MOSCÚ. "No le vamos a crear problemas a los diplomáticos estadounidenses. No expulsaremos a nadie. No prohibiremos ni a sus familias, ni a sus hijos disfrutar de sus lugares habituales de descanso en las fiestas navideñas", aseguró Putin en una declaración difundida por el Kremlin.

En vez de recoger el guante y aceptar el duelo que le propuso anoche Obama, al expulsar a 35 funcionarios rusos, Putin puso la otra mejilla y optó por invitar a los hijos de los diplomáticos norteamericanos a la tradicional fiesta de Año Nuevo en el Kremlin.

"Reservándonos el derecho a medidas de respuesta, no nos rebajaremos al nivel de una diplomacia irresponsable y de 'andar por casa'", dijo el presidente ruso, cuando todos esperaban una andanada de contramedidas "recíprocas", como adelantó anoche el propio Kremlin.

Se refería en particular al cierre de dos complejos residenciales ubicados en Maryland y Nueva York, que Rusia utilizaba presuntamente con propósitos de inteligencia, y que "han sido declarados nidos de espías", según el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Putin destacó que, "teniendo en cuenta la práctica internacional, la parte rusa tiene todos los motivos para adoptar una respuesta adecuada".

Pero a renglón seguido aseguró que "los próximos pasos para el restablecimiento de las relaciones ruso-estadounidenses los tomaremos partiendo de las políticas que proponga la Administración del presidente Donald Trump", que toma posesión el próximo 20 de enero.

En un gesto diplomático sin precedentes, el jefe del Kremlin ha dejado en evidencia a Obama, quien antes de anunciar el nuevo paquete de sanciones contra Rusia, admitió que su presunta injerencia no había influido en los resultados electorales.

Putin ha negado en numerosas ocasiones en los últimos meses que el Kremlin esté detrás de los ataques cibernéticos perpetrados contra EEUU durante la campaña electoral, afirmaciones que han sido repetidamente secundadas por Trump.

"¿Acaso Estados Unidos es una república bananera? EEUU es una gran potencia ¿Cómo puede Rusia influir en la elección del pueblo estadounidense?", se preguntó Putin en una ocasión.

Y acusó a la candidata demócrata, Hillary Clinton, de intentar "desviar la atención" sobre el contenido de los mensajes divulgados por WikiLeaks con cortinas de humo como los supuestos ciberataques rusos.

Putin tachó hoy las sanciones de la Administración saliente de pasos "inamistosos" y "provocadores" encaminados a dañar "aún más" los lazos bilaterales, lo que se contradice con los intereses de ambos pueblos y perjudica al sistema de relaciones internacionales.

Lamentó que la Administración de Barack Obama termine su segundo mandato de esa forma, pero, con todo, le deseó al presidente saliente y a su familia unas felices fiestas.

"Felicito también las fiestas al presidente electo Donald Trump y a todo el pueblo norteamericano. ¡Le deseo bienestar y prosperidad!", sentenció en su declaración.

Y es que, como demostró el acuerdo de alto el fuego alcanzado ayer en Siria sin participación de EEUU, el Kremlin había dado ya hace mucho la espalda a la Administración saliente y está a la espera de que Trump asuma sus funciones para reanudar los contactos.

El caso es que poco antes de que Putin hiciera esa declaración, Lavrov le había propuesto en una reunión claramente escenificada expulsar a 35 diplomáticos estadounidenses en respuesta a la medida adoptada por Washington.

"La reciprocidad es ley diplomática en las relaciones internacionales. Por eso proponemos al presidente de Rusia que declare personas non grata a 31 funcionarios de la embajada de EEUU en Moscú y a otros cuatro del Consulado estadounidense en San Petersburgo", señaló.

La cancillería rusa también propuso cerrar el acceso a diplomáticos norteamericanos a una de las residencias que tiene la Embajada estadounidense en Moscú.

"La administración saliente de Barack Obama, que culpa a Rusia de todos los pecados mortales, ha acusado sin pruebas a la parte rusa de injerencia a nivel estatal en la campaña electoral de EEUU, que habría dado como resultado la derrota de la candidata demócrata", recordó Lavrov.

Las nuevas sanciones impuestas ayer a Moscú, aseguró el ministro, han sido aprobadas "sin ningún tipo de pruebas" que sostengan las acusaciones.

Por otro lado, la cancillería rusa desmintió la información difundida por el canal de televisión estadounidense CNN sobre el cierre de la Escuela Angloamericana de Moscú a la que acuden los hijos de diplomáticos estadounidenses, canadienses y británicos.

"Es mentira. Parece que en la Casa Blanca se han vuelto locos del todo y ya se inventan sanciones contra sus propios hijos", aseguró María Zajárova, portavoz de Exteriores.