Nairobi. Las directrices del establecimiento, que ostenta una clientela mayoritariamente china, ordenan a los guardias de seguridad (kenianos) que impidan la entrada a todo "africano" después de las 17.00 horas.

Sólo pueden entrar después de ponerse el sol los negros acompañados por un asiático o considerados "clientes leales" y para ser "leal" deben gastar al menos 20.000 chelines kenianos (200 euros) durante un periodo no especificado.

"El tiempo para los africanos ha terminado", es la fórmula que utiliza el restaurante para impedir el acceso a los clientes negros que pretenden cenar en el restaurante.

La norma lleva activa cerca de cuatro años, pero no se ha conocido hasta esta semana, cuando la publicó el Daily Nation.

El propietario del restaurante, Zhao Yang, fue detenido ayer por no pagar la licencia anual que su establecimiento debe a la Autoridad Reguladora de Turismo keniana desde 2011.

Fue puesto en libertad por la tarde, tras el pago de una fianza, y se espera que compadezca en el juzgado el próximo jueves, fecha tope para que el establecimiento pague la deuda de 227.000 chelines kenianos (unos 2.300 euros).

Un empleado del local aseguró a Efe que no es una medida racista, simplemente es un "restaurante para asiáticos" en el que "ni siquiera los europeos entienden el menú, por lo que tampoco tiene sentido dejarlos entrar".

Sin embargo, lo cierto es que cualquier persona blanca puede entrar a cualquier hora y tiene a su disposición una versión en inglés de la carta de platos.

Este mismo empleado, que prefirió mantener su anonimato, admitió finalmente que a los dueños del local "no le gustan los africanos".

La dirección del restaurante justificó en un comunicado al que tuvo acceso Efe que era "poco probable" que los "africanos" se sintieran cómodos en el local por la noche, ya que éste acoge numerosas fiestas con típicos elementos chinos, desde sesiones de karaoke a platos de entrañas.

"Solo tratamos de atraer turistas del mercado chino", se añade en el comunicado.

Otra de las razones esgrimidas por la dirección es que ha habido robos perpetrados por "africanos" negros a clientes chinos.

La relaciones públicas del establecimiento afirmó, por su parte, al Daily Nation que el restaurante sigue esta estricta política de "no africanos" por motivos de seguridad.

"No admitimos africanos que no conocemos porque uno nunca puede saber quién es de Al Shabab (grupo yihadista) y quién no", argumenta.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos en Kenia ha señalado que estudiará el caso por posible discriminación a los africanos negros, recogen hoy medios locales.

"Si descubrimos que las denuncias son reales, cancelaremos la licencia del restaurante inmediatamente, pero debe hacerse de acuerdo a la ley", declaró el gobernador del condado de Nairobi, Evans Kidero.

Otros políticos kenianos han pedido "que no se responda al racismo con más racismo" en un intento de calmar la situación, ya que China se ha convertido en el principal contratista en Kenia, donde está construyendo, entre otros proyectos, una gran autopista y una línea ferroviaria que unirá Kampala (Uganda) con Mombasa.

Sin embargo, las protestas se han extendido en las redes sociales, donde también se ha denunciado que, de los siete representantes kenianos en la Bienal de arte de Venecia, cinco son de origen chino.