Madrid - José María Aznar volvió a dejar en evidencia a Mariano Rajoy sin ni siquiera mencionarlo por su nombre. La primera jornada de la convención nacional del PP que iba a servir de pistoletazo de salida para la precampaña electoral de los populares consiguió, sin pretenderlo, poner el foco en las diferencias que desde hace años mantienen el anterior presidente del partido y su sucesor, distanciamiento que un tenso saludo ayer entre los dos líderes tampoco logró desencallar. Aparte del ninguneo de los barones del PP a las explosivas declaraciones de Luis Bárcenas, lo mejor del cónclave vino de la mano del discurso de Aznar, quien convertido en la auténtica estrella del sarao popular se erigió una vez más como fuerza motriz de sector más ultramontano del PP, formación a la que ayer pidió girar más a la derecha.

Vuelto al redil como reclamo para el electorado más extremista, el presidente de honor del PP puso en cuestión la falta de proyecto del partido -y por lo tanto de su máximo dirigente-, al que arengó a “no esconderse de nada” y a recuperar un terreno “que parece abandonado, pero que aún no ha sido ocupado por nadie”, y con la “obligación casi histórica” de ganar las próximas elecciones ante las cuales España “se juega su libertad”.

Muy aplaudido por los asistentes, el expresidente del Gobierno español apeló a lo que él identifica como la “centralidad” de su partido, el único que asegura la estabilidad en España, dijo, y, por ello, avisó del “salto al vacío” que supone el populismo -en referencia a Podemos-, que considera “hijo de la antipolítica”. “Serán elecciones cruciales en las que se decidirá si se pone fin o no a décadas de libertad y de progreso. Hay que decidir si seguimos adelante corrigiendo errores o si saltamos al vacío”, alarmó.

En presencia de toda la cúpula del PP, Aznar negó que se hubiera alejado del partido en los últimos tiempos: “No vuelvo de ninguna parte, porque nunca me he ido a ninguna parte”, avisó. Asimismo lanzó un mensaje claro a un giro a la derecha del partido que gobierna con mayoría absoluta, ya que, sentenció, “España necesita más PP, más nación, más Estado, más determinación frente a quienes quieren acabar con los valores y las libertades, más espíritu de la Transición, más reformas y más confianza”.

“España necesita más al PP, que esté y que se note que está”, aseveró ante un Rajoy célebre por su liderazgo ausente en el Partido Popular. “¿Dónde está el PP?, ¿aspira el PP realmente a ganar las elecciones?”, inquirió sembrando la duda sobre la labor del actual líder del partido.

Víctimas y verdugos Recalcó que, al igual que la izquierda, el nacionalismo catalán no tiene proyecto para España, porque a su juicio intenta romper” el país. Según Aznar, tampoco tiene proyecto el nacionalismo vasco, que “quiere enterrar la historia heroica y ejemplar de las víctimas y de la lucha del Estado de derecho para sustituirla por ese relato intragable que envuelve juntos a víctimas y verdugos”. El expresidente español pidió mano dura al reclamar que haya una política nacional clara y responder con la ley frente a quiere romper la convivencia, entre ellos los terroristas y quienes les apoyan, según dijo.

“A las víctimas, estén donde estén, puertas abiertas y brazos extendidos. A las víctimas, memoria, dignidad y justicia. Hoy, mañana y todos los días, aquí, en Estrasburgo, en Bruselas o en San Sebastián, donde sea”, dijo en alusión a la manifestación convocada para hoy en Madrid por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) contra las “traiciones” del Gobierno de Mariano Rajoy en materia antiterrorista.