madrid - La participación del 51,7% (95.763 personas) en la consulta a la militancia sobre el acuerdo con Ciudadanos suscitó alivio en Ferraz, más todavía porque 73.940 afiliados se posicionaron a favor de la alianza (78,97%) frente a los 19.692 que la rechazaron (21,03%). “Orgulloso, el cambio está más cerca”, se congratulaba Pedro Sánchez en su Twitter mientras los principales barones se ponían de perfil y no pocos dirigentes aireaban su enfado ya que en el pacto se incluye la supresión de las diputaciones -con excepción de las vascas-. Este resultado, que no es vinculante pero “compromete políticamente”, será ratificado hoy por el Comité Federal, el máximo órgano entre congresos en el que están representadas proporcionalmente las federaciones, y que en la presente ocasión se prevé tranquilo.
Pese a que en todas la federaciones el sí se impuso por amplia mayoría, aquellas que se hallan en manos de algunos barones alejados del secretario general son las que han contado con una oposición mayor. Concretamente, en Aragón, un 36,35% de las bases se decantaron por el no, 27 puntos de distancia respecto a Euskadi, que es donde mayor fue la participación, votando el 70% de militancia, y una mayor cantidad de afiliados (90,62%) abrazó la hoja de ruta del líder socialista.
Retomando el caso aragonés, el único sitio donde además ganó la negativa al acuerdo se ubica en Huesca, con el 57,68% de sufragios en contra. En Andalucía, donde la dirección de Susana Díaz no hizo campaña a favor del pacto, aunque ella sí que bendijo personalmente a Sánchez, participó el 49,96% de los militantes con casi el 76% de votos afirmativos. En Asturias, gobernada por Javier Fernández, también crítico con su líder, o en Extremadura, los resultados fueron similares porcentualmente. Los mejores guarismos para Sánchez se firmaron en Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana, presididas por Emiliano García-Page y Ximo Puig, y es que en ambas federaciones la participación superó la media estatal en casi diez puntos.
En el lado opuesto, y no es casualidad, Catalunya. De hecho, el contenido del acuerdo no aporta ninguna solución al problema del independentismo o alternativas para acabar con el inmovilismo generado desde que el Tribunal Constitucional echó abajo el Estatut. El PSC fue incapaz de movilizar a sus bases y solo el 31,3% de los afiliados ejerció su derecho al voto, aunque el respaldo al sí fuera del 79%. La filial catalana encara una papeleta bien difícil ante el desencanto no solo de sus simpatizantes sino también de sus integrantes, que han visto estos últimos años innumerables escisiones internas y un huracán abanderado por las marcas de Podemos que les ha ido devorando en las urnas. Para más inri, han pasado de aceptar un referéndum legal y acordado a conformarme con una reforma federal de la Constitución inconcreta con la que no se atisba la salida. Y para colmo, el texto acordado entre PSOE y Ciudadanos, lejos de tantear el derecho a decidir, lo desdeña completamente para plegarse a la unidad de España sin ambages. El discurso de Sánchez no ayuda. Ya dijo que al margen de este consenso con Ciudadanos, era imposible configurar un gobierno exclusivamente por la izquierda porque ello significaba tener que apoyarse en “quienes pretenden romper España”, en alusión a Democràcia i Llibertat y ERC. En esta tesitura, los afiliados del PSC, para no comprometer aún más su apuesta por el partido votando en contra, y a sabiendas de lo que la formación de Rivera significa en Catalunya desde hace una década, prefirieron quedarse en casa mientras su líder, Miquel Iceta, se refugiaba en el discurso de que “la aritmética parlamentaria es muy endemoniada y exige un pacto transversal”.
Por último, en Madrid, con el partido dividido, la participación se atoró por debajo de la media (47%). En definitiva, los sectores más críticos creen que “solo un tercio de la militancia” dijo sí, es decir, le apoyan 70.000 de 190.000 afiliados. “La forma de protestar ha sido no votar, y no ha existido movilización en contra por responsabilidad”, zanjan.
Euskadi: 3.119 votos a favor (90,62%) y 323 en contra (9,38%).
Murcia: 2.874 a favor (89,50%) y 337 en contra (10,50%).
La Rioja: 601 a favor (88,91%) y 75 en contra (11,09%).
Ceuta: 78 a favor (87,64%) y 11 en contra (12,36%).
Melilla: 126 a favor (86,90%) y 19 en contra (13,10%).
Canarias: 2.101 a favor (85,13%) y 367 en contra (14,87%).
Cantabria: 1.350 a favor (84,59%) y 246 en contra (15,41%).
Nafarroa: 707 a favor (84,57%) y 129 en contra (15,43%).
Galicia: 3.753 a favor (81,93%) y 828 en contra (18,07%).
Comunidad Valenciana: 6.913 a favor (81,23%) y 1.597 en contra (18,77%).
Castilla-La Mancha: 5.480 a favor (80,46%) y 1.331 en contra (19,54%).
Castilla y León: 4.065 a favor (80,11%) y 1.009 en contra (19,89%).
Madrid: 5.011 a favor (79,69%) y 1.277 en contra (20,31%).
Catalunya: 4.677 a favor (79,04%) y 1.240 en contra (20,96%).
Baleares: 853 a favor (78,62%) y 232 en contra (21,38%).
Extremadura: 4.541 a favor (78,44%) y 1.248 en contra (21,56%).
Andalucía: 16.612 a favor (75,99%) y 5.248 en contra (24,01%).
Voto online: 5.602 a favor (75,83%) y 1.786 en contra (24,17%).
Asturias: 2.924 a favor (75,75%) y 936 en contra (24,25%).
Aragón: 2.539 a favor (63,65%) y 1.450 en contra (36,35%).
Total: 73.940 a favor (78,97%) y 19.692 en contra (21,03%).