Las situaciones más graves de pobreza se han enquistado en Euskadi, permaneciendo ajenas a una cierta “recuperación del nivel de renta de los hogares” que ha conseguido una mejora en los indicadores de riesgo de pobreza y ausencia de bienestar. Según los datos del Gobierno Vasco, en 2016 la pobreza grave afectaba a un total de 104.177 personas, el 4,9% de la población de la CAV y el porcentaje más alto desde que se realiza la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales (EPDS).
El análisis de la situación social en Euskadi que realiza la EPDS correspondiente a 2016 muestra algunos datos positivos -como que el indicador de riesgo de pobreza se haya reducido por primera vez desde 2004 y que el grupo de personas en situación de bienestar alcance máximos-, pero también incluye informaciones preocupantes: se deteriora la situación de los hogares en los que hay personas que trabajan, las formas de pobreza más severas se mantienen, las manifestaciones de carencias y privación son más habituales y existen problemas muy graves de alimentación.
La encuesta, que se realiza cada dos años, permite observar que aunque en la mayoría de los indicadores de pobreza o ausencia de bienestar hay mejorías respecto a los datos de 2014, la economía de muchas familias vascas todavía no se ha recuperado de los estragos causados por la crisis económica iniciada hace ocho años. Entre los cambios sociales detectados por el informe destacan la reducción de la pobreza infantil y un mayor peso de los hogares con personas ocupadas entre los colectivos pobres. Esta última situación, que se relaciona directamente con la precariedad laboral y la reducción de las rentas del trabajo, también ha sido analizada por el Informe sobre el Estado Social de la Nación 2017, elaborado por la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. Según este informe, la sociedad española ha superado la situación de “emergencia social” de los años más duros de la crisis, pero se ha instalado en un escenario de “precariedad y falta de oportunidades” en el que viven 8 millones de trabajadores que están por debajo del umbral de la pobreza. Según los autores del informe, el precio de la recuperación es la precariedad en la que se encuentran muchos hogares, cuya renta media se ha reducido un 13% desde 2009.
trabajadores pobres En el caso de Euskadi, la EPDS 2016 muestra que el desempleo pierde importancia como principal determinante de la pobreza “en un contexto en el que aumenta el riesgo en los hogares de población ocupada”. De hecho, entre 2014 y 2016 hay un deterioro en la situación de los hogares en los que hay personas con trabajo pero sin acceso a una ocupación estable, registrando un aumento de las tasas de pobreza real. El año pasado -dicen los datos de la EPDS- un 62,7% de las situaciones de pobreza real se daban en cuatro tipos de hogares: de personas extranjeras de fuera de la UE, de mayores de 45 años sin ocupación estable, de menores de esta edad también si ocupación estable, y familias monoparentales encabezadas por mujeres sin ocupación estable. Por contra, los grupos menos afectados por la pobreza son los que forman hogares con presencia de ocupación estable, los de mayores de 65 años y las familias monoparentales encabezadas por un hombre.
En situación de bajos ingresos o riesgo de pobreza (hogares cuyos ingresos son inferiores al 60% de la mediana de la renta) se contabilizan 350.668 personas, algunas menos de las casi 400.000 de 2014, pero siguen siendo un 10,2% más que las 318.161 que había en 2008. Respecto a esa fecha, la población en riesgo de pobreza grave (disponen de menos del 40% de la mediana de renta) es un 56,6% superior, pasando de 66.540 personas afectadas en 2008 a 104.177 en 2016 (37.637 más).
Según otra forma de medición de la pobreza, el indicador AROPE (se basa en la intensidad laboral, los ingresos y la privación material, entre otros factores), en Euskadi viven 440.823 personas en riesgo de pobreza y exclusión. Este indicador, que se utiliza a nivel europeo, se ha reducido del máximo del 22,7% que había llegado a alcanzar en 2014 al 20,6% de 2016, pero aún así, la población en riesgo es todavía un 14,5% superior (55.736 personas más) a la de 2008. Según la evolución de sus componentes la reducción es achacable a la dinámica favorable tanto de la pobreza relativa como del indicador de baja intensidad laboral, mientras que el indicador de privación material alcanza en 2016 su nivel más alto: un 6,4%, por encima del máximo previo del 5,8% en 2012.
De acuerdo con la aproximación metodológica propia de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales (método EPDS desarrollado desde 1986), en 2016 el riesgo de pobreza de mantenimiento -o ingresos- afecta a un 7,1% de la población de Euskadi -151.112 personas-, mientras que el riesgo de ausencia de bienestar se eleva a un 18,4%, con un total de 394.266 personas afectadas. Los indicadores EPDS de pobreza de mantenimiento muestran una destacada reducción de la pobreza y de la precariedad entre 2014 y 2016 que, sin embargo, no compensa por completo el incremento detectado entre 2008 y 2014.
Respecto a las carencias y privaciones que sufren las personas con rentas insuficientes, la EPDS señala que pese a la bajada del porcentaje de población que ha sufrido problemáticas de inseguridad alimenticia, Los problemas muy graves de alimentación se mantienen en niveles máximos, con un 3,1%.
Indicadores Eurostat. El 16,4% de la población vasca (350.668 personas) están por debajo del 60% de la mediana de renta, entre ellas hay un 4,9% (104.177 personas) por debajo del 40%, lo que se considera pobreza grave.
Indicador AROPE. La población en riesgo de pobreza y exclusión es un 20,6% (440.823 personas), inferior al 22,7% de 2014 y superior al 17,9% de 2008.
Indicadores EPDS. 394.266 ciudadanos de la CAV sufren ausencia de bienestar (18,4%), y 151.112 (un 7,1%) se encuentran en riesgo de pobreza.
En 2016, la Renta de Garantía de Ingresos, la Prestación Complementaria de Vivienda y las Ayudas de Emergencia Social dieron cobertura al 69,3% de la población en riesgo de pobreza: 134.563 personas (6,3% de la población total de Euskadi).
El acceso a estas prestaciones permitió a 71.494 personas quedarse al margen de la pobreza real, lo que supone un incremento del 75% respecto a las 40.858 personas de 2008.