Gasteiz - Pese a las diferencias que, el pasado mes de octubre, acabaron con la unidad de acción de los sindicatos de la Ertzaintza después de un año de sólida oposición al Departamento de Seguridad, las centrales de la Policía vasca coinciden ahora en sus críticas a la consejería por lo que consideran una respuesta insuficiente a la situación generada tras los atentados del pasado día 13 en París, que se saldaron con 130 asesinados. De este modo, ErNE, ESAN, ELA, Sipe y Euspel creen que el terrorismo islamista es un fenómeno novedoso frente al que reclaman una formación específica para los agentes, información exhaustiva e incluso material y armamento apropiado de cara a repeler un eventual ataque en territorio vasco.

“Reclamamos una formación absolutamente necesaria sobre cómo detectar y afrontar este tipo de terrorismo”, afirma el portavoz de ELA Tomás Rodríguez. En declaraciones a DNA, señala que “llevamos muchísimo tiempo advirtiendo de que esa formación no existe, se han limitado a enseñar un vídeo a los ertzainas en los briefings”. Con esta petición coincide el secretario general de ESAN, Eneko Urkijo, quien incide en que el terrorismo de ETA y el yihadista “son totalmente diferentes, no tienen nada que ver”.

Explica que el vídeo que se está mostrando a los agentes, “de cinco minutos”, incluye “un poco la historia del ISIS y los atentados que ha habido hasta ahora en Europa, pero no es suficiente”. Según Urkijo, “este vídeo es anterior al atentado en París, es cosa de hace cinco meses”, cuando se estableció el nivel 4 de alerta por los atentados de junio en Francia, Túnez y Kuwait. En cuanto a la información sobre todo lo que rodea al terrorismo islamista, el dirigente de ErNE Roberto Seijo reivindica que “en el ámbito de la inteligencia es necesario personal mejor formado y menos enchufismo”. Explica que “hay que confiar en que sea la gente mejor formada y la más capacitada para estar en esos puestos, y no personal de confianza” de la consejería. “Los requisitos del departamento son la afinidad y no la capacitación, ya que igual hay quien habla árabe y podría estar en esas unidades”, insiste.

A principios del pasado julio, el Departamento de Seguridad presentó el Plan Estratégico contra el Islamismo Radical. El mismo incluía un nuevo protocolo de actuación, la Instrucción 79, que sustituía a la Instrucción 53 creada para combatir a ETA. Sin embargo, a juicio de Tomás Rodríguez, en la nueva orden “se delimitan los niveles de riesgo” pero “no se contemplan las medidas de autoprotección, que las puede establecer el jefe de la Ertzaintza en cada momento y no han sido negociadas ni acordadas, ni siquiera transmitidas”. Esta cuestión es, precisamente, la principal reivindicación de Sipe. “La autoprotección no está entre las prioridades de Seguridad, solo su imagen de cara al exterior”, asegura su secretario de Organización, Juan Carlos Sáenz.

En declaraciones a este periódico, incide en que “la administración carece de voluntad para proteger a sus trabajadores, solo le preocupa su imagen política y que les dejen entrar en el espacio Schengen, pero al final acaba pagando el que está en la calle”. “Mucho nos tememos que, si se da una situación peligrosa, pondrán remedio a esos hechos en vez de hacerlo antes”, advierte Sáenz. El secretario general de ErNE, Roberto Seijo, critica asimismo al “consejero o político de turno porque muchas veces hablan más por un tema económico o por la imagen que tiene que dar la policía”. Por ello, considera que “históricamente, la Ertzaintza ha sufrido no solo el terrorismo de ETA sino la ignorancia política: no os pongáis un buzo antidisturbios o un buzo ignífugo porque da mala imagen. Pero somos policías, si quieres floreros no digas que quieres la policía integral”. Sáenz añade que “tenemos experiencias pasadas en las que, por falta de estas medidas, se han producido fallecimientos por otro tipo de terrorismo que hemos sufrido en este país”.

Todo ello deriva, a su juicio, en que “solo les interesa la estadística pura y dura, que nos dejemos ver en el Guggenheim para cubrir el expediente. Pero al final no es algo real, ponen en peligro a los propios er-tzainas porque no hay medidas claras y definidas para que todas las jefaturas estén coordinadas”. Tras los ataques del 13-N en París, se acordó intensificar las medidas de seguridad en la CAV que ya estaban en marcha en virtud del nivel 4 de alerta, lo que implica aumentar la vigilancia en zonas muy concurridas y en estaciones de autobuses, trenes o aeropuertos. “Eso no vale para nada -asevera Eneko Urkijo, de ESAN-. ¿De qué sirve poner a cien ertzainas en la zona del Guggenheim o la Gran Vía si llega un zumbado con un cinturón de explosivos y lo detona?”. Según él, “lo primero es la información: con qué medios se mueven, cómo tratan de fomentar la yihad a través de Internet, intentar que no se puedan agrupar ni fomentar esas ideas, controlar el mundo de las mezquitas...”.

Desproporción El presidente de Euspel, Txutxi Castelo, opina que “es una situación nueva y el departamento tiene que dar más formación, le vemos muy verde con este asunto”. Añade que “no puede permanecer inmóvil pero no se hace hincapié en la prevención. Los escoltas siguen igual, los redujeron a uno y así seguimos, no se aprecia una reacción”. Castelo denuncia a su vez la falta de información y revela que “los ertzainas se tienen que buscar la vida en las comisarías, donde está circulando todo tipo de información”, por ejemplo a través de mensajes de whatsapp.

El dirigente de Euspel denuncia a su vez la “desproporción entre cómo está armada la Ertzaintza y este nuevo tipo de terrorismo”, una cuestión en la que coinciden centrales como ErNE. Según Roberto Seijo, se trata de “armamento de guerra y la única herramienta que tenemos para repelerlo es una pistola”. Desde ESAN, Urkijo dice que “somos una policía civil y democrática, no una policía militar, pero con una pistolita no podemos contrarrestar este tipo de ataques, imagínate con un kalashnikov en El Corte Inglés, el Guggenheim o un centro comercial”.

Por todo ello, Seijo insta a “prever esta situación a futuro ya que, si vas licitando ahora ese tipo de armamento y formando a la gente, dentro de unos meses tendrás a la policía preparada adecuadamente”. “Tenemos que estar preparados y con un armamento acorde a lo que estamos combatiendo, es como si te ataca un tanque y respondes con piedras”, aporta Urkijo. “Lo que queremos es que se debata esta cuestión, ver cómo está el tema en Europa y qué tipo de herramientas tienen el resto de policías”, zanja el portavoz de la central mayoritaria.

En lo que también coinciden los sindicatos es en la petición al Departamento de Seguridad de una reunión en la que abordar esta cuestión, algo que, denuncian, no se ha producido tras el 13-N. Tomás Rodríguez (ELA) expone que “cuando se elevó la alerta al nivel 4 en junio nos convocaron, pero por desgracia solo fue una reunión para transmitirnos una información, no para escucharnos. Pero si nos vuelven a convocar, asistiremos, no tenemos ninguna duda de que es una materia especialmente sensible”. Desde Sipe denuncian que “no cuentan con los sindicatos para que realicemos aportaciones en materia de protección, cuando es una cuestión que afecta al día a día del colectivo”, y ErNE cree que “el departamento debería convocarnos a través del Consejo de la Ertzaintza -o la Mesa de Seguridad- e informarnos de todas las medidas, de lo que sucede, de la peligrosidad y atendernos o por lo menos escuchar nuestras demandas”.

CCOO, que ha vuelto a tener representación en la Ertzaintza tras la anulación judicial de las últimas elecciones y el regreso al reparto anterior de puestos, lamentó por boca de Txema Gómez que “la cruda realidad” es que la Policía vasca “no dispone de medios humanos ni mucho menos materiales para hacer frente a un acto de guerra como el sucedido en París”. En lo que también coinciden los portavoces sindicales es en destacar la incertidumbre que se ha instalado en el seno del cuerpo respecto a este tipo de terrorismo. Según ELA, “los propios agentes, que son los que están en la calle, son los interesados en que se establezcan medidas, formación, etc., y que se les vaya transmitiendo, porque solo vemos lo que vais diciendo en los medios y por el canal interno no hay nada de nada”.