barcelona - La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, declaró ayer como investigada en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ante el que reivindicó el derecho de la cámara a debatir sobre la independencia, en un día en el que el soberanismo exhibió unidad en torno a ella. Tras criticar el proceso judicial abierto contra ella, advirtió de que continuará actuando como hasta ahora: “Ningún tribunal puede impedir que en el Parlament se debata sobre la independencia”.

A las 9.26 horas, unos minutos antes de la hora prevista para su declaración, Forcadell compareció ante la magistrada del Superior de Justicia catalán Maria Eugènia Alegret. Forcadell, que podría ser inhabilitada por haber permitido en julio votar un documento que abría la puerta a una vía unilateral hacia la independencia, alegó que fue un “acto político”, sin efecto ni valor jurídico, y recalcó que no se puede prohibir que el pleno discuta sobre la independencia.

En su declaración, Forcadell denunció que, al imputarla, las instancias judiciales incumplieron su deber de defender la inviolabilidad del Parlament. El interrogatorio fue más breve de lo previsto, apenas duró media hora, ya que Forcadell, investigada a raíz de una querella de la Fiscalía que la acusa de prevaricación y desobediencia al Tribunal Constitucional (TC), se limitó a responder sOlo las preguntas de su abogado, a diferencia del expresident de la Generalitat Artur Mas, que cuando fue interrogado el 15 de octubre de 2015 por su papel en la organización de la consulta soberanista del 9N de 2014 sí respondió al juez.

Posteriormente, Forcadell compareció ante los medios para advertir de que su inhabilitación sería “un ataque tan grande a la democracia que es inconcebible” y acusar al Estado español de “utilizar el poder judicial” para intentar que la cámara catalana se “autocensure”.

Como ya ocurrió cuando le tocó declarar a Mas ante el mismo tribunal, Forcadell recibió el apoyo de cientos de personas concentradas frente al TSJC, convocadas por las entidades soberanistas. De hecho, la escenificación del apoyo unitario del soberanismo se inició en el Parlament una hora antes de su declaración, donde la arroparon los miembros del Govern, incluidos el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el vicepresidente, Oriol Junqueras, junto a diputados de Junts pel Sí (JxSí), Catalunya Sí Que Es Pot y la CUP y otras personalidades como Artur Mas. No estaban ni el conseller del Interior, Jordi Jané, pendiente del dispositivo de seguridad, ni el de Justicia, Carles Mundó, de visita a la Val d’Aran, a diferencia de su antecesor, Germà Gordó, que sí arropó a Mas y soliviantó a la sala de gobierno del TSJC.

A las puertas del Parlament la esperaban centenares de alcaldes y concejales soberanistas, así como los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, de Òmnium Cultural, Jordi Sánchez, de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Neus Lloveras, y la Asociación Catalana de Municipios, Miquel Buch. Mientras acompañaba a Forcadell al TSJC, en declaraciones a TV3, Puigdemont evitó ser explícito a la hora de pronunciarse si habría que hacer caso omiso a una hipotética inhabilitación de Forcadell y se limitó a constatar: “Es evidente que será la presidenta que ha escogido el pueblo de Catalunya”.

Mas consideró “escandaloso” que Forcadell tenga que declarar “por dejar hablar y votar en un Parlamento” y se archive la causa contra el exministro Jorge Fernández Díaz pese a haber “conspirado”. Desde la CUP, Mireia Boya, hizo un llamamiento a la “unidad” y a la “determinación” para avanzar hacia la “ruptura final”.

Lluís Rabell, jefe de filas de Catalunya Sí Que Es Pot, reclamó al Gobierno del PP que “pare la ofensiva judicial” contra las “aspiraciones” democráticas de los catalanes. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, puso en cuestión la voluntad de “diálogo” del Estado con las instituciones catalanas y se solidarizó con la presidenta del Parlament: “¿Cómo puede hablar el Estado de diálogo mientras judicializa un debate democrático? Todo mi apoyo a Carme Forcadell”, escribió Colau en un tuit.

Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando, afirmó que no le gustan las “grandes manifestaciones a las puertas de los tribunales cuando un líder político va a declarar” porque le parece “poco respetuoso con la independencia judicial”. - DNA