1. En primer lugar, se debe intentar llegar a un acuerdo por las buenas. En la situación en la que nos encontramos deberemos llamar la atención al inquilino para informarle del retraso en su pago y si no obtenemos respuesta de este, tendremos que insistir pero esta vez por vía legal, por ejemplo, con un burofax o conducto notarial con el que reclamarás el dinero que han dejado de pagar. Si el inquilino sigue sin pagar, habrá que ir a juicio. Antes de esto, conviene asegurarse de que nuestro inquilino es solvente pues de lo contrario te tocará pagar los gastos del juicio sin conseguir nada a cambio. En estos casos, es mejor centrarse en recuperar la propiedad.
2. Como segundo paso, procederemos al desahucio mediante un juicio verbal. Los desahucios se solucionan rápidamente mediante un juicio verbal nada complicado aunque la presencia del abogado y del procurador es requerida. Como desventaja, tendremos que asegurarnos de abonarles sus honorarios además de hacernos cargo del coste del juicio por lo que la suma puede ascender a una cifra bastante alta. Así que poseer un seguro de defensa podría ser muy aconsejable como los que ofrece Línea Directa que no sólo es una muy buena opción para asegurar nuestro coche sino que también ofrece pólizas en este sentido. Si no se posee ningún seguro, para finalizar con el problema rápidamente el propietario puede comprometerse a perdonar la deuda siempre que recupere su propiedad.
¿Qué podemos hacer para evitar encontrarnos con estos indeseados inquilinos?
- Publicar un anuncio completo donde se informe por adelantado al inquilino de todas las condiciones del alquiler.
- Tener claro a quién deseamos alquilar nuestra propiedad para evitar problemas de destrozos.
- Asegurarse de que el inquilino tiene un trabajo fijo, eso implicará que tenga ingresos mensuales para realizar los pagos.
- Pedir una fianza de acuerdo a la Ley de Arrendamientos Urbanos.
- Hacer caso de las impresiones que el inquilino nos causa.
- Por último, valorar la posibilidad de contratar un seguro de alquiler.