MADRID. Leeka, Abbas, Kultuna, Yusef, Mato y Rosa son algunos de los nombres que identificaban cada una de las sillas, colocadas en la Universidad Complutense, con las que diversas organizaciones sociales critican la "falta de voluntad política" para ayudar a estas personas que vienen huyendo de la guerra.
En el reparto europeo de las vidas de miles de personas que buscan una vida libre de conflictos, persecuciones y pobreza, España se comprometió a acoger a 17.337 refugiados antes de septiembre de 2017. Hasta ahora, sólo han llegado al país 1.304.
"Sólo queremos una vida segura y tranquila", dice Ahmad, un refugiado sirio de 22 años que pudo llegar a Madrid, la ciudad en la que vive desde hace dos años y en la que busca una oportunidad mientras aprende castellano en la Escuela de Idiomas.
Ahmad cuenta a EFE el drama que supone abandonar tu casa, tu familia, tus estudios y a tus amigos por culpa de la guerra. "Allí ni siquiera sabes cada noche si puedes dormir en tu hogar o tendrás que moverte", relata.
Este joven recuerda que los refugiados "no tienen la culpa" de lo que pasa en su país y pide empatía para que cada uno se ponga en el lugar de una persona que lo tiene que dejar todo un día y quiere buscar una vida segura en otro país.
Y el hecho de que España no esté acogiendo al número de personas que se comprometió "da mucha vergüenza", dice Ahman, quien está seguro de que es culpa de los políticos y no de la sociedad española, a la que ve comprometida.
Precisamente, para exigir al Gobierno que actúe de forma inmediata para acoger a las personas ante una situación especialmente grave, varias organizaciones -entre ellas Oxfam y Save The Children- se han unido y han lanzado una campaña titulada "Venid YA".
Esta acción, además de la colocación de mil sillas vacías esta mañana para que la sociedad no olvide a aquellos que están por llegar y no lo han hecho, consiste en un contador en el que se ve el recuento de personas que van llegando a España en tiempo real.
Al mismo tiempo, se ve una cuenta atrás con los días que faltan para que el plazo de acogida se cumpla. Las organizaciones animan a poner este contador en páginas webs y redes sociales.
"Es un país muy comprometido, sabe que apoyar a los refugiados es una obligación pero hay que ir más allá de las oenegés. No hay voluntad política necesaria para que estas personas puedan llegar a nuestro país", asegura la directora de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, Maite Serrano.
Además, se trata de que las personas lleguen de forma segura y se evite que se jueguen la vida cruzando el mar en embarcaciones precarias y que caigan en las redes de traficantes y mafias, en el marco de una tragedia que tiene el récord de desplazados después de la Segunda Guerra Mundial.