madrid - La caravana electoral de Mariano Rajoy no recalará en la Comunidad Autónoma Vasca durante la campaña electoral que arranca el viernes. Se acercará a Nafarroa, como ha sido habitual en los últimos comicios y de manera fugaz, pero pasará de la CAV. Su partido ha diseñado para su líder y presidente del Gobierno español en funciones una campaña electoral centrada en aquellas provincias en las que los populares tienen mayores posibilidades de sumar nuevos escaños con respecto a los que consiguió el 20 de diciembre. Buscará arañar escaños a costa de Ciudadanos que fue quien más le perjudicó en la pesca del último escaño por provincias.
Rajoy deja a su suerte al PP de la CAV y, según señalaron ayer a este diario, enviará a Euskadi a importantes dirigentes del partido que acompañarán al líder del partido en suelo vasco y ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, que sí hará campaña en su tierra. Los populares vascos lograron el 20-D dos de los dieciocho escaños en disputa en la CAV, uno en Bizkaia y otro en Araba. El único sondeo realizado en circunscripción vasca lo publicó EITB a mediados de mayo y pronosticaba un resultado idéntico para los populares, con muy pocas opciones de arrebatar el último escaño en disputa.
En el conjunto del Estado español, en la mayoría de los casos en los que tiene posibilidad de arañar ese último escaño es a costa de Ciudadanos. La formación liderada por Albert Rivera quedó el 20-D bastante alejada del PP en votos en los tres territorios de la CAV y no logró ningún asiento por estas circunscripciones en el Congreso de los Diputados. Así que no sería un rival con el que batallar por el voto. No así en otros lugares del Estado en los que la formación naranja se llevó la palma en las últimas elecciones, especialmente Andalucía.
Según los cálculos del PP, hay aproximadamente medio millón de votos a Ciudadanos que decantaron de su lado el último escaño en nueve o diez provincias. Rajoy quiere arrebatárselos y engordar su cifra total para tratar de superar la barrera de los 130 escaños -en diciembre logró 123 representantes en la Cámara baja-, con los que poder empezar a creer que, sumando los que consiga el partido de Rivera -aunque sean menos que los 40 conseguidos el 20-D- puede alcanzar la cifra de los 170 escaños que, en segunda votación, podría garantizarle la investidura como presidente.
Rajoy volcará su campaña en Andalucía, donde estará todas las semanas. Y en su ausencia, le sustituirán la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría. A la número dos del Ejecutivo le han asignado en Génova el cometido de captar el voto más joven que hace seis meses se fue a Ciudadanos y que es reacio a apoyar a Rajoy.
En el cuartel general del PP sostienen que Rajoy cuenta con un apoyo fiel entre el electorado del PP de más edad, pero consideran que pincha en la franja entre los 30 y los 40 años y para ese menester han designado a Sáenz de Santamaría que, a diferencia de las elecciones de diciembre, se convierte en una baza fundamental en la campaña para atraer al voto más joven.
A diferencia de Euskadi, Andalucía es un granero de votos muy importante para las generales y el PP aspira a recuperar buena parte de lo perdido hace seis meses, al perder doce de los 33 escaños cosechados en las elecciones de 2011. Por eso Rajoy ha programado mítines en Almería, Granada, Málaga y Sevilla.
Los restos del reparto de diputados según la ley de D’Hont han determinado que Rajoy también dirija su caravana electoral a provincias en los que el último escaño repartido fue a parar a Podemos en lugar de Ciudadanos porque el partido de Rivera no obtuvo los votos suficientes y el PP quiere aprovechar esos votos para recuperarlos y sumar los suficientes para sumar un diputado más.
nafarroa Solo han pasado seis meses desde las últimas elecciones y eso facilita la precisión a la hora de identificar las circunscripciones en las que el partido puede mejorar los resultados de entonces. La primera plaza a ensayar será Alicante, luego irá a Murcia y posteriormente, tras un retiro de un día para preparar el debate televisivo a cuatro del próximo lunes, recalará en Nafarroa el próximo miércoles día 15. En la Comunidad foral los populares concurrirán de la mano de UPN, partido con el que logró dos de los cinco escaños las últimas elecciones. Los otros tres fueron para Podemos -por partida doble- y para el Partido Socialista. Geroa Bai y EH Bildu se quedaron sin representación.
Tras dejar la tierra navarra llegará a Aragón y de allí a Andalucía, para posteriormente en el ecuador de la campaña recalar en Galicia. Más tarde visitará Tenerife y Las Palmas, luego Lleida y de allí a Ciudad Real y Málaga, donde celebrará su mitin central de campaña. Los populares van a echar el resto en esta provincia donde Podemos e IU pueden crecer; y también en Almería para recuperar un escaño, y en Granada para mantenerse como primera fuerza. Rajoy también estará en Barcelona, Valencia y Madrid, donde cerrará la campaña.
El director de campaña del PP, Jorge Moragas, anunció que la caravana electoral de Rajoy no pasará por Castilla y León, La Rioja, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y la Comunidad Autónoma Vasca.