Bilbao - Catorce años después del asesinato del magistrado José María Lidón, este crimen aún no se ha resuelto y la banda terrorista que lo perpetró, ETA, sigue sin disolverse. Así se recordó ayer en el homenaje anual en memoria de Lidón que tuvo lugar en el Palacio de Justicia de Bilbao, que consistió principalmente en una ofrenda floral y en el que antiguos compañeros de profesión del magistrado y diversos cargos institucionales arroparon a sus familiares más cercanos. En dicho marco, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra, lamentó que el autor material del asesinato perpetrado el 7 de noviembre de 2001 en Getxo “no ha sido juzgado y tampoco se ha disuelto la organización que ordenó el crimen”.
Acompañado de los miembros de la Sala de Gobierno del TSJPV, y en las escalinatas del hall del Palacio de Justicia, Ibarra abogó por redimir el pasado reciente “con la memoria de la verdad” y afirmó que “la memoria de las víctimas reaviva el compromiso del Poder Judicial en apurar el esclarecimiento de las responsabilidades por los crímenes cometidos y completar el enjuiciamiento de los culpables”. El presidente del TSJPV, que se refirió en varias ocasiones a ETA como “organización armada liberticida de infausta memoria”, agregó que los asesinos de Lidón, “al horadar su vida, quebraron nuestra libertad”. “Reclamamos, un año más, una sociedad con historia y memoria de la violencia terrorista”, concluyó.
Con este llamamiento a juzgar los crímenes de ETA que siguen sin esclarecerse coincidió el presidente de la Audiencia de Bizkaia, Manuel Ayo, quien lamentó que aún “no se ha descubierto ni juzgado” a los culpables del asesinato de Lidón y que los años transcurren sin que haya habido “un juicio justo y equitativo”. “Por eso, aun cuando el tiempo pase, sigue siendo necesario hacer este acto para que José María no caiga en el olvido y reivindicar que se empleen todos los medios que están al alcance para encontrar a los participantes de aquel hecho delictivo y dejar constancia de la verdad y de lo que sucedió”, defendió. Por ello, Ayo insistió en que únicamente con la verdad se podrá “dignificar la memoria” del homenajeado.
Amor por el derecho Minutos antes, la presidenta de la sección primera de la Audiencia de Bizkaia, Reyes Goenaga, se refirió al lado humano de Lidón y recordó que “era alguien muy próximo, era muy fácil conectar con él y sentirse a gusto”. Explicó que “su amor por el derecho era muy claro” y que “siempre se implicaba”, por lo que, en el momento de su muerte, “aún tenía mucho que compartir y que enseñarnos”. “Aquella mañana todos sentimos un zarpazo, un golpe duro y seco. Nos lo arrebataron, y para qué. Pero el tiempo pasa y la situación ya no es la misma. La sinrazón y el fanatismo han dejado paso a discursos de reconciliación y paz mucho más fructíferos”, señaló.
La viuda de José María Lidón, Marisa Galarraga, fue la encargada de realizar la ofrenda floral en la placa conmemorativa situada en el hall del Palacio de Justicia. Estuvo acompañada por sus hijos, Jordi e Iñigo, y sus nueras, Aitziber y Laura. Al acto también acudió el consejero de Justicia, Josu Erkoreka; el fiscal superior de la CAV, Juan Calparsoro; el delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo; la directora de Víctimas y Derechos Humanos, Monika Hernando, y la directora del Instituto de la Memoria, Gogora, Aintzane Ezenarro. Del ámbito judicial se pudo ver a Josu Izaguirre, Antonio García y Txema Montero, entre otros.