GAsteiz - Apenas año y medio le ha durado el cargo a Nagua Alba al frente de Podemos-Ahal Dugu. De manera sorpresiva, la secretaria general de la formación morada en la CAV anunció a mediodía de ayer su abandono y la apertura de un proceso de primarias para buscar a su sucesor que terminará a finales de este año.
Su marcha vuelve a abrir la batalla por el liderazgo de la formación y concede al sector más afín a Pablo Iglesias una segunda oportunidad para hacerse con la dirección tras la salida forzada de Roberto Uriarte en febrero de 2015. Fuentes de este sector consultadas por este diario, señalaron ayer que, aunque es prematuro avanzar nada, están dispuestos a presentar batalla en las primarias para hacerse con la dirección y desarrollar su proyecto político. Estas mismas fuentes no quisieron adelantar si Roberto Uriarte volvería a liderar su candidatura. Este sector se siente “necesariamente obligado” a volver a dar el paso ya que “si hemos planteado iniciativas y propuestas para forzar una Asamblea Ciudadana, ahora no podemos echarnos atrás”.
Fue la propia Alba la que comunicó su decisión tras la reunión del Consejo Ciudadano Autonómico celebrado ayer en Gasteiz y explicó que en la reunión de la cúpula del partido se acordó convocar primero una Asamblea Política -previsiblemente en octubre- que renovará de forma “participada y a fondo” la hoja de ruta política del partido y después, en diciembre, se celebrará la Asamblea Ciudadana para elegir la nueva dirección de Podemos para los próximos cuatro años.
sin relación Desde la dirección de la formación negaron ayer que la renuncia de Alba tuviera alguna relación con la rebelión de los críticos que en los últimos días protagonizaron varias iniciativas pidiendo la convocatoria de una Asamblea Ciudadana para reinventar el partido. El lunes se hizo público una solicitud de una veintena de círculos de Euskadi al secretario de Organización de Podemos en el Estado, Pablo Echenique, en la que reclaman una vuelta al mensaje original de la formación, recuperar el espacio político perdido, dinamizar la participación ciudadana y construir una hoja de ruta fuerte para trabajar en las instituciones.
La actual dirección, afín a las tesis de Iñigo Errejón, rechaza que la decisión de Alba sea una consecuencia de las críticas realizadas desde esos círculos pablistas que aglutinan a una parte importante de su militancia y entre las que se cuentan agrupaciones locales de las tres capitales vascas y de municipios grandes.
Desde la dirección de Podemos señalan que la renuncia tampoco se debe al cansancio, al agotamiento del proyecto o a la falta de resultados. De hecho Alba se mostró ayer “muy satisfecha” por el trabajo realizado en estos dieciocho meses de mandato. La formación morada es la tercera fuerza del Parlamento Vasco tras las elecciones autonómicas del pasado año. Sin embargo, no ha conseguido en estos meses impacto ni influencia en el día a día de la cámara legislativa.
Pese a su juventud y su corta trayectoria al frente del partido, Alba justificó su decisión de abandonar la dirección aduciendo que “es sano y positivo que se deje paso a gente nueva y con ganas”. También argumentó que no podía finalizar su mandato -que expiraría en marzo de 2019- dos meses antes de las municipales y forales de ese año, ya que se solaparían unas primarias siempre convulsas en Podemos con la precampaña electoral, lo que a juicio de la dirección actual perjudicaría las opciones electorales de la formación morada.
“Es el momento de hacerlo -indicó Alba-, ya que de no hacerlo ahora habrían coincidido la Asamblea Ciudadana y el proceso previo a las elecciones municipales y forales, y que se solapasen sería la peor de las opciones, porque es necesario tiempo y tranquilidad” para estas tareas.
proceso interno Ahora Podemos se sumerge en un proceso interno de primarias para buscar una alternativa que abre la oportunidad a que las corrientes internas que se mantienen latentes vuelvan a optar por el liderazgo. Entre ellas, el sector que en su día encabezó Roberto Uriarte, que en un principio se configuró en torno a la plataforma Euskal Hiria y luego con la marca Kaliangora; pero también los Anticapitalistas, liderados tiempo atrás por Neskutz Rodríguez. En el sector errejonista, tampoco se vislumbra un nombre para suceder a Alba, aunque aseguran que en ningún caso será Eduardo Maura, junto con Lander Martínez, el ideólogo y referente de esta corriente. Será a final de año pero antes, en octubre, convocará una Asamblea Política en la que se pretende diseñar una nueva hoja de ruta, que heredará, le guste o no, el nuevo líder del partido.
La renuncia de Alba abre incógnitas sobre algunas decisiones adoptadas durante su mandato, entre ellas la propuesta que Podemos se había comprometido a presentar en septiembre en el Parlamento Vasco sobre la ponencia de Autogobierno.