Gasteiz - El negro como señal de luto, de recuerdo y homenaje a las “4.699 personas que han muerto o desaparecido en el Mediterráneo en lo que va de año”. Convocados por la plataforma 18-D Gasteiz con motivo del Día Internacional de las Personas Migrantes que se conmemora hoy, la capital alavesa se sumó a los diversos actos celebrados en la geografía vasca y estatal con una manifestación que al mediodía recorrió el centro de Gasteiz con muchos de sus participantes vestidos de negro y portando globos negros para “recordar a todas las personas que han perdido la vida por el camino y todas las que sufren a diario”. “Queremos hacerles un homenaje, decirles que haremos todo lo que esté en nuestra mano para que esto cambie, para que puedan vivir con dignidad”, reclama la plataforma organizadora de esta manifestación.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) difundió el viernes que un total de 7.189 migrantes y solicitantes de asilo han muerto en lo que va de año en las diferentes rutas migratorias de todo el mundo, si bien sólo en el Mediterráneo ya se han contabilizado más de 4.700 decesos. Se trata de la cifra anual más alta registrada por la OIM, unos números que representan una media de 20 muertes diarias. Esto supone que la cifra, a finales de año, podría elevarse en 200 ó 300. El recuento lo ha realizado el Proyecto Migrantes Desaparecidos, de la propia OIM, y el Centro de Análisis de Datos sobre la Migración Mundial. Las cerca de 7.200 muertes de este año suponen un considerable incremento en comparación con las cifras registradas en 2015, cuando fallecieron 5.470 personas, y en 2014, cuando lo hicieron 5.267.
La consejera vasca de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, destacó ayer la contribución de las personas de origen extranjero llegadas a Euskadi al desarrollo del País Vasco y recordó que, según datos oficiales, entre 1998 y 2016 Euskadi ha incrementado su población total en torno a 90.000 nuevos habitantes, gracias a la población procedente de otros países. “Las personas inmigrantes que han llegado a Euskadi (que suponen el 8,6% de la población) lo han hecho para quedarse, convivir y formar parte de la construcción de la sociedad vasca, contribuyendo con su trabajo y composición demográfica a la productividad y desarrollo del País Vasco”, hizo hincapié.
Artolazabal defendió que “cada persona migrante precisa una atención humana y social allá dónde se encuentre”, tras recordar “las situaciones padecidas por la diáspora vasca originadas por las sucesivas guerras y situaciones económicas”. “Hoy se repiten terribles escenas de personas que huyen de guerras y hambrunas y que buscan un lugar donde trabajar y vivir con dignidad”,comentó la consejera, quien reivindicó que la sociedad europea debe hacer un “esfuerzo” para colaborar en la “regeneración económica y democrática” de las sociedades de origen para lograr que “nadie se vea obligado a abandonar su hogar y su tierra”. - DNA/E.P./Efe