Bruselas - El Reino Unido y sus 27 socios comunitarios consiguieron anoche tras dos días de intensas negociaciones cerrar un acuerdo dirigido a convencer a los votantes británicos de que apoyen la permanencia del país en el bloque comunitario en el referendo.
“Acuerdo. Apoyo unánime a un nuevo encaje para el Reino Unido en la Unión Europea (UE)”, señaló el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un mensaje de la red social Twitter.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE llegaron a ese acuerdo tras dos intensas jornadas de negociaciones y después de que los líderes evaluaran en una cena a 28 el último proyecto de acuerdo.
Ese incluye un compromiso entre el Reino Unido y los países del este de Europa en cuanto al freno de emergencia para restringir las prestaciones a trabajadores comunitarios y la indexación de las ayudas por hijo.
En cuanto al primer punto, Reino Unido podrá restringir durante los cuatro primeros años de su contrato las prestaciones sociales a los trabajadores comunitarios y podrá recurrir a este mecanismo durante un periodo de siete años, sin prórrogas, indicaron fuentes diplomáticas.
En lo que respecta a la indexación de los beneficios que los trabajadores comunitarios perciben por hijo, el acuerdo final recoge un periodo de transición de cuatro años, hasta 2020, para aquellos empleados que ya reciben una ayuda.
El texto también establece principios para garantizar el respeto mutuo entre los Estados miembros que quieren avanzar en la profundización de la Unión Económica y Monetaria y los que no, como el Reino Unido, para lo que habrá un “mecanismo” mediante el que “un” país que no participa en el euro puede indicar su oposición razonada a una medida legislativa y elevarlo al Consejo.
No obstante, las fuentes dejaron claro que el documento precisa que esta medida en ningún caso puede servir para vetar las decisiones de la eurozona y que el proceso tiene que producirse de manera urgente para no influir en los mercados.
Las mismas fuentes diplomáticas también señalaron que para dirimir las diferencias en las interpretaciones sobre una “Unión cada vez más estrecha”, el texto recoge que esta referencia no se aplica al Reino Unido, que no quiere una mayor integración política.
También indicaron que en el texto final se menciona la posibilidad de introducir cambios en los tratados en el futuro para recoger algunos elementos del nuevo equilibrio con el Reino Unido.
“Acuerdo para que el Reino Unido esté en la UE, hecho. Meses de duro trabajo con el presidente del Consejo Europeo y en cooperación con el Parlamento Europeo han merecido la pena. Justo para el Reino Unido, justo para los 27 Estados de la UE”, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, también en Twitter.
Varios líderes europeos reaccionaron también a través de esa red social nada más producirse el acuerdo. Para el primer ministro maltés, Joseph Muscar, el acuerdo “es justo”, y deseó “toda la suerte a David Cameron en su campaña por mantener al Reino Unido en la UE”.
“Ahora le corresponde al pueblo británico decidir”, dijo.
Según el primer ministro estonio, Taavi Röivas, “hemos trabajado duro para conseguir este importante acuerdo, una fuerte demostración de la determinación de la UE. Unidos por el Reino Unido en la UE”.
Cameron, por el sí El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, dijo anoche que el acuerdo alcanzado con sus socios comunitarios es suficiente para hacer campaña por el “sí” a la permanencia del país en la Union Europea (UE) de cara al referendo. “Creo que esto (el acuerdo) es suficiente para recomendar que el Reino Unido siga en la Unión Europea”, teniendo “lo mejor de cada mundo”, señaló Cameron en una rueda de prensa al término del Consejo Europeo.
El Reino Unido aguardaba ayer, con la opinión pública dividida, el resultado de las negociaciones en Bruselas para dar el pistoletazo de salida a la campaña del referéndum en el que los británicos decidirán la continuidad o la salida de la Unión Europea (UE). El 36% está a favor de romper los vínculos con la UE, el 34% quiere seguir formando parte de la Unión y el 23% está aún indeciso, a la espera de conocer el resultado del diálogo con los socios comunitarios, según una encuesta divulgada ayer.
Cameron, que había subrayado en diversas ocasiones que esperaba presentar ante los británicos un pacto que le permita defender la permanencia en la UE, fijará una vez cerrado el acuerdo su posición oficial de cara a una consulta, cuya fecha más probable es el próximo 23 de junio. Tras el acuerdo de ayer, evidentemente Cameron hará campaña por el sí.
Los principales escollos para sellar el pacto, tras dos jornadas de negociaciones, eran las normas financieras que afectan a la City de Londres y las medidas para limitar las ayudas sociales a los ciudadanos comunitarios en el Reino Unido.
Una vez el primer ministro británico ha hecho pública su postura, se abrirá una campaña en la que los miembros de su Ejecutivo tendrán libertad para oponerse a la línea oficial -a favor de la UE- y apostar abiertamente por la ruptura.
Los más cercanos a Cameron argumentaron durante la jornada que las dificultades para convencer a los socios comunitarios reflejaron el calado de las reformas que exigía el Reino Unido al resto de Estados miembros. Sus detractores, en cambio, insisten en que las dificultades responden a la resistencia de Bruselas a aprobar reformen que beneficien al Reino Unido. Se espera que Cameron cuente con el respaldo del ministro de Economía, George Osborne, y del ministro de Exteriores, Philip Hammond, entre otros, mientras que en el bando euroescéptico podría situarse el responsable de Justicia, Michael Grove.