La Valeta - La Unión Europea tratará de impulsar los retornos para frenar de manera drástica la inmigración por la ruta del Mediterráneo central, convertida en principal prioridad europea por la persistencia de los flujos y el alto número de muertes, según una declaración aprobada ayer por los 28 líderes comunitarios. Para ello, se comprometieron a cooperar con Libia y los países vecinos, que son el origen o tránsito de la mayoría de los inmigrantes que llegan por esa ruta.

El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, cuyo país preside la UE este semestre, valoró en una rueda de prensa el respaldo de los países a las medidas contra la inmigración irregular y la inclusión de nuevos elementos de ayuda, por ejemplo para proteger a los inmigrantes que se encuentran en campos. “El tiempo dirá si estas medidas son definitivas”, señaló Muscat, que incidió en que lo importante es “mantener la presión” contra el fenómeno migratorio y opinó que el siguiente paso debe ser “la creación de corredores humanitarios” que faciliten un acceso seguro de los refugiados.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, destacó que se van a destinar fondos europeos adicionales para apoyar las medidas y que los países se han comprometido a ayudar a Italia con el fenómeno migratorio, por tratarse de una “responsabilidad compartida”. En la Declaración de Malta aprobada ayer, los países de la Unión Europea expresaron su voluntad de ahondar en la política externa de inmigración “para hacerla resistente a futuras crisis”.

Sobre los retornos, se comprometieron a identificar “las potenciales barreras” en relación con las condiciones que se tienen que reunir para enviar de vuelta a los inmigrantes y a reforzar “las capacidades de retorno de la UE, respetando el derecho internacional”.

En ese contexto, valoraron la intención de la Comisión Europea de presentar en breve, como primer paso, “un plan de acción de retornos actualizado y de asignar directrices para unos retornos más operativos por parte de la UE y los Estados miembros”, así como para facilitar las readmisiones en los países de origen de los inmigrantes.

Por otra parte, los países acordaron ayudar a la Organización Internacional de Migraciones en los retornos voluntarios y llevar a cabo campañas de información dirigidas a los inmigrantes en Libia y los países de origen y tránsito. La declaración se adoptó de cara a la próxima primavera, cuando se teme que se disparen de nuevo las salidas de inmigrantes hacia Europa.

La ruta central del Mediterráneo se ha convertido en la principal vía de entrada de los inmigrantes irregulares en la UE, con 181.000 llegadas a territorio europeo en 2016, en su mayoría a través de Italia.

Cerca del 90% de esos inmigrantes, en su mayoría de tipo económico y sin derecho al asilo, salieron desde Libia, donde la inestable situación política y económica favorece la actuación de las mafias de traficantes. La UE acordó continuar con su trabajo con las autoridades de Libia, principal país de origen de esos flujos migratorios, así como con el norte de África y con los vecinos subsaharianos. Los líderes comunitarios hicieron hincapié en su “determinación de actuar en pleno respeto de los derechos humanos y del derecho internacional y los valores europeos y junto con la Organización Internacional para las Migraciones y con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR)”.

advertencia de AI Organizaciones como Amnistía Internacional advirtieron ayer de que cerrar las fronteras marítimas del sur de la UE puede implicar “dejar a los miles de personas refugiadas e inmigrantes que salen por mar de Libia expuestas a ser detenidas y a sufrir espantosos abusos contra los derechos humanos”. Entre las prioridades para atajar los flujos de inmigrantes por el Mediterráneo figura la formación, equipamiento y respaldo de los guardacostas libios, el aumento de los esfuerzos para destruir el modelo de negocio de los traficantes de personas y la mejora de la situación socioeconómica de las comunidades locales en Libia.

Como novedad, la UE se comprometió a ayudar a reducir la presión en la frontera terrestre libia, reforzando la capacidad de gestión fronteriza de ese país y en colaboración con los países vecinos.

La declaración añade que la UE respalda además la idea de movilizar 200 millones de euros para proyectos en 2017, con prioridad a los que tengan que ver con la inmigración en Libia, que se financiarían con el fondo fiduciario de la UE.

Una cumbre europea no puede desarrollarse sin hablar de comercio y, por supuesto, de Donald Trump. El presidente de Francia, François Hollande, defendió ayer que Europa tiene que hacer valer sus intereses económicos y comerciales en sus relaciones con Estados Unidos, especialmente frente a medidas “unilaterales” y “proteccionistas” en este país. “Europa es la primera potencia comercial del mundo y debe hacer valer sus intereses. Si hay discusiones comerciales, deben ser dirigidas por Europa con otros grandes países, Estados Unidos incluido”, dijo Hollande en una rueda de prensa al término de la reunión informal de los líderes de los Veintiocho.

El presidente francés afirmó que la misión encomendada a la Comisión Europea (CE) para negociar acuerdos comerciales en nombre de la Unión y “hacer valer sus intereses” es “tanto más importante en cuanto que Estados Unidos quiere cambiar la situación, quiere tomar posiciones unilaterales y a veces proteccionistas”. “Europa no puede aceptar que se pongan en cuestión los principios del intercambio”, incidió Hollande.

Según Hollande, “frente a los desafíos planteados por la Administración estadounidense y la elección de Donald Trump y las decisiones que ha tomado, más allá de los juicios que podamos tener, debemos concebir una respuesta europea y fijar perspectivas comunes sobre los principales temas”.

Consideró que Europa “debe organizar su propia defensa en el marco de la OTAN”, no solo para garantizar la seguridad en el continente “con sus propios medios”, sino también ante posibles cambios en las relaciones transatlánticas. “Si la relación con Estados Unidos puede cambiar y puede haber discusión sobre participación presupuestaria, debe haber una voluntad unánime de Europa para asegurar esta defensa en el marco e la OTAN”, añadió.

Hollande defendió que los Veintiocho han de coordinar sus programas, tener instrumentos de planificación, poner más medios financieros en cada país así como a nivel europeo a través de un fondo y, en última instancia, disponer de “autonomía estratégica”.