madrid - El PNV ha decidido abstenerse en la moción de censura contra Mariano Rajoy. El Congreso de los Diputados debatirá el próximo 13 de junio la propuesta de Unidos Podemos para desalojar al presidente español, pero será un trámite sin suspense ni emoción porque Pablo Iglesias no ha conseguido ningún apoyo y la moción está condenada al fracaso. En esas circunstancias, los jeltzales creen que bajo ningún concepto se pueden implicar en una moción fallida que va a ser un bluf. Si algo ha demostrado el PNV en el último año (por ejemplo, en la investidura fallida de Pedro Sánchez) es que no va a sumarse a maniobras que no tengan visos de prosperar, y que solo se arriesgará a asumir un desgaste si hay mayorías claras en torno a un proyecto y si se atiende la agenda vasca. Pero, además, en el caso de la moción de Podemos, cree que está mal planteada y que no se ha buscado el consenso, sino que Pablo Iglesias intenta incomodar al PSOE y retratar de paso al resto de partidos de la oposición para convertirse a ojos de la ciudadanía en el único adalid contra la corrupción que salpicaría al PP.

Por esas razones, fuentes jeltzales consultadas por este periódico adelantan que no pueden votar a favor. Sin embargo, tampoco votarán en contra. Creen que eso supondría caer “en el juego” de Iglesias, y darle la fotografía que está deseando para que pueda decir que el PNV es el socio de Rajoy y le ha salvado el pellejo. Están convencidos de que Iglesias cogería al vuelo ese argumento porque los jeltzales han llegado a un acuerdo con Rajoy para aprobar los Presupuestos estatales de este año, y a Podemos ese pacto le parece sostener a un gobierno corrupto. El argumento de los jeltzales es que deben ceñirse a lo que hay, pactar con el Gobierno español de turno al margen de quién lo lidere, y no renunciar a pactar las demandas históricas de la comunidad autónoma. Ahora es el PP quien gobierna, y por ello pactan con él. No ven que haya una mayoría alternativa viable en este momento. En cualquier caso, recriminan a Iglesias que haya usado “en su propio interés” la moción, consumiendo el cupo que había en este periodo de sesiones y evitando que otro grupo pudiera registrar otra más trabajada.

Se esperan varias abstenciones por las críticas que ha suscitado el planteamiento de Iglesias. El reinstaurado secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también defenderá la abstención porque le parece que Mariano Rajoy es censurable, pero que Iglesias no es presidenciable. La Gestora ha decidido dejarle manos libres en este asunto, de modo que él asumirá íntegramente los beneficios y los costes de esta decisión. Iglesias se expone a quedar retratado como un representante político que no ha sido capaz de concitar ningún consenso a su alrededor. Incluso sus socios de Compromís y En Comú pidieron retrasar el registro de la moción para dar tiempo al PSOE, cuyo congreso tendrá lugar pocos días después de la moción. Aun así, votarán a favor.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, apuntó que la moción puede acabar beneficiando a Rajoy y reflejando que no hay “otra alternativa de Gobierno”. “La moción no tiene ningún sentido, no hay ninguna base, no se han generado mayorías suficientes, no hay un programa de gobierno negociado con el resto de partidos, se anunció antes incluso de presentarse, no tiene fuste”, se despachó Esteban.