BILBAO. El director de Juventud y Deportes del Gobierno vasco, Jon Redondo, ha presentado este lunes en Bilbao los resultados del estudio 'Aurrera Begira 2014. Indicadores de expectativas juveniles', elaborado por el Observatorio Vasco de la Juventud.

Se trata de una investigación cuyo principal objetivo es conocer, mediante diez indicadores, cómo percibe la juventud de Euskadi el futuro a corto y medio plazo. Para ello se analizan sus expectativas haciendo hincapié en cuestiones clave como el empleo o la emancipación, y se elabora un índice de confianza en el futuro.

El trabajo de campo del estudio se llevó a cabo entre el 12 y el 21 de noviembre de 2014, cuando se cumplía un año de la primera edición, y se entrevistó telefónicamente a 1.512 jóvenes de entre 15 y 29 años.

Esta segunda edición permite, además, analizar la evolución de las expectativas en el último año. Para ello, compara los últimos resultados con los del estudio Aurrera Begira 2013.

En cuanto a la valoración del momento actual, las personas jóvenes valoran con 62 puntos sobre 100 el momento presente, lo que indica que la juventud es algo más optimista en 2014 (62) que en 2013 (60 puntos). Este ligero incremento se debe a una mejor valoración tanto de la situación general de Euskadi como de la situación de la juventud en conjunto. En cualquier caso, la valoración de la situación personal sigue siendo más positiva que la de Euskadi y, a su vez, ésta es mejor que la de la juventud como colectivo.

En relación a la satisfacción personal, el índice es positivo, 78 puntos sobre 100, pero ligeramente más bajo que en 2013 (80). Los aspectos de su vida con los que las personas jóvenes muestran mayor satisfacción son la familia, la salud, las amistades y la vivienda en la que viven, mientras que el aspecto con el que están menos satisfechas es con el dinero disponible.

Por otro lado, para la juventud vasca la salud y la familia son "aspecto vitales" prioritarios, y coinciden en ser aquellos con los que las personas jóvenes están más satisfechas. La mayor diferencia o desajuste entre la importancia otorgada y la satisfacción sentida con los distintos aspectos de la vida corresponde al trabajo y al dinero, al igual que en 2013.

En cuanto al riesgo de pérdida o precarización del empleo, algo más de un tercio de la juventud ocupada (36 %) considera que se encuentra en riesgo alto de pérdida de empleo en el plazo de un año, un 11 % contempla un riesgo medio, dado que si bien no cree probable perder su empleo, sí considera que sus condiciones laborales se precarizarán, y algo más de la mitad (53 %) está en riesgo bajo, ya que no cree que en el plazo de un año se vean afectadas ni su estabilidad en el empleo ni sus condiciones laborales.

Este último porcentaje, el de quienes se encuentran en riesgo bajo o no percibido, se ha incrementado diez puntos en un año, pasando del 43% al 53%.

En relación a las expectativas de empleo, seis de cada diez jóvenes en paro confían en encontrar empleo en el plazo de un año, y la esperanza de encontrar empleo de la juventud parada se ha incrementado de 2013 a 2014 y ha pasado del 54% al 60%.

En cuanto al indicador de expectativa de empleo encajado, que mide hasta qué punto la juventud que se encuentra actualmente estudiando confía en encontrar un empleo acorde a su formación, aumenta en diez puntos (del 46% al 56%) el porcentaje de estudiantes que creen que al finalizar sus estudios encontrarán un trabajo acorde a su formación.

Por otra parte, el porcentaje de jóvenes que creen que en el futuro tendrán que emigrar a trabajar al extranjero, sin desearlo, esto es, la emigración forzosa, desciende ligeramente, del 16% al 14%. Este descenso, según los responsables del estudio, "no se debe a una menor percepción de la probabilidad de ir al extranjero, sino a un aumento de quienes desean hacerlo, esto es, la juventud se muestra algo más dispuesta a emigrar que hace un año".

EMANCIPACIÓN TRUNCADA

El porcentaje de jóvenes que creen que en el plazo de un año no van a poder llevar a cabo sus proyectos de emancipación, bien porque queriendo salir del hogar de sus progenitores creen que no podrán hacerlo, o bien porque estando emancipados creen que es probable que tengan que volver a vivir con la familia sin quererlo, alcanza a casi la mitad de la juventud (48%) y experimenta además un ligero incremento respecto al año anterior (45%).

Por otro lado, la confianza en las capacidades de la juventud, básica para afrontar dificultades, se estima en un 69 sobre 100, tres puntos más que el año anterior. Al opinar sobre la juventud como colectivo, las características más destacadas por las propias personas jóvenes son su formación y cualificación y su capacidad de trabajo.

Por último, el índice de confianza en el futuro que mide el grado de confianza en que las cosas mejorarán en un plazo de cinco años en cuanto a situación personal, de la juventud vasca y de Euskadi en general, muestra una tendencia "optimista", con un incremento de 10 puntos (pasa de 64 a 74).

CONCLUSIONES

Aurrera Begira 2014 concluye que en el momento actual la satisfacción de la juventud con su situación personal es "elevada, al igual que en 2013". Los aspectos de la vida a los que la juventud otorga mayor importancia y, al mismo tiempo, está más satisfecha son la salud y la familia.

Las expectativas a corto plazo en relación al empleo son "algo más positivas que antes", tanto en relación a encontrar trabajo, a que este guarde relación con los estudios cursados o a poder mantenerlo.

En cambio, poder llevar a cabo los proyectos de emancipación deseados se percibe algo más difícil que en 2013. En cualquier caso, la juventud muestra mayor confianza que hace un año en el futuro y en las capacidades de la gente joven para hacer frente a la situación actual.