Bilbao - La falta de información sobre los seguros de vida que una persona puede tener contratados provoca que cada año muchas indemnizaciones se dejen de cobrar y ese dinero revierta en aseguradoras o bancos. El año pasado unos 9.500 vascos solicitaron directamente, y otros muchos más a través de Internet o de los notarios, información sobre contratos de seguros propios o de familiares fallecidos, con el objetivo de saber si figuraban como beneficiarios de esas pólizas.

Hasta hace unos años, la comunicación por parte del titular de un seguro de vida a sus allegados de la existencia de una o varias pólizas era la única forma de saber si se podía reclamar una indemnización tras la muerte del titular, pero la creación del Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento ha facilitado y generalizado el acceso a esa información, permitiendo que muchos beneficiarios reciban el dinero estipulado y por el que el asegurado estuvo pagando. El Registro, que depende orgánicamente del Ministerio de Justicia, resuelve una situación bastante injusta, ya que cuando los beneficiarios de un seguro de vida, generalmente porque desconocen su existencia, no reclaman su cobro, la indemnización fijada en la póliza va a parar a la aseguradora que, además, no tiene obligación de informar de la existencia del seguro a los allegados del titular. Aunque desde hace años se calcula que aproximadamente un 10% de los seguros de vida se queda sin cobrar, nunca se ha sabido con exactitud cuánto dinero de estas pólizas no reclamadas queda en los balances de las compañías de seguros.

Certificados El Registro echó a andar a mediados de 2007 con los datos de 50 millones de pólizas. Desde entonces, las entidades aseguradoras tienen la obligación de registrar y actualizar los contratos que suscriben, de forma que cualquier ciudadano que crea que puede ser beneficiario de un seguro de vida tiene la posibilidad acudir a este Registro para comprobarlo una vez transcurridos 15 días hábiles desde el fallecimiento del posible titular. Tras cumplimentar unos trámites, el organismo emitirá un certificado donde constarán, en su caso, los seguros que el titular tenía contratados, con lo que el interesado podrá acudir a las aseguradoras para conocer si es beneficiario o no.

Así, el año pasado casi 173.000 personas descubrieron la existencia de un seguro de vida a nombre de un familiar fallecido, del que no tenían conocimiento alguno y del que podrían resultar beneficiarios y otras 2.500 personas confirmaron que ellas mismas eran titulares de un seguro de este tipo. Según los datos del Registro de Seguros de Cobertura de Fallecimiento, en 2015 este organismo tramitó 417.813 solicitudes de información acerca de pólizas de seguro. 4.167 de estas peticiones procedían de personas que querían comprobar la existencia o vigencia de algún seguro de vida a su nombre, mientras que la mayor parte de las solicitudes -413.646- fueron realizadas por allegados y herederos de personas fallecidas. En total, 175.293 de los requerimientos de información -tanto en el caso de notas informativas como en el de certificados- resultaron positivos, es decir, que se comunicó a los interesados que efectivamente había un contrato vigente.

De las peticiones de información sobre seguros de vida presentadas en la Subdelegación de Bizkaia, 9.301 fueron certificados demandados por allegados de personas fallecidas y 55 fueron notas informativas a instancias de los titulares de seguros. En el primer caso, 3.918 certificados fueron positivos -la persona por la que se preguntaba sí tenía algún seguro de vida en vigor- y 5.383, negativas. De las notas, 42 fueron positivas.

El 2,2% desde Bizkaia De todas las peticiones de información efectuadas al Registro el año pasado, 9.356, el 2,2% del total, se presentaron directamente en la Subdelegación del Gobierno español en Bizkaia y 7.807 en Nafarroa. Además, en el conjunto del Estado español se solicitaron 31.673 certificados por vía telemática y 133.211 a través de los notarios. Lógicamente entre esas solicitudes telemáticas y notariales se incluyen las presentadas a instancia de ciudadanos vascos, pero el departamento correspondiente del Ministerio de Justicia no proporciona datos desagregados por el origen geográfico de la consulta.

La exposición de motivos de la Ley 20/2005, de 14 de noviembre, que creó el Registro de seguros reconoce que “los seguros de vida a veces son tomados en ocasión de la contratación de operaciones y servicios de todo tipo como por ejemplo seguros de vehículos a todo riesgo, contratación de préstamos hipotecarios, suscripción de seguros de accidente y adhesión a seguros adjuntos a paquetes de viajes turísticos, y/o tarjetas de crédito. Sin embargo, sucede con demasiada frecuencia que, en caso de fallecimiento del tomador del seguro o del asegurado, sus posibles beneficiarios, precisamente por desconocer la existencia del contrato de seguro, no están en condiciones de reclamar su cobro, perdiendo unos derechos económicos a los que tienen derecho y debieran, por tanto, poder percibir”.

Según la memoria anual de Unespa, en 2014 hubo más de 71.700 fallecimientos cubiertos por seguros de vida, de ellos 4.465 se produjeron en la Comunidad Autónoma Vasca y 909 en Nafarroa. De acuerdo con las cifras de la patronal de las aseguradoras, los fallecimientos de personas que tenían contratados seguros de vida suponen en la CAV el 20,44% sobre el total de defunciones y el 14,19% en Nafarroa.

Cuando se produce el fallecimiento de una persona que tiene un seguro de vida las aseguradoras no tienen obligación legal de contactar con los beneficiarios.

Organismo. El Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento depende del Ministerio de Justicia y se trata de una herramienta muy útil para que los ciudadanos puedan consultar si una persona fallecida tenía contratado un seguro de vida y así poder reclamar a la entidad aseguradora.

Acceso. Puede acceder a la información del Registro cualquier persona que desee conocer si una persona fallecida tenía contratado un seguro en caso de fallecimiento. El acceso solamente se puede realizar si la persona que había contratado el seguro ha fallecido.

En vida. También puede acceder al Registro el propio interesado, en vida, para conocer o verificar si se recogen fielmente los seguros que tiene contratados.

Seguros. Se pueden obtener certificados de los contratos de seguros de vida con la cobertura de fallecimiento y de los seguros de accidentes que cubran el fallecimiento del asegurado, ya sean individuales o colectivos.

Vías de acceso. Las diferentes formas de poder solicitar el certificado en el Registro son: A través de las 22 gerencias territoriales del Ministerio de Justicia; los registros civiles; directamente en la propia sede del Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento; en el Registro General del Ministerio de Justicia en Madrid; y por Internet.

Objetivo. La finalidad de este Registro es intentar evitar que los seguros de vida se queden sin cobrar por desconocimiento de las personas aseguradas.

Según los cálculos del sector, en la actualidad uno de cada tres ciudadanos del Estado español tiene contratada una póliza de vida-riesgo. Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones las entidades bancarias suscriben seguros de vida en el momento de contratar otros productos, como créditos, depósitos o tarjetas de crédito.

42%

De las 9.356 consultas al Registro presentadas en Bizkaia, 3.960, el 42%, fueron positivas, certificando la existencia de un seguro.