beasain - Las consultas populares celebradas ayer en 34 localidades de la Comunidad Autónoma Vasca en la que se preguntaba sobre el Estado vasco fueron secundadas por uno de cada tres vecinos llamados a votar. En total estaban convocadas 125.332 personas y de ellas alrededor de 37.349 (29,8% del censo total) emitieron su papeleta en las 113 mesas electorales dispuestas en los 32 municipios de Gipuzkoa, uno vizcaino (Ispaster) y otro alavés (Aramaio). La convocatoria estaba impulsada por la asociación Gure Esku Dago que valoró muy positivamente la jornada y los resultados. Los promotores evaluaron los datos al cierre de las urnas en un acto celebrado en Beasain en el que tomaron la palabra las dos caras más conocidas del colectivo, Zelai Nikolas y Anjel Oiarbide. Calificaron las consultas como un “logro increíble” más desde el punto de vista cualitativo que cuantitativo.
A su juicio la jornada de ayer fue un ejemplo de profundización de la democracia y subrayaron que las consultas populares de ayer “han traido la normalidad” a un debate que antaño se desarrollaba con dificultades y en ocasiones con crispación y división. “Ayer era el día el que este tema generaba crispación, no se podía hacer nada constructivo. Pasar de ahí a escuchar, hablar, acordar, tomar la palabra y decidir, con normalidad? hoy hemos sentido eso que llaman la fiesta de la democracia. Esto es la normalidad, un terreno que estamos ganando”, apostilló. En una intervención realizada íntegramente en euskera junto con los responsables de la convocatoria y varios de los observadores del comité de garantías, Nikolas y Oiarbide se refirieron a los modelos escocés y catalán. “Hoy nos preguntaban si nos fijamos en el modelo catalán. No es nuestro modelo, tampoco el de Escocia, pero tenemos mucho que aprender de ambos. Nuestro modelo es un modelo vasco que esta por hacer entre todos, juntos. Hoy hemos escenificado el futuro, una sociedad ante una urna eligiendo qué quiere ser”, destacó Oiarbide. No se trataba de una consulta oficial y, por tanto, no tenía carácter vinculante, aunque los convocantes la prepararon como si lo hubiera sido y procuraron todo tipo de garantías para que no tuviera ninguna tacha democrática. El censo estaba validado oficialmente y un sistema informático evitaba los votos dobles. Además habilitó en cada municipio espacios para garantizar la privacidad a la hora de elegir la papeleta y dispuso de un grupo de observadores vascos, catalanes y escoceses.
Toda vez que era previsible que la amplia mayoría de las personas que acudían a votar lo harían en sentido afirmativo, el verdadero termómetro de la votación estaba en la participación. Rozó el 30% y colmó las aspiraciones de los organizadores. En los pueblos más pequeños, los menores de mil habitantes, la afluencia a la urna fue mucho mayor que en los municipios de mayor población. En Mutiloa o Zerain, con un censo de unos 200 habitantes mayores de 16 años, votaron casi tres de cada cuatro que podían hacerlo, una cifra similar a la de Zaldibia (66%) y la de Ispaster (63,5%), el único municipio vizcaino donde se realizó la consulta. La otra cara de la moneda fue Zumarraga, feudo del PSE que rige el Ayuntamiento, donde solo votó el 13,43% de los que podían hacerlo, esto es, 1.140 personas sobre un total de casi 8.500. En Azpeitia, por contra, el ambiente fue muy distinto ya que la participación rozó el 40%, en Bergara también tuvo un seguimiento importante (35,64%), mientras que en Beasain y Ordizia superó levemente la barrera del 20%.
Las consultas contaron con el apoyo expreso de EH Bildu, mientras que el PNV no se ha implicado en el proceso, salvo en Gipuzkoa, donde la semana pasada los jeltzales promovieron, junto con la izquierda abertzale, una resolución en las Juntas Generales en apoyo a las consultas y a la práctica del derecho a decidir. Por su parte, Podemos ha tomado distancia de esta convocatoria y tuvo discrepancias internas entre algunos sectores. El PSE ha dado la espalda a las consultas al entender que generan “división”.
No se registró ningún incidente y tampoco hubo noticias de alguna intervención del delegado del Gobierno español en la CAV. Durante la semana pasada, Carlos Urquijo advirtió a los alcaldes de los municipios afectados que vigilaría si se involucraban en la jornada electoral. Apeló para ello la Ley de Bases de Régimen Local, pero los organizadores se cuidaron mucho de no utilizar ni locales, ni infraestructura, ni personal de los consistorios.
Tras las consultas de ayer, que dieron continuidad a las que tuvieron lugar en Etxarri Aranaz y Arrankudiaga en 2014, Gure Esku Dago tiene previsto realizar otras sesenta el año que viene y en 2018 quiere extenderlas a toda la CAV.