Bilbao - El encuentro celebrado ayer entre el lehendakari, Iñigo Urkullu, y más de un centenar de alcaldes para entregarles los Retratos de la Memoria, en los que se recogen las vulneraciones del derecho a la vida ocurridas en sus respectivos municipios entre 1960 y 2010 para encauzar la realización de actos de homenaje, sirvió para radiografiar las diferentes posturas que mantienen los partidos en materia de víctimas. Así, mientras el jefe del Ejecutivo vasco abogó por un “reconocimiento integrador de todas las víctimas, al margen del signo de la violencia que las haya producido”, el PSE reclamó que “la deslegitimación y condena de la actividad de ETA tenga lugar también por parte de quienes la defendieron” y EH Bildu instó a buscar acuerdos con los “adversarios políticos” para construir una “memoria compartida”. El PP, ausente de la cita por no gobernar en localidades con asesinados por el terrorismo o por abusos policiales, denunció que el lehendakari “ha dado un paso atrás y se ha enredado en un tema capital para la convivencia” por “mezclar” las víctimas de ETA con las de otro tipo de violencias.

Una diversidad de opiniones que han tenido un claro reflejo en la Ponencia de Paz y Convivencia del Parlamento Vasco, en situación de impasse en los últimos dos años tras la salida del PSE a causa de las reticencias mostradas por EH Bildu hacia el suelo ético, el reconocimiento de la injusticia de la violencia acordado en la pasada legislatura. De hecho, Iñigo Urkullu y el alcalde de Irun, José Antonio Santano, que tomó la palabra ayer en nombre de los ediles del PSE, reivindicaron de forma explícita el suelo ético. Lo hicieron para “avanzar juntos” con el fin de “reconocer la injusticia de la violencia y a todas las víctimas”, según el lehendakari, y de cara a “determinar la responsabilidad de cada cual en el pasado y en las consecuencias relativas a las vulneraciones de los derechos humanos”, en palabras de Santano.

El secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, fue el encargado de recibir a los alcaldes en el Instituto de la Memoria, la convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, en Bilbao. Posteriormente se les hizo entrega de los Retratos de la Memoria con los asesinatos en sus municipios a manos de ETA (572 muertes), GAL, GAE, BVE y Triple A (61), y por las fuerzas de seguridad (58), así como 16 de “autoría confusa”. Estaban convocados 130 regidores a este acto que supuso la culminación de la iniciativa del mapa de la memoria, si bien acudieron 114. Tras la foto de familia tuvieron lugar las intervenciones del lehendakari y de los alcaldes de Irun, José Antonio Santano (PSE), Errenteria, Julen Mendoza (EH Bildu), y Bilbao, Juan Mari Aburto (PNV). Un turno de consultas y de intercambio de experiencias, ya a puerta cerrada, puso punto y final al encuentro.

Iñigo Urkullu destacó la “responsabilidad institucional” y el “deber ético” de cada responsable institucional con los damnificados. “Tenemos más de mil razones para mirar hacia atrás y hacer memoria crítica del pasado -aseguró-. Una memoria que mantenga vivo el recuerdo de las víctimas y que proyecte un compromiso definitivo con los derechos humanos, muy especialmente el derecho a la vida y la dignidad de las personas. Una memoria que impulse una reflexión crítica frente a la violencia padecida”. El lehendakari explicó que el acto era “una invitación a promover políticas memoriales desde el ámbito municipal”, reconociendo, eso sí, la autonomía de cada ayuntamiento en esta tarea. “Promoviendo el más amplio consenso posible, con altura de miras y generosidad”, zanjó.

La antesala del encuentro se ha caracterizado por el cruce de declaraciones entre los partidos a cuenta de sus distintas visiones en materia de víctimas y memoria. La no presencia en ese foro del PP pero sí de EH Bildu y la proximidad del Día de la Memoria del 10 de noviembre han aumentado las susceptibilidades pese a que desde Lakua insistían en que no se trataba de “convencer a los demás de lo que deben hacer”. José Antonio Santano puso ayer voz a algunas de esas inquietudes lanzando toda una serie de emplazamientos a la izquierda abertzale. Así, defendió que “al reconocimiento a las víctimas hay que añadir una deslegitimación y condena expresa del uso de la violencia para conseguir objetivos políticos como los que ETA pretendía obtener”. “No podemos olvidar pero tampoco tergiversar o diluir lo que ha sucedido como si hubiéramos estado en un escenario de conflicto entre partes”, señaló, instando a aunar esfuerzos “para que la izquierda abertzale reconozca los errores del pasado”.

El alcalde de Irun lamentó la ausencia del PP, afirmando que “no se comprende que la formación que más concejales ha visto asesinados, esté ausente en este encuentro”. A este respecto, la secretaria general del PP de la CAV, Nerea Llanos, valoró que la convocatoria “supone una bofetada a las víctimas del terrorismo que después de muchos debates y sufrimientos han visto como vuelven a ser mezcladas en ese concepto etéreo y genérico de violencia”. Según ella, el lehendakari y el PNV han “reaccionado tarde” en el reconocimiento de las víctimas, “y cuando lo han hecho, han reaccionado mal, no llamando a las cosas por su nombre, poniéndose de perfil y mezclando todas las violencias”.

Mirar adelante El partido sobre el que se posaban más miradas, EH Bildu, se pronunció a través del primer edil de Errenteria, Julen Mendoza, quien destacó la importancia de “generar confianzas” y de lograr “acuerdos”, una dinámica en la que, según él, no se encuentra la clase política pese a que la sociedad civil “ha pasado página y quiere mirar hacia delante”. “Hay posiciones políticas que a veces da la sensación de que prefieren encerrarse en la noria del pasado para no mirar al futuro”, lamentó, y pidió “no negar ningún sufrimiento, venga este de donde venga”. Reconoció finalmente que “el conjunto de la sociedad, no solo una parte, no dimensionamos lo suficiente el sufrimiento padecido por aquellos que entendíamos como los otros. Tenemos la oportunidad de corregir ese error”.

El último en subir al estrado, el regidor de Bilbao, Juan Mari Aburto, instó a “reconocer el daño causado para restituir a todas las personas que han sufrido”. Agregó que el “camino a recorrer juntos” es el de la “paz, memoria, reconocimiento, reconciliación y convivencia”. “Cerrar la fractura generada en nuestra sociedad, con tanto dolor y sufrimiento”, defendió, generando “ámbitos de respeto y solidaridad. La paz nos exige mirar desde otro prisma el pasado, vivir de otra manera el presente y creer en un futuro diferente”.