Gasteiz - Cinco años hace tan solo desde que ETA anunció que renunciaba a las armas, y en ese tiempo la desmemoria “ya nos empieza a pasar factura”. Así lo advirtió ayer Iñaki García Arrizabalaga, invitado por la Fundación Buesa para participar en el homenaje al político socialista y a su escolta, Jorge Díez, en el XVII aniversario de su asesinato en Gasteiz. García Arrizabalaga, cuyo padre murió asesinado en 1980 por los Comandos Autónomos Anticapitalistas, alertó de que “el olvido no es una amenaza, es un hecho real entre nuestros jóvenes”, y se mostró escéptico con respecto a una sociedad que a la que “no le interesa” recordar, que no se moviliza como lo hizo hace años. García Arrizabalaga, que mostró su “cercanía” con las familias Buesa Rodríguez y Díez Elorza, tuvo además un recuerdo para Josu Leonet y José Ángel Santos, asesinados en Martutene justo un año después del atentado de Gasteiz, hace ahora dieciséis años.
Sara Buesa, hija del político del PSE, por su parte, afirmó que “la nuestra ha sido una sociedad deshumanizada”, dividida en bandos enfrentados, “entre los míos y los otros”, “un mundo sectario que empieza a resquebrajarse”. En todo caso, sus palabras se dirigieron más a las propias víctimas que a la sociedad, y así, desde la narración de su propia experiencia, invitó a los damnificados por el terrorismo a compartir su dolor, pues “allí donde emerge nuestro lado más humano se encuentra la mayor fuerza de transformación social”.
Antes, a mediodía, representantes políticos e institucionales acompañaban a los familiares de Jorge Díez y Fernando Buesa en la ofrenda floral que se les brindó en el lugar donde se produjo el atentado mortal de febrero de 2000. La esposa de Buesa, Natividad Rodríguez; y los padres de Díez fueron los primeros en depositar rosas rojas ante el monolito levantado en memoria de las dos víctimas, en una ceremonia sin declaraciones a la que asistieron los miembros de la Mesa del Parlamento y su presidenta, Bakartxo Tejeria; la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, consejeros del Gobierno Vasco, el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran; y el diputado general alavés, Ramiro González; el delegado del Gobierno, Javier de Andrés; el presidente del ABB, José Antonio Suso; o el director del Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez.
Asistieron también el Ararteko, Manu Lezertua; el secretario general para la Paz y Convivencia, Jonan Fernández; y antiguos compañeros socialistas de Buesa como Jesús Loza, el exalcalde de Gasteiz, Patxi Lazcoz; o el exconsejero de Interior Rodolfo Ares. También tomaron parte en la ceremonia parlamentarios como José Antonio Pastor, Rafaela Romero o Eneko Andueza (PSE), Jone Berriozabal y Unai Grajales (PNV), Laura Garrido y María del Carmen López de Ocáriz (PP), Lander Martínez y Pili Zabala (Elkarrekin Podemos), o Maddalen Iriarte, Miren Larrion y Pello Urizar (EH Bildu).