bilbao - “No nos sentimos identificados con esta Constitución porque, en primer lugar y lo más importante, somos un partido vasco y creemos en la nación vasca. De entrada no vemos mal una reforma de la Constitución, pero que no cuenten con nosotros si no se aborda el problema territorial, en Euskadi y Catalunya fundamentalmente”. Así de claro y conciso se mostró ayer el portavoz del PNV en el Congreso de los disputados, Aitor Esteban, que junto al portavoz jeltzale en el Senado, Jokin Bildarratz, ofrecieron una rueda de prensa en Sabin Etxea para dar a conocer el punto de vista de la formación presidida por Andoni Ortuzar con respecto a la Constitución y al debate abierto sobre la necesidad de reformar la Carta Magna.

Los portavoces jeltzales dejaron claro que la postura del PNV con respecto a la Carta Magna es conocida, una postura “de principios firmes”, aunque, del mismo modo, “pueden ser flexibles en los medios y en los acuerdos”. Y la postura del PNV pasa, de entrada, por no identificarse con una Constitución que no recoge los derechos de Euskadi, por lo que sería incongruente sentirse identificados con ella. “El PNV es un partido vasco que cree en la nación vasca. Somos un pueblo que quiere ser reconocido como nación”, señaló Esteban, que recordó que hace 38 años, cuando se sometió a referéndum la aprobación de la Constitución, el PNV optó por la abstención y, de hecho, en Euskadi solo el 30% del censo aprobó la Carta Magna. Además, el portavoz jeltzale recordó el papel que está jugando el Tribunal Constitucional a la hora de echar por tierra las decisiones adoptadas por el Gobierno y el Parlamento de Euskadi, hasta el punto de que, a su entender, el alto tribunal de garantías se ha convertido en “una tercera Cámara”.

En su intervención, Esteban abordó el debate candente de la reforma constitucional y en esta cuestión dejó también clara la postura del PNV. La formación jeltzale no ve mal que se produzca la reforma de la Carta Magna, pero solo participará en ella si aborda el problema territorial no solucionado en estas casi dos décadas, en especial el que afecta a Euskadi y Catalunya. “Que no cuenten con nosotros para ninguna reforma que no aborde verdaderamente el problema nacional vasco. Puede haber alternativas como la reforma constitucional o puede haber alternativas como una interpretaciones más amplias de las que hay con respecto a la Disposición Primera Adicional que habla del derecho foral, y que podría ser un punto de partida”, aseguró.

Asimismo, el portavoz jeltzale reconoció en su intervención que la reforma constitucional necesita un trabajo previo de cocina, “para concretar, tantear y ver las posibilidades que puedan derivar en una dinámica institucional”.

Sortu y podemos No fue solo el PNV quien fijó posición sobre la Carta Magna puesto que Sortu, a través de un comunicado, expresó el rechazo frontal del partido de la izquierda abertzale “a una Constitución española que ha sido impuesta a nuestro país”. Tras señalar que la Constitución se ha convertido en “una cárcel para nuestro pueblo”, Sortu recordaba también el papel que juega el Tribunal Constitucional, “que se ha erigido en garante de la Constitución echando atrás las decisiones que se adoptan en los parlamentos de Euskal Herria”, refiriéndose a las Cámaras vasca y navarra.

Sortu planteaba en la nota la necesidad de acabar con esta situación, para lo que abogaba por “profundizar en la democracia vasca como alternativa y garantía de que se haga respetar a Euskal Herria como nación”.

En este sentido, desde EH Bildu, coalición en la que está integrada Sortu, se informó que en la jornada de ayer sus miembros trabajaron con normalidad en las sedes y las instituciones en las que están representados y, por ello, 40 ayuntamientos gobernados por EH Bildu abrieron sus puertas como si de una jornada más se tratase.

El secretario general de EA y parlamentario vasco por EH Bildu, Pello Urizar, aseguró que el acudir a sus puestos de trabajo era un gesto para reivindicar que “ es a la sociedad vasca a la que le corresponde decidir sobre el futuro de nuestro país y sobre las cuestiones que nos afectan”.

Si Sortu rechazaba frontalmente la Constitución, desde Podemos Euskadi su secretaria general, Nagua Alba, reclamaba una reforma de la Carta Magna en la que se recoja el derecho a decidir y el blindaje de derechos sociales. En declaraciones a Europa Press, Alba recordó que la formación morada viene defendiendo que es “el momento” de introducir cambios en la Constitución. “Pero el debate no es tanto si se modifica o no la Constitución porque ya hemos visto que los partidos que se dicen constitucionalistas, luego, por ejemplo, no han tenido ningún problema en reformar el artículo 135 y tampoco hubo ningún problema con la sentencia del TC contra el Estatuto catalán, sino que más bien el debate es en qué sentido se modifica”, señaló.

Uno de los cambios básicos a juicio de Nagua Alba debería ser abordar una de las cuestiones fundamentales, la del derecho a decidir. “La Constitución sí recoge la posibilidad de preguntar, de convocar una consulta a la ciudadanía, pero esa consulta no es vinculante y no tiene ningún sentido que se habiliten cauces para preguntar a la ciudadanía sobre su futuro, pero luego no haya necesidad de respetar la decisión de la ciudadanía”, agregó.

Derechos sociales El PSE, socio del PNV en el Ejecutivo de Gasteiz, también se refirió a la posibilidad de abordar una reforma del a Constitución, pero a juicio de los socialistas vascos debería centrarse sobre todo en blindar los derechos sociales.

El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, avaló la reforma constitucional porque considera que la Carta Magna debe adecuarse a las nuevas realidades políticas y territoriales que tiene España. Sin embargo, el dirigente socialista matizó que hay quien pone más el acento en la reforma territorial,”los partidos nacionalistas”, mientras que en el PSE “lo ponemos más en el blindaje de los derechos sociales que tienen que recogerse en la Constitución, como el derecho a la salud, la dependencia o a una educación digna”.

Tras reconocer que no parece que el clima político esté ahora mismo muy propicio para conseguir grandes acuerdos, Pastor consideró en RNE que “ese es el trabajo importante, tratar de conseguir un territorio común donde la mayoría de las fuerzas políticas nos podamos encontrar relativamente cómodas o relativamente incómodas”. Los socialistas, recordó, defienden un modelo territorial federal “en el que se produzcan dos efectos, primero el blindaje de los derechos sociales y el blindaje de las competencias autonómicas, pero, evidentemente, nosotros no damos el paso siguiente, el de la autodeterminación, eso que llaman ellos eufemísticamente el derecho a decidir y que, en realidad, es el derecho a decidir una sola cosa”.