- Ya hace semanas que el PP vasco primaba el hecho de ser el interlocutor presupuestario del Gobierno Vasco sobre el propio contenido del acuerdo al que pudieran llegar. Su idea era frenar a la “extrema izquierda” que a juicio de los conservadores representan EH Bildu y Elkarrekin Podemos y la reforma fiscal que ambas formaciones planteaban para aumentar los ingresos de las instituciones vascas.
Ayer el presidente de los populares en la CAV, Alfonso Alonso, fue un paso más allá y aseguró que “el elemento políticamente decisivo” en el pacto alcanzado la semana pasada y rubricado el pasado lunes es precisamente el compromiso adoptado por el Ejecutivo de PNV y PSE de no subir los impuestos a las rentas medias y bajas si se hace una reforma fiscal.
Alonso ofreció una rueda en Bilbao en la que afirmó que la Administración vasca debe hacer una política “austera, sin duplicidades”, y que en el capítulo de ingresos se debe buscar una mayor recaudación “porque pague más gente” al estar trabajando y haber más actividad, que por hacer “pagar más” a cada contribuyente, informaba Efe.
En ese sentido, ayer Alonso ratificó las palabras pronunciadas el lunes por el parlamentario del PP Antón Damborenea tras la firma del acuerdo. A juicio de Damborenea, y también de Alonso, la fiscalidad debe estar orientada a favorecer la competitividad de las empresas, el ahorro y la inversión.
De hecho, la batalla por la reforma fiscal ha condicionado la negociación presupuestaria, pese a que paradójicamente ni el Parlamento Vasco ni el Ejecutivo de Lakua tienen potestad para definir los impuestos, una tarea que corresponde a las juntas generales de cada territorio. Eso sí, hace tres años PNV y PSE ya acordaron un pacto fiscal al que se sumó el PP y que pudo salir adelante por las mayorías de que disponían estas formaciones en los legislativos de Álava, Gipuzkoa y Bizkaia.
Ahora dicho pacto se reedita, aunque en materia presupuestaria, pues la adopción de una nueva reforma fiscal, de darse, no se producirá antes de que se evalúe la aprobada en 2014. A lo largo de esta semana PNV y PP está entrando al detalle del acuerdo, definiendo una serie de partidas que supondrán la inversión de 29 millones de euros en cuestiones relacionadas con la familia y la conciliación, con la reversión del recorte de 7% aplicado durante la crisis. Además, explicó ayer Alonso, se buscará mediante la presentación de las enmiendas parciales del PP impulsar el crecimiento económico y el empleo, con el apoyo a empresas, autónomos y comerciantes.
Continuidad en el acuerdo Por otro lado, Alonso abogó por “profundizar en los ejes” del pacto en los próximos años, ya que este presupuesto es solo para “ocho meses”. “Hay que aprovechar la legislatura para que sea la del crecimiento y el empleo” y recortar diferencias respecto a la media de crecimiento en España, señaló.
También Damborenea apostó el lunes por respaldar las Cuentas de 2018, incluso con un voto favorable en lugar de la abstención, si el Gobierno vasco llama a su puerta con tiempo para negociar las diferentes partidas del Presupuesto.