GAsteiz - El devenir de los acontecimientos le ha dado la vuelta al llamamiento que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, realizó en octubre para tomar el cielo no “por consenso”, sino “al asalto”, en una referencia nada velada a su objetivo de ser el próximo presidente del Gobierno español. Las perspectivas electorales a la baja que le atribuyen las últimas encuestas y los buenos resultados electorales cosechados en mayo por las candidaturas de unidad popular en Madrid y Barcelona han provocado a la vuelta del verano un cambio de estrategia en el partido de los círculos. Así, ha pasado de pretender concurrir en solitario a las elecciones generales a buscar una confluencia con agentes sociales y políticos para formar coaliciones que encabezaría.
A la espera de que Mariano Rajoy convoque oficialmente dicha cita con las urnas, la “maquinaria de guerra electoral” del partido de Iglesias, utilizando su propia terminología, está carburando a pleno rendimiento para ultimar la forma en que se presentará a unos comicios que, nunca lo ha ocultado, se sitúan en lo más alto de su lista de prioridades. Descartada una alianza a nivel estatal con IU pese a los constantes emplazamientos de los dirigentes de esta formación, en la consulta sobre la política de alianzas celebrada en julio, los simpatizantes de Podemos marcaron como líneas rojas limitar cualquier acuerdo al ámbito autonómico y garantizar que, al contrario que en las locales y autonómicas, concurrirá con su propia marca.
Fuentes del partido a nivel estatal afirmaron a DNA que, en el momento actual, el acuerdo es más cercano en la Comunidad Valenciana, donde la delegación de Podemos está manteniendo conversaciones con Compromís, Galicia con las distintas Mareas y Baleares con Més per Mallorca. Las fuentes consultadas insistieron en el ámbito estrictamente autonómico de las negociaciones al afirmar que “de momento no hay nada, pero en cualquier caso depende de Podemos de cada comunidad, cada una negocia con los actores locales y autonómicos”. Es también el caso de la CAV, donde la formación liderada por Roberto Uriarte ha iniciado contactos con Irabazi, la marca que engloba a Ezker Anitza-IU, Equo y Alternativa Republicana, para unir fuerzas de cara a las generales. Una posibilidad que no sería descabellada, toda vez que ambas concurrieron de la mano en las municipales en Bilbao.
De igual modo, Zaragoza, una de las plazas fuertes del partido de Pablo Iglesias en las pasadas autonómicas, donde obtuvo su mejor resultado y superó incluso al PSOE gracias al tirón de su candidato Pablo Echenique, podría acoger una alianza con Zaragoza en Común, la candidatura que integra a IU, la propia Podemos y agentes de la sociedad civil. Pese a que los contactos, todavía incipientes como en el resto de casos, aún no se han extendido a la Chunta (CHA), no se descarta que esta formación se integre en dicho frente.
Fuentes del partido morado señalaron a este periódico que en las comunidades citadas “se están celebrando reuniones” para atar los últimos flecos de cara a una unión que se da por hecha. “Los representantes de Podemos están viendo con otros actores las fórmulas, los programas y el tipo de acuerdos a los que se llegaría, se está avanzando en ese sentido”, insistieron. Pese a que no hay un plazo límite establecido para confirmar estas alianzas, admitieron que “todo tiene que ir bastante rápido, claro”.
La extensión de estas ententes a otras comunidades es una posibilidad más que factible que se abordó de forma explícita el pasado 30 de agosto en el primer Consejo Ciudadano del curso político, en el que estuvieron presentes los dirigentes regionales. “De momento no hay nada sustancial pero podría darse en Andalucía o en lugares donde hubiera otros actores sociales y políticos con los que podría haber una confluencia”, aseguraban desde Podemos a preguntas de este medio. “Ya depende de cada comunidad, de cada territorio”, zanjaban
Fórmula diferente Mientras el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, advierte del “desastre” que supondría un pacto postelectoral PSOE-Podemos que da por hecho, y el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, tan solo se cierra a acuerdos con los populares, la formación de Pablo Iglesias sigue teniendo en la demonización del bipartidismo uno de sus principales activos. En este contexto, su apuesta por aliarse con agentes sociales y políticos adquiere pleno sentido, una dinámica en la que Catalunya se erige como el territorio con el escenario más despejado. No en vano, el frente de izquierdas Catalunya Sí que es Pot, formado por Podem, ICV y Equo, está totalmente engrasado de cara a su participación en las elecciones autonómicas del próximo día 27, y aprovechará este impulso para concurrir a la cita estatal con las urnas de finales de año.
Desde el partido en Madrid insisten en diferenciar la fórmula elegida para las generales del modo en que participaron en los anteriores comicios. “Podemos no concurrió como tal a las municipales, solo se abrió la posibilidad de participar en candidaturas de unidad popular”, recuerdan. Agregan que ahora, en cambio, el partido “se va a presentar en toda España, y aunque haya una confluencia, el nombre del actor con el que se confluye se añade después de un guión”. Así, en el caso catalán se rebautizará como Podem-Catalunya Sí que es Pot. “Es otra fórmula porque Podemos sí se presenta y es el actor principal”, insisten, subrayando que, por ejemplo, en mayo no concurrieron junto a Compromís y ahora están negociando ir de la mano en Valencia a las generales.