madrid - Aunque Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se habían citado para mantener un cara a cara antes de Semana Santa, lo cierto es que los líderes de PSOE y Podemos no han fijado aún fecha para ese encuentro en que el secretario general de los socialistas va a tratar, cuanto menos, de arrancar una abstención de la formación morada ante un nuevo intento de investidura. Tras unas semanas en las que los problemas internos de cada formación -en el caso de Podemos, el cese del secretario de Organización Sergio Pascual y, por lo que respecta a los socialistas, la amenaza de Susana Díaz de disputar el liderazgo del partido a Pedro Sánchez- han centrado la dinámica de ambas formaciones, los socialistas han fijado el 23 de abril como límite para recabar los apoyos necesarios para enfrentarse a una nueva sesión de investidura. Llegados a esa fecha sin acuerdo, se dejaría pasar los plazos hasta el 2 de mayo día en el que quedarían disueltas La Cortes y se daría paso a unos nuevos comicios el 26 de junio.

Ante esta tesitura, el portavoz socialista en el Senado, Óscar López, supeditó ayer la reunión entre Sánchez e Iglesias a que la formación morada “deje de hablar de sillones y empiece a hablar de soluciones”. Hasta tal punto parece encontrarse en impasse esa reunión que López reconoció que no le consta que haya fijada ya una fecha, pero sí subrayó que el PSOE mantiene su mano tendida a la formación liderada por Pablo Iglesias. Sin embargo, el dirigente socialista insistió en su partido acudirá al encuentro si este es fructífero y no se trata de “volver a escenificar desacuerdos”. “Esa reunión se producirá cuando constatemos que Podemos está dispuesto a discutir de políticas y no de sillones”, insistió.

acuerdo vigente Lo que desde el PSOE quieren dejar claro es que una reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no tendría como objetivo desactivar el acuerdo al que han llegado los socialistas y Ciudadanos. Según explicitó Óscar López, el pacto firmado con la formación liderada por Albert Rivera sigue vigente y los socialistas no están dispuestos a renunciar a este acuerdo si así lo exigiera Pablo Iglesias. “Uno no puede tener los principios tan móviles como para defender una cosa y la contraria en dos días”, aseguró López. Además, el portavoz socialista en el Senado se remitió a la buena sintonía que, a su juicio, trasmitieron Pablo Iglesias y Albert Rivera durante la campaña electoral. Así, recordó el debate que mantuvieron ambos en el programa Salvados de La Sexta, “de donde salieron siendo poco menos que amigos y diciendo que llegaban para regenerar la política”. Por eso, el dirigente socialista no entendía porque ahora, y especialmente Pablo Iglesias, ha dejado claro que no puede compartir una reunión con Albert Rivera. “Ahora resulta que no se pueden ni sentar juntos”, apostilló.

aburridos En este contexto, uno de los barones del PSOE, el presidente de la Junta de Extremadura Guillermo Fernández Vara, reconoció ayer sentirse como la gente “cansado y aburrido” porque transcurridos más de tres meses desde las elecciones no se haya podido llegar a un acuerdo de gobierno.

Ante el encuentro pendiente entre Sánchez e Iglesias, Fernández Vara aseguró que lo primordial es que “se sienten” a hablar. Así, ante la posibilidad de que Podemos mantenga su exigencia de tener presencia en una gabinete liderado por Pedro Sánchez, el líder de los socialistas extremeños afirmó que “está todo abierto”, aunque, a su juicio, eso sería el final de las negociaciones, “no el principio de las mismas”. Vara se remitió al acuerdo firmado por PSOE y Ciudadanos y, a su entender, en base a ese acuerdo hay que ver si son capaces de sumar más gente.