PARÍS. "Ocho hermanos ataviados con cinturones explosivos y ametralladoras atacaron objetivos seleccionados con precisión en el corazón de la capital francesa", señaló el EI en un comunicado difundido por internet.

Poco antes, en una declaración pública, el presidente francés, François Hollande, apuntaba al "ejército yihadista del Estado Islámico" (EI) como autor del "acto de guerra contra Francia" cometido anoche en París.

"Lo que se produjo ayer en París y en Saint Denis (donde está el Estadio de Francia) es un acto de guerra, y frente a la guerra el país debe tomar las decisiones apropiadas", anunció Hollande, en una breve declaración al término de un Consejo de Defensa con varios miembros de su

Gobierno tras la oleada de ataques de anoche a una sala de fiestas, varios restaurantes y el icónico estadio de fútbol.

"Es un acto de guerra que estaba preparado, organizado y planificado desde el exterior y con complicidades interiores que la investigación establecerá", subrayó el jefe de Estado, que decretó tres días de luto por esta "barbarie absoluta".

Para el presidente, los yihadistas pretendían atentar contra "los valores que defendemos por todo el mundo (...), contra lo que somos, un país libre que habla al conjunto del planeta".

Anunció además que comparecerá el lunes ante el Parlamento para informar de las medidas que planea adoptar, con una movilización de las fuerzas de seguridad y del Ejército "al mayor nivel de sus posibilidades", lo que significará que en los próximos días los militares patrullarán por las calles de París.

Tras apelar a la unidad nacional, once meses después de los ataques de enero a la revista satírica Charlie Heddo y a un supermercado judío en París, aseguró que "Francia es fuerte y, aunque pueda ser herida, se levanta siempre y nada podrá tumbarla".

Paralelamente, desde Viena, su ministro de Exteriores, Laurent Fabius, instó a la comunidad internacional a intensificar "la coordinación internacional" en la lucha contra el terrorismo.

"Los ataques de la noche del viernes en París evidencian que es más necesario que nunca coordinar la lucha internacional contra el terrorismo", dijo Fabius a la prensa en la capital austríaca, donde participa en una cumbre sobre un proceso de paz en Siria que celebran hoy varios países de Europa, Oriente Medio y Asia.

Fabius precisó que uno de los objetivos del encuentro de los jefes de la diplomacia de EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido, Alemania, Irán, Arabia Saudí y Turquía, entre otras naciones, es "ver concretamente cómo podemos aumentar aún más la coordinación internacional para luchar contra el Estado Islámico".

En este sentido, la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, aseguró hoy también en Viena que la respuesta al terrorismo es la unidad de europeos y árabes.

"Los europeos, los árabes, oriente y occidente, la comunidad internacional está afectada por el terrorismo. La mejor respuesta es reunirnos para superar nuestras diferencias y tratar juntos de dirigir el camino hacia la paz en Siria", dijo Mogherini.

Precisamente, la oleada de ataques en París se produjo horas después de un bombardeo estadounidense contra la ciudad de Al Raqa, principal bastión del EI en Siria, y que terminó con "una certeza razonable", según Washington, de haber matado a Mohamed Emwazi, conocido como "Yihadista John", que alcanzó notoriedad tras aparecer en varios vídeos decapitando a rehenes occidentales.

"Esto es por Siria", fue una de las frases que según algunos testigos de la matanza en la sala de fiestas Bataclan pronunciaron algunos de los terroristas que entraron en el local cuando estaba abarrotado de público que asistía al concierto de un grupo estadounidense.

Mientras tanto este sábado se suceden las declaraciones de condena unánime y horror de la comunidad internacional ante este ataque múltiple y de una amplitud sin precedentes en Francia.

El gran jeque de Al Azhar de El Cairo, la institución más prestigiosa del islam suní, Ahmed al Tayeb, expresó su "indignación" y "fuerte condena" a los atentados, que según el ministro saudí de Asuntos Exteriores, Adel al Jubeir, suponen "una violación y contradicción de todas las éticas, morales y religiones".

Y, por su parte, el papa Francisco manifestó su "consternación" por este ataque contra "la paz de toda la humanidad que requiere una reacción decidida y solidaria".