BIlbao - El asalto a los cielos fue el metafórico grito de guerra con el que Podemos nació en su asamblea inaugural de 2014. Su ansiada escalada al Gobierno español acabó en resbalón y caída el pasado 26 de junio, pero su sucursal en Euskadi aspira a hacerlo en las elecciones vascas del 25-S para auparse hasta Lehendakaritza. Asentados los cimientos de la coalición Elkarrekin Podemos junto a Ezker Anitza y Equo, su cabeza de lista en Bizkaia, Lander Martínez, elevó el listón de la exigencia al abrazar la idea de que la confluencia gobernará en la CAV, si bien habrá que “pelear mucho”. En solitario, que es la opción preferente, o con apoyos de EH Bildu y PSE, sus “patas más cercanas” en asuntos de calado social, la formación morada saldrá a conseguir una victoria en votos y en escaños que le abra de par en par las puertas de Ajuria Enea.

El campo de batalla electoral será “diferente” en comparación con las dos últimas citas con las urnas en las que el partido morado fue primera fuerza, como reconoció el cabeza de lista vizcaíno y secretario de Organización de Podemos Euskadi. Ello no es óbice para que la coalición apunte a alcanzar la máxima cota de poder institucional de la CAV. De hecho, Martínez confió en que Elkarrekin Podemos pueda gobernar en una legislatura estratégica en la que se decidirá “el modelo de país” en el que los vascos “quieren vivir durante los próximos 10 ó 20 años”. Con un complejo tablero político que indefectiblemente apunta a la necesidad de formar alianzas para obtener mayorías en el Parlamento Vasco y aún siendo pronto para marcar un rumbo en este sentido, la dirección vasca apunta a EH Bildu y PSE para buscar “apoyos para una sesión de investidura”. Ambos encajan en un “eje progresista” que puede poner proa “al cambio social”, por lo que el PNV o el PP quedarían fuera de las ecuaciones de Elkarrekin Podemos. “Si nos sentamos y buscamos planteamientos sociales que sean transversales, más amplios, más allá de nuestra fuerza política, podemos llegar a grandes acuerdos”, incidió. Martínez constata así las conclusiones que la dirección sacó en la ronda de contactos de finales de marzo con el resto del arco político vasco.

Sin entrar a valorar el mensaje del desalojo jeltzale de Ajuria Enea tan repetido durante los últimos meses, y que por ahora tampoco parece compartir su candidata lehendakari, Pili Zabala, Martínez avanzó algunas de los frentes que Elkarrekin Podemos atacará durante las semanas venideras, y con mayor fuerza si cabe toda de cara a la campaña que arranca el 8 de septiembre. En Euskadi haría falta “una regeneración democrática”, abundó en una entrevista concedida a Europa Press, por lo que ser “alternativa al PNV” es el papel que aguarda a la coalición. El partido gobernante “ha permitido que la crisis golpee con dureza, aunque sea un poquito más tarde” que en el resto del Estado. Durante la última legislatura de Urkullu, asimismo, “el ritmo político ha sido lento o muy lento y se han aprobado muy pocas leyes. No ha habido ningún tipo de innovación política para plantear lo que necesitamos, ni un nuevo marco productivo o un nuevo modelo de país”. Es más, profundizó en otro de los males que atisban en el proceder del partido de Sabin Etxea. “Nosotros queremos un país en el que no haga falta un carnet o un amigo para tener las mismas oportunidades que los demás. Eso sí es algo que ahora sucede en Euskadi”, aseguró.

derecho a decidir Trabajando “siempre a favor de la ciudadanía vasca”, la oferta electoral de Elkarrekin Podemos partirá de varios ejes fundamentales. “Marcar un nuevo modelo territorial, un nuevo modelo productivo y un modelo definitivo de paz y convivencia” son las claves de bóveda sobre el que se sostendrá la acción política. La apuesta por “el derecho a decidir como principio político” bajo el modelo canadiense se impone. Ese camino podría tener de compañeros de viaje a PNV y EH Bildu, si bien “los objetivos que hay detrás” de la propuesta de la coalición abertzale dividiría esa ruta compartida. “Tiene un postulado claramente independentista y nosotros buscamos la solución a un conflicto, a un problema territorial, en la que la gente pueda decidir cómo quiere encajar o no dentro del Estado”, resumió.

Elegida por las bases tras ser auspiciada por la dirección vasca, Pili Zabala iría “mucho más allá de una simple lectura en relación a los caladeros” de votos en los que podría competir con EH Bildu. “Representa un tipo de país que nosotros queremos sacar adelante”, aseveró. La aspirante no ha asido la bandera del independentismo por no ser “un factor de relevancia”, pero esa posición neutral ante un asunto de semejante calibre -o su opinión favorable al acercamiento de los presos- no hará huir al electorado, sino todo lo contrario. Puntualizó que “cualquier persona que se haya sentido cómoda votando a Podemos va a hacerlo igualmente o incluso más estando Zabala al frente”.