Bruselas - Los Veintisiete aprobaron ayer las orientaciones y líneas rojas de la futura negociación sobre el Brexit, en el que según el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, el Reino Unido deberá pagar lo comprometido, “ni más ni menos”, en su salida de la UE. Esa fue la idea central, que era apuntalada por el presidente francés, François Hollande, quien señalaba ayer que el Brexit tendrá “un precio” para el Reino Unido, que pasará a tener una condición “peor” de la que tiene ahora, y aseguró que los Veintisiete “defenderán sus intereses” en las negociaciones. Y como no, desde Alemania también el titular de Finanzas, Wolfgang Schäuble, advertía a los británicos que “nada es gratis”. “Después de su salida (de la Unión Europea), el Reino Unido no debe tener ventajas que otros países no tienen. Nada es gratis. Eso tienen que saberlo los británicos”, dijo Schäuble. Los Veintisiete también fijan como prioridad el respeto a los derechos de los ciudadanos tanto europeos como británicos, un área en la que opinan que Londres no ha dado hasta la fecha las suficientes garantías.
La cumbre extraordinaria aprobó las llamadas “directrices” de la negociación del Brexit, uno de los pasos previos al inicio de las discusiones entre Bruselas y Londres, que comenzarán formalmente después de las elecciones británicas del próximo 8 de junio. Esas orientaciones dejan claro que la primera prioridad de la UE en las negociaciones será “acordar unas garantías recíprocas para salvaguardar el estatus y los derechos derivados del Derecho europeo” tanto de los ciudadanos europeos como de los británicos hasta la fecha de la salida del Reino Unido.
En ello insistió ayer el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk en rueda de prensa al término de la reunión y añadió que hay 4,5 millones de ciudadanos, tanto europeos en el Reino Unido como británicos en la Unión Europea (UE), que se van a ver afectados por el Brexit.
la ue exige garantías “En las últimas semanas hemos escuchado de manera reiterada de nuestros amigos británicos (...) que están preparados para un acuerdo sobre este punto rápidamente. Pero necesitamos garantías reales para nuestra gente que vive, trabaja y estudia en el Reino Unido, y lo mismo para los británicos”, añadió Tusk.
El texto aprobado subraya que esas garantías deben ser “efectivas, aplicables, no discriminatorias y completas e incluir el derecho a adquirir la residencia permanente tras un periodo continuado de cinco años de residencia legal”. Insiste además en que los ciudadanos deben poder ejercer sus derechos a través de procedimientos “ligeros y sencillos”.
Donald Tusk advirtió ayer a Londres de que “para alcanzar un progreso real, necesitamos una respuesta británica seria. Tan pronto como el Reino Unido ofrezca garantías reales, podremos llegar rápidamente a una solución”.
También el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se refirió en rueda de prensa a la necesidad de que el Reino Unido dé “verdaderas garantías” de que va a respetar los derechos de los ciudadanos. Indicó asimismo que el voto del Brexit afecta a veces de manera “trágica” a los ciudadanos y que “hay que tomar en serio las preocupaciones de los afectados”.
Por otra parte, los Estados miembros recalcaron su “unidad” sobre los principios que guiarán las futuras negociaciones, que comenzarán formalmente después de las elecciones británicas del próximo 8 de junio. Sin embargo, el propio presidente de la CE reconoció que esa unidad corre el riesgo de resquebrajarse a la largo de la negociación.
“Las negociaciones serán difíciles y será complicado mantener la unidad que hemos sido capaces de construir aquí, pero haremos todo lo posible para retenerla”, dijo Juncker.
Los Veintisiete dejaron ayer claro que la negociación se llevará a cabo “en fases”, centrándose en una primera etapa en resolver “la desconexión del Reino Unido de la Unión” y en facilitar toda la claridad y certidumbre legal, en particular a los ciudadanos.
Una vez el Consejo Europeo considere que hay “progreso suficiente” en la primera fase de cara a “una retirada ordenada”, se podrá pasar a la segunda, en la que se aspira a alcanzar un “entendimiento sobre el marco de la futura relación” entre los Veintisiete y Londres.
Como anexo a las directrices aprobadas, se incluyó a petición de Irlanda una declaración que deja claro que Irlanda del Norte pasaría a formar parte de la UE automáticamente en el caso de la eventual reunificación en ese país. “Todo está relacionado con el Acuerdo del Viernes Santo, donde se dice con claridad que los seis condados (de Irlanda del Norte) permanecen en el Reino Unido hasta que sus habitantes decidan algo diferente por medios democráticos en un referéndum que solo podría convocar el ministro del Reino Unido para Irlanda del Norte”, afirmó el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny. No obstante, recalcó que en la actualidad no se cumplen las condiciones necesarias para celebrar la votación.
Gibraltar se va con el reino unido Por su parte, el Gobierno de Gibraltar informaba de que “toma nota” de la versión definitiva de las directrices de negociación del Consejo de Europa en relación con el Brexit, aprobadas ayer en Bruselas, y afirmaba que “saldrá de la UE con el Reino Unido”. Los socios comunitarios avalaron ayer en el Consejo Europeo, celebrado en la capital belga, que cualquier acuerdo sobre Gibraltar entre la UE y el Reino Unido debe contar con la anuencia de España.
En una nota emitida ayer, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, declaraba que “a nadie en Gibraltar le sorprenderá que el Consejo Europeo haya retenido el proyecto de cláusula 22 (ahora cláusula 24) a insistencia expresa del gobierno español de derechas del PP”. “El trato propuesto para Gibraltar por la cláusula 24 de las directrices es discriminatorio e injusto. Se opone al principio de cooperación sincera al que la UE se ha comprometido y que se repite en otras partes de las directrices”, dijo. - Efe