El Partido Popular sacó ayer pecho por su condición de ganador de las pasadas elecciones generales y reivindicó su derecho a seguir siendo el partido que gobierne, una legislatura más, en La Moncloa con Mariano Rajoy a la cabeza. El presidente del Gobierno español en funciones prosiguió con su ronda de contactos recibiendo en La Moncloa a los líderes de Podemos y Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, respectivamente, a los que trasladó que los resultados arrojados por el 20-D indican “el mandato democrático” de que sea él quien encabece el próximo ejecutivo.
Los populares confían, por tanto, en que el PSOE se abstenga en la sesión de investidura de Rajoy que tendrá lugar presumiblemente en febrero, pese a que el partido de Pedro Sánchez volvió a rechazar ayer esta posibilidad. Respecto a Ciudadanos, considera que ya cuenta con su abstención cuando se celebre ese pleno, y Podemos no entra de ninguna de las maneras en sus cábalas, tal es la distancia que separa a ambas formaciones. En un comunicado, el Ejecutivo español explicó que Rajoy defendió ayer ante sus interlocutores seguir como presidente al haber sido el PP el partido más votado y tras recordar que así ha sucedido siempre en la historia de la democracia. Recalcó que ha sacado casi siete puntos y más de 30 escaños al PSOE, y ha vencido en 13 de las 17 comunidades y en 39 de las 52 circunscripciones: “Esos resultados son la expresión clara e incuestionable de la voluntad de los españoles, que, en lógica democrática debería suponer el mandato para la formación del Gobierno”.
En esta tesis insistió el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, quien pidió al PSOE que tenga “altura de miras” para permitir un Gobierno de “estabilidad” para España y le advirtió de que no se puede pretender gobernar habiendo sido la segunda fuerza y con tan solo 90 escaños en el Congreso. El dirigente popular, que fue el encargado de comparecer para explicar el punto de vista del partido tras las reuniones de Rajoy, se dirigió a Pedro Sánchez y le trasladó que “la mejor manera de garantizar la unidad de España” no es poner una línea roja para el diálogo a aquéllos que quieren fracturar el país -en alusión a Podemos- sino “dialogar, pactar” con los que sí quieren garantizar la unidad de España.
Martínez-Maillo se quejó de que, en el último encuentro en Moncloa entre Rajoy y Sánchez, este llegó “con el no por delante, por lo que no se pudo profundizar en ningún contenido”. “Y este es el gran problema. Nosotros lo que esperamos es que el PSOE, o mejor dicho Pedro Sánchez, recapacite”, insistió, porque la segunda fuerza más votada también tiene una “responsabilidad” para con España. Llegó a afirmar que la candidatura de Rajoy “avanza” y que el escenario de una nueva convocatoria electoral es “la ultimísima opción”.
Aplicar reformas El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, insistió en su propuesta de acuerdo a tres con PP y PSOE, y pidió al líder de los socialistas, Pedro Sánchez, que escuche a los barones territoriales de su partido y no acepte negociar con Podemos si esta formación no renuncia a un referéndum de independencia en Catalunya. En una rueda de prensa tras su encuentro con Rajoy, desveló que solo se abstendrá para facilitar su investidura si el PSOE hace lo mismo, por lo que instó a Sánchez a que “mueva ficha” para permitir que comience la legislatura. Explicó que desea que se abra el cuatrienio para impulsar reformas estructurales, económicas y sociales, incluyendo la modificación del sistema electoral.