gasteiz - El lehendakari, Iñigo Urkullu, cree posible, “por supuesto que sí”, alcanzar un pacto con el Estado para sacar adelante un nuevo estatus político previamente acordado en el Parlamento Vasco, y así lo ratificó ayer durante la presentación de su programa de gobierno para los próximos cuatro años. Urkullu reforzaba su apuesta en torno al autogobierno cuarenta y ocho horas después de la visita de Artur Mas a Euskadi, tomando de esta manera distancia con el procés catalán.

El recorrido de Cataluña en los últimos años, dijo, “no tiene nada que ver con la realidad de Euskadi; somos realidades diferentes por múltiples razones”, y destacó en relación a las vías escogidas por cada dirigente o gobierno que “cada uno tenemos nuestra manera de actuar”. Así, Urkullu trasladó su receta para la salida de la crisis también al ámbito del autogobierno vasco. “Podemos salir más tarde, pero lo más necesario es que salgamos lo más juntos posible”, afirmó.

Para el lehendakari, por tanto, la vía del “respeto mutuo, el acuerdo y la bilateralidad” es la adecuada porque “esa es la historia del País Vasco y de los territorios vascos entendidos como estados vascos, el ejercicio de la bilateralidad en el ámbito de soberanías compartidas”.

Urkullu dio además otra clave al recordar que dirige “un gobierno de coalición con el PSE”, y aseguró que no se ha sentido incómodo “en absoluto” con la visita de Artur Mas a Donostia y Bilbao ni con que los protagonistas de la vía catalana se pronuncien sobre su realidad “incluso aquí en Euskadi”. Así pues, el mandatario vasco deseó “el mejor de los éxitos para que Cataluña pueda encontrar vías que den respuesta a sus aspiraciones en una sociedad cohesionada”.

Insiste Urkullu en la necesidad de que el pacto sea amplio, y por ello recordó que en el caso de Euskadi se ha constituido una ponencia de Autogobierno en la que los partidos tratarán de pactar una vía vasca, para después buscar el acuerdo con el Estado y posteriormente ratificarlo mediante una consulta a la ciudadanía.

Eso sí, Urkullu ofrece diálogo al Estado desde el respeto, pero para que eso ocurra la otra parte también tiene que querer hablar, y hacerlo además en serio. Por ello advirtió de que la reunión pendiente que tiene con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, debe tener “contenido y resultados”, habida cuenta de la experiencia de citas anteriores con el esquivo líder del Partido Popular. Sigue sin haber noticias de ese encuentro, que Urkullu solicitó hace más de dos meses, y para el que el lehendakari ya tiene diseñado su orden del día, el que trasladó a Rajoy en la carta que le remitió el pasado 16 de diciembre.

Sin condiciones “Yo no pongo condiciones”, señaló en todo caso, aunque sí cree necesario “abordar políticas de Estado”, sin que ello ponga en tela de juicio el trabajo que ya se está desarrollando a nivel técnico en diversos foros y comisiones bilaterales, por ejemplo en relación a las liquidaciones del Cupo, la nueva Ley quinquenal o la renovación del Concierto Económico con el Estado. “No creo que esos grupos deban estar a expensas de la relación entre el lehendakari y el presidente del Gobierno español”, pues en estos foros se abordan cuestiones que “tienen su propia entidad”.

Hay ciertamente muchas materias sobre la mesa, entre ellas el cumplimiento del Estatuto de Gernika, y singularmente la transferencia de la política penitenciaria y del régimen económico de la Seguridad Social, señaló Urkullu, que cree que ya no caben “excusas, pretextos y objeciones en función del contexto”.

Desarme Por otra parte, el lehendakari se refirió a las críticas del portavoz de ETA, David Pla, al plan de desarme de la banda ofrecido por el Gobierno Vasco a finales de diciembre de 2014, un documento que sigue “sobre la mesa” pero que, aclaró, no es imprescindible. “Es necesario un final ordenado con un desarme legal, verificado y lo más rápido posible, sea cual sea el plan que se quiera seguir”, enfatizó Iñigo Urkullu, quien además afirmó que cuando se refiere a un final ordenado habla de “mucho más que el desarme”.

Desde que se presentó el plan del Gobierno Vasco se ha emplazado a ETA en varias ocasiones a acogerse al mismo, principalmente desde la Secretaría para la Paz y la Convivencia que dirige Jonan Fernández.