gasteiz - En pocas décadas han pasado de ser un grupo excepcional a una gran familia. El clan de los centenarios se extiende y en cincuenta años protagonizará una auténtica explosión demográfica. En el Estado español viven hoy en torno a 13.550 personas de más de cien años, según el Instituto Nacional de Estadística, INE. Pues bien, este organismo estima que en 2064 habrá más de 372.000. La alta tasa de longevidad se conseguirá gracias a casi triplicar nuestra esperanza de vida al nacimiento entre 1900 y 2064, e incrementar nuestra esperanza de vida en casi siete años entre 2014 y 2064, una estimación que el propio INE considera conservadora. Hasta ahora el número de centenarios estaba creciendo a un ritmo del 6% anual.

En Euskadi, la vejez también se retrasa y en uno de los escenarios que dibuja el Eustat para el año 2050, habrá tantos mayores de cien años o más como menores de 0 a 14 años. En esta pirámide demográfica inaudita se refleja un predominio nítido del grupo de 65 y más años. Trastocando la lógica tradicional, la pirámide será mucho más gorda por arriba que por abajo. ¿A qué sería debido? A una fecundidad en declive, 0,5 hijos en 2050, a una mortalidad baja y a la ausencia del rejuvenecimiento propio de una sociedad abierta a la migración. Además, esa parte alta estará poblada con las generaciones de nacidos en las décadas de los sesenta y los setenta, muy numerosas, que llegarán prácticamente íntegras por la ausencia de migraciones y la baja mortalidad.

40 años más de vida En datos estadísticamente comprobados todo eso es consecuencia de que la esperanza de vida en España ha aumentado 40 años en el último siglo. El sociólogo Juan Manuel García González, considera que el “gran motor” del cambio durante esta etapa ha sido la disminución de las enfermedades circulatorias, sobre todo las cerebrovasculares, que han descendido en ambos sexos y en todas las edades. “Esta revolución cardiovascular se debe a que en los últimos tiempos ha mejorado el control y seguimiento de la hipertensión arterial, empiezan a reflejarse los datos de un menor alcoholismo y tabaquismo masculino, hay una mayor conciencia de prevención en salud y se ha mejorado la atención médica”, indica García.

La denominada cuarta edad es un fenómeno en alza. Y si la esperanza de vida evoluciona como en el siglo XX, gran parte de los nacidos a partir del año 2000 se aproximarán a esa edad. “Un niño que nazca en España en 2014 tendrá muchas posibilidades, quizás un 50%, de llegar a cumplir los 106 años”. Es lo que dice el demógrafo James Vaupel, seguro de que los continuos avances de la medicina y la mejora en la calidad de vida permitirán que los seres humanos sigan ganando tiempo al tiempo.

Abundando en la teoría de una vejez repleta de vida, con personas de edad avanzada con buena salud, según el profesor Reinald Pamplona, catedrático de Biofisiología en la Universitat de Lleida, “si las cosas van como deberían, los 80 años del futuro serán como los 60 de hoy”.

No en vano, los demógrafos vislumbran una futura sociedad de centenarios mirando sobre todo a Japón, el país en el que más se vive, donde existe 40.000 centenarios registrados. Diversas regiones del planeta han sido clasificadas como zonas de alta longevidad (denominadas blue zones). Entre ellas están, la isla de Cerdeña (Italia), la isla de Okinawa (Japón), la Peninsula de Nicoya (Costa Rica) y Loma Linda (California). Esta categorización deriva de una regionalización más amplia realizada por el National Institute of Aging de EE.UU. analizando la alta prevalencia de centenarios y la menor mortalidad a edades avanzadas.

6,8

En los ultimos 25 años, la esperanza de vida en Euskadi se ha incrementado 6,8 años para ambos sexos desde 1976, según datos facilitados en los Indicadores Demográficos del Eustat.

En 2025

Mujeres88,4

Hombres82,6

Cada vez menos diferencia. La diferencia de esperanza de vida en la CAV al nacimiento entre mujeres y hombres se está reduciendo ya que pasará de 6,5 años en 2010 a 5,8 en 2026.

A la cabeza. Con estos datos, Euskadi se encuentra a la cabeza de los países desarrollados, sobre todo en el caso de las mujeres, en el que se sitúa por encima de los 25 países de la UE, Canadá y Estados Unidos, siendo solo superada por Japón.