Gasteiz - El Parlamento Vasco abrió ayer sus puertas al debate de la Ley de Consultas, una iniciativa planteada por EH Bildu cuya tramitación contó con el aval del PNV, a pesar de que la formación jeltzale dejó patentes sus recelos ante una articulación “enrevesada” que no comparte. El proyecto sigue así su curso parlamentario, pese a que la proximidad del fin de la legislatura hace muy improbable que incluso con los apoyos necesarios pueda ser aprobado.
La propuesta defendida sobre el atril por el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, ponía fin a mes y medio sin actividad plenaria en un arranque que estuvo precedido por el minuto de silencio que con todos los aforados en pie la Cámara guardó en recuerdo del exparlamentario del PP, Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA hace 21 años.
En clara sintonía con la nueva estrategia de EH Bildu de potenciar su perfil socioeconómico, Arraiz desgranó sobre el atril las bondades de la “democracia directa” para abordar “cuestiones del día a día” de la sociedad vasca a través del derecho a decidir que encierra, en último término, la Ley de Consultas. El líder abertzale denunció en su discurso que grandes empresas como Repsol, Iberdrola o el BBVA tengan “más poder de decisión” sobre el devenir de la sociedad vasca que las propias instituciones.
Conocido el rechazo de las demás formaciones que conforman el Parlamento, el voto del PNV resultaba decisivo. Joseba Egibar, encargado de poner voz a la posición jeltzale, explicó que el aval de su grupo persigue no impedir el debate, aunque censuró la regularización “enrevesada” de una herramienta legislativa basada en precedentes andaluces y catalanes. El presidente del GBB precisó que en el bagaje legislativo vasco existen precedentes suficientes para habilitar el derecho a decidir y mostró su disposición a apoyar las fórmulas que persiguen este objetivo y a intentar buscar su acomodo en los parámetros de la legislación vigente.
Por lo que respeta al resto de los partidos, el rechazo frontal fue la nota predominante en las posiciones adoptadas por PSE, PP y UPyD, quienes criticaron abiertamente al PNV por permitir la tramitación de la propuesta abertzale. Los socialistas denunciaron, por boca de José Antonio Pastor, el debate “estéril y falso que no conduce a ninguna parte”, dados los escasos meses que restan para culminar la legislatura. El popular Borja Sémper, por su parte, denunció los perjuicios de la “independencia” que persigue EH Bildu, mientras que Gorka Maneiro (UPyD) destacó que la iniciativa atenta contra la legislación vigente.