Jordania, el Líbano y Turquía.

Devoluciones. Según la UE, cerca de un millón y medio de personas que no tienen derecho al asilo deberían ser repatriadas desde los Estados miembros en un futuro próximo, lo que hace necesario “intensificar los esfuerzos en todos los frentes”. A tal fin, la CE propone reforzar el servicio de retorno con la Guardia Europea de Fronteras y Costas para garantizar que se pueda aplicar un enfoque realmente dinámico en la gestión del retorno y para impulsar y coordinar la misma a escala europea.

Proyectos pilotos. El Ejecutivo comunitario, que examinó los progresos en la agenda de inmigración, planteó asimismo la puesta en marcha de proyectos piloto para fomentar la llegada a territorio comunitario de inmigrantes cuya contratación pueda interesar a los Estados.