vitoria - La desunión y la desconfianza marcarán hoy el comienzo de las obras del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo en Gasteiz, un acto presidido por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y al que acudirán el lehendakari Iñigo Urkullu y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, entre otros. El Centro Memorial se ubicará en el histórico edificio del Banco de España de la capital alavesa y en él tendrán cabida las víctimas de ETA, los GAL y el Batallón Vasco Español. Asimismo, en Madrid se crearán una subsede dedicada, en este caso, a las víctimas del terrorismo yihadista.
Si el pasado sábado PNV, EH Bildu y PSE criticaron que el Ejecutivo español no haya contado con el Gobierno Vasco para dar forma a este Centro Memorial, ayer diversas asociaciones mostraron su malestar por sentirse discriminadas en un acto en el que, según señalan, no se recoge a todas las víctimas. Así, la plataforma vasca para la querella argentina contra los crímenes del franquismo, la Asociación 3 de Marzo o Zaitu -asociación de perseguidos, amenazados y exiliados por causa de ETA- mostraron su contrariedad por cómo se ha gestionado este Centro Memorial.
La plataforma vasca para la querella de los crímenes franquistas ha convocado una concentración esta mañana en las inmediaciones del lugar donde se construirá el Centro Memorial con el objetivo de “denunciar la discriminación” del Gobierno español a las víctimas “en función del origen de la violencia que las origina”. También mostrarán su disconformidad con el acto la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo, que reclama al presidente del Ejecutivo español “memoria para todas las víctimas”. En este sentido hay que recordar que la pasada semana el portavoz del PNV en el Ayuntamiento de Gasteiz y candidato jeltzale a la Alcaldía de la capital alavesa, Gorka Urtaran, reclamó que el Centro Memorial incluya a los damnificados del 3 de marzo de 1976. A juicio de Urtaran “no puede haber víctimas de primera y de segunda”, por lo que exigió que se reconozca por igual a todas aquellas personas que sufrieron la vulneración del derecho a la vida, bien por efecto del terrorismo, bien por cualquier forma de violencia de pretexto político.
Tampoco acudirá al acto Zaitu. Según señaló a este diario Asunta Olaeta, su secretaria general , “no han tenido la decencia, ni siquiera por cortesía, de invitarnos a esta inauguración”. Olaeta afirmó que para el Ejecutivo del PP Zaitu no existe, “pero tampoco nos importa. Nosotros rendimos cuentas al Gobierno Vasco, que es quien nos está apoyando”.
Críticas de los partidos El pasado sábado fueron PNV, EH Bildu y PSE quienes criticaron la actitud del Gobierno español con respecto a este Centro Memorial al no haber contado con el Ejecutivo vasco. Para el portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, existe una total falta de relación del Ejecutivo de Mariano Rajoy con el Gobierno vasco en todo lo referente al final de la violencia terrorista, incluida la construcción de este Centro Memorial.
Desde EH Bildu, su parlamentario Dani Maeztu denunció “una falta de respeto total” por parte de Rajoy que acude hoy a Gasteiz sin contar con ninguna institución vasca ni con el lehendakari. Para la coalición soberanista el centro es un “auténtico despropósito” porque en él no estarán representadas todas las víctimas. Asimismo, a través de una nota pública, EH Bildu rechazaba ayer la visita de Rajoy al tiempo que acusaba al PP de “establecer víctimas de primera y de segunda”.
Para el portavoz del PSE en la Cámara de Gasteiz, José Antonio Pastor, el presidente del Gobierno español ha mostrado “un escaso interés” por este centro por cuanto han tenido que pasar cuatro años para que se proceda a la inauguración de las obras. Pastor, además, reclamó de Rajoy, “más comunicación” con las instituciones vascas.
Por contra, la presidenta del PP de la CAV, Arantza Quiroga, aseguró que el centro marcará “un antes y un después en la historia del terrorismo en España”, y pidió al Gobierno Vasco que “abandone el victimismo” en torno a este asunto. Quiroga reclamó al lehendakari Urkullu que actúe con “altura de miras”.