BILBAO. Según ha informado el departamento de Seguridad, la agresión se produjo en la estación de tren de esa localidad hacia las 07.30 horas de ayer cuando, el arrestado atacó con arma blanca a un joven estudiante de Formación Profesional en el andén de la estación de cercanías de Renfe en Muskiz. Aunque resultó herido de gravedad las heridas no hacen temer por su vida.
Los ertzainas lograron identificar al autor del ataque gracias a la descripción facilitada por los testigos y el hombre fue detenido anoche cuando iba andando por una calle de Muskiz.
Los hechos ocurrieron hacia las 07.10 horas de la mañana cuando el tren de la línea C-2 de cercanías de Renfe había llegado a la estación de Muskiz. Tras abrirse la puerta del convoy ferroviario en el que viajaba el joven, que iba acompañado por dos compañeras del Centro de Formación Somorrostro donde estudia un grado medio de Formación Profesional, se vio sorprendido por el ataque cuando el arrestado -sin mediar palabra- supuestamente le asestó al menos una puñalada con un puntiagudo cuchillo de cocina.
Según el relato efectuado a DEIA por un trabajador de la citada estación de Renfe, los agentes de la Ertzaintza atendieron en primera instancia al herido, que estaba consciente, y al que proporcionaron una manta térmica para evitar que se quedara frío ya que “el joven se había quitado la camiseta que portaba para taponar la herida sangrante”, señaló este trabajador, que destacó que la ambulancia tardó más de 20 minutos en personarse en el lugar de los hechos. El agresor, que había mantenido una discusión con la víctima en esa misma estación el día anterior, huyó a pie por las vías del tren.
Al parecer, según el testimonio de este trabajador, que cuenta con más de 40 años de experiencia en Renfe y ha sido testigo de varios accidentes e incidentes, el suceso de ayer pudo tener su origen en una disputa que ambos hombres mantuvieron el pasado martes. Al parecer, el joven estudiante prendió un cigarrillo nada más abrirse las puertas del convoy en el que llegaba a Muskiz teniendo un encontronazo con el presunto agresor, quien tras un intercambio de insultos y recriminaciones amenazó a la víctima con volver. Desgraciadamente, el agresor, un varón de pelo canoso con entradas y una leve cojera, cumplió su promesa.