BILBAO. Según han informado fuentes del Gobierno vasco, en la actualidad, el Gabinete Urkullu se encuentra "en fase interna", desarrollando el trabajo para configurar las Cuentas, con los diferentes Departamentos.

Este mismo miércoles, el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, ha asegurado que tiene previsto "hablar" con los distintos partidos para avanzarles "las preocupaciones y prioridades del Gobierno" para el presupuesto de 2018, así como "el marco en el que nos estamos desenvolviendo, cuáles son las tensiones de gasto..."

Azpiazu ha destacado la importancia de que la Comunidad Autónoma Vasca "tenga un presupuesto aprobado" para 2018 para atender "las prioridades", aunque ha admitido que "es complicado", como "lo fue el año pasado", ejercicio en el que las cuentas salieron adelante con la abstención del PP.

"Veremos si este año somos capaces de buscar más apoyos. Sé que no es fácil, que cada uno tiene sus posiciones políticas y, por eso, intentaremos hacerlo con transparencia, poniendo sobre mesa los temas con antelación para que los grupos parlamentarios puedan tener un conocimiento más cercano de cuál es la realidad de las necesidades, de las tensiones y de las prioridades presupuestarias", ha agregado.

Preguntado por la posibilidad de que el PP condicione el acuerdo presupuestario a una reforma fiscal, el consejero ha asegurado estar dispuesto a "hablar de tributos y de todo lo que quiera, en principio, sin limitaciones". No obstante, ha insistido en que el tema de la reforma tributaria corresponde "fundamentalmente" a las Juntas Generales de los tres territorios, encargadas de aprobarla.