MADRID. La ex mano derecha de Miguel Blesa en Caja Madrid, Ildefonso Sánchez Barcoj, que se sentará en el banquillo por el uso de las tarjetas opacas, ha acusado a la actual dirección de Bankia de tratar de ocultar "conductas graves" como el pago indebido de cerca de 580.000 euros a tres directivos.

Barcoj, acusado junto con otros 65 exconsejeros y directivos de Caja Madrid y Bankia, entre los que figuran Blesa y Rodrigo Rato, de administración desleal y apropiación indebida por el uso de tarjetas opacas, ha dirigido un escrito al titular del Juzgado central de instrucción nº 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu.

El que fuera director general de Caja Madrid denuncia la "asimetría" con la que se ha tratado el uso de las tarjetas opacas respecto de otras operaciones igualmente incorrectas, como fue el pago en 2011 a tres directivos de cerca de 580.000 euros en concepto de beneficios por pensiones, sin que dicho pago pasara por los órganos de gobierno de Bankia.

Se trata de los pagos efectuados en 2011, con el visto bueno verbal del entonces consejero delegado del banco, Francisco Verdú, a tres directivos -el secretario general, Miguel Crespo (196.967 euros), el director del gabinete del presidente, Luis Maldonado (184.863 euros), y el director general de Medios, Pedro Vázquez (197.773 euros)- en concepto de beneficios discrecionales por pensiones con carácter de retribución.

En 2012, el Banco de España detectó la irregularidad de la operación y así se lo comunicó al presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que reconoció los hechos en un escrito dirigido al director general de supervisión del organismo.

Sin embargo, los servicios jurídicos del Banco de España decidieron, tras el reintegro de dichas cantidades a Bankia, que los hechos "carecían de suficiente entidad para abrir un expediente sancionador".

Barcoj alega que "resulta sorprendente" que el que fuera número dos de Rodrigo Rato en Bankia, Francisco Verdú -que en su momento rechazó la tarjeta cuando le fue entregada por considerar su uso "una mala praxis" y está incluido en la causa sólo como testigo-, tomara la decisión de efectuar los pagos a los tres directivos.

En opinión de Sánchez Barcoj, Bankia atribuye responsabilidades por hechos -el uso de las tarjetas opacas- de "nula trascendencia penal" a aquellos a quienes "pretende perseguir" y los califica de "escandalosos", al tiempo que "oculta conductas mucho más graves" -el pago a los tres directivos- respecto de personas a las que "pretende proteger".

Además, acusa a Bankia de enviar al FROB un informe "sesgado, con el propósito de que se le abriera la causa penal por el uso de las tarjetas" que eludía mencionar "una disposición de fondos mucho más grave desde una perspectiva cuantitativa" por parte de Verdú y sin conocimiento de los órganos rectores de la caja -consejo de administración, comisión ejecutiva, comisión de retribuciones y junta de accionistas-.

Por todo ello, solicita que declaren ante el juez Goirigolzarri, Verdú, los tres directivos -Vázquez, Crespo y Maldonado-, y el director de Recursos Humanos, Pedro Chozas.

En su escrito, Barcoj recuerda que en ningún caso el Banco de España ha considerado que la retribución procedente de las tarjetas fuera irregular o ilegal, aunque la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en respuesta a un recurso presentado por su defensa, destacaba que él firmó los contratos de "buena parte de las tarjetas" entregadas a los exdirectivos, y que dio instrucciones sobre la entrega de las mismas y las disposiciones en efectivo.

Además, el directivo las usó de forma continuada e hizo entrega "personalmente" de algunas de ellas.

Entre los años 2003 y 2010, Barcoj efectuó pagos por importe de 484.192,42 euros con la tarjeta de Caja Madrid, y entre finales de 2010 y 2012 abonó con la tarjeta de Bankia 90.879,24 euros; ambas cantidades ya fueron consignadas ante la Audiencia Nacional en octubre del año pasado.