Gasteiz - El periplo preelectoral por tierras vascas del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, le llevó ayer hasta Lehendakaritza para participar en el inédito encuentro que durante más de hora y media le permitió compartir con el lehendakari, Iñigo Urkullu, diagnóstico sobre la actualidad autonómica y estatal. El denominador común que arrojó la reunión fue la necesidad de cambios que observan ambos mandatarios en el modelo de Estado a través del acuerdo, aunque los objetivos de ese desenlace sean muy diferentes en cada caso.
Sánchez apuesta, tal y como comentó al termino del encuentro ante los medios de comunicación, por una reforma constitucional que derive en un federalismo asimétrico que, a su vez, refuerce el autogobierno de Euskadi y de todas las autonomías que así lo requieran, pero salvaguardando “la diversidad y la unión” de las pretensiones independentistas. “La fuerza de la unión va a vencer a la disgregación que nos debilita como sociedad”, apostilló.
Urkullu, por su parte, trasladó al dirigente socialista su deseo de fraguar una “redefinición del modelo de Estado” que asuma la realidad plurinacional, así como una relación de igual a igual entre la CAV y Madrid. En estos mismo términos se pronunció minutos antes del encuentro en una entrevista radiofónica el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, quien junto a la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, también participó en la reunión de Lehendakaritza. Según ha podido saber este periódico, la presencia de Mendia se debió a una petición expresa del líder del PSOE, lo que motivó la incorporación al cónclave del presidente del PNV. Aún así, estas mismas fuentes sostienen que Urkullu y Sánchez fueron los encargados de llevar el peso de la conversación.
A preguntas de los periodistas, Sánchez rehusó pronunciarse sobre si ve encaje como “sujeto político no subordinado” de Euskadi en el nuevo tiempo político que pretende liderar tras las elecciones generales, y optó por ponderar la “cordialidad” de las relaciones con el Gobierno Vasco “con vocación de entendimiento”, sobre todo en una etapa cimentada por la buena sintonía entre socialistas y jeltzales que ha llevado a ambas fuerzas a compartir la gestión de las tres diputaciones forales y los ayuntamientos de Donostia y Bilbao.
Según información facilitada por Lehendakaritza, Urkullu también trasladó a su interlocutor la necesidad de ampliar el grado de consenso institucional en el Plan de Paz y Convivencia, una herramienta alumbrada por el Gobierno Vasco que incluye la demanda de cambios en la política penitenciaria y el fin de la dispersión, entre otros muchos ámbitos.
Ante este posicionamiento, Sánchez recurrió a la legalidad vigente y apuntó que aquellos presos que manifiesten “su voluntad de reinsertarse y de reconocer el daño causado, tendrán opción de hacerlo”. El líder socialista aprovechó su paso por Vitoria, el segundo en dos días tras visitar ayer la factoría de Mercedes, para conocer el monolito erigido en recuerdo del dirigente socialista asesinado por ETA Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez Elorza.