barcelona - Tras más de dos meses de desencuentros desde la consulta del 9-N, hubo por fin fumata blanca en el Palau de la Generalitat. El president del Govern de Catalunya y de CiU, Artur Mas, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, acordaron ayer seguir juntos el camino del proceso soberanista hasta la convocatoria de elecciones anticipadas el próximo 27 de septiembre. Las dos formaciones irán en candidaturas separadas pero con “una hoja de ruta compartida que está ya muy avanzada”, anunció Mas.

El acuerdo in extremis en el plazo de tiempo que se había dado el president catalán, después de varios ultimátum por ambas partes, no dejó de sorprender porque, a primera vista, es Artur Mas quien más ha obtenido del pacto, que había condicionado a que las elecciones tuvieran lugar en otoño y con listas separadas. En contraprestación los republicanos se han salido con la suya en no concurrir a las elecciones catalanas bajo una sola lista y en poder incluir independientes en sus listas, pero han cedido a su pretensión de que el paso por las urnas debía ser antes de los comicios municipales de mayo.

El proceso desencalló ayer finalmente en la reunión de más de cuatro horas que mantuvieron Mas y Junqueras en el Palau de la Generalitat con los líderes de las entidades sociales que han sido motor del soberanismo en la calle, ANC, Òmnium Cultural y la AMI. Aunque no estaba prevista comparecencia alguna al término de la reunión, pasadas las ocho de la noche el president del Govern se dirigió a los periodistas para dar cuenta del acuerdo alcanzado. En su comparencia Artur Mas señaló que “felizmente se ha recuperado el clima de acuerdo y de unidad”, un pacto que comporta que el inicio de la campaña electoral será la Diada de Catalunya, el próximo 11 de septiembre.

Plebiscitarias El president inició su comparecencia pidiendo “disculpas” por que se haya “deteriorado” en las últimas semanas el clima en el bloque soberanista, y celebró que se haya acabado “la pesadilla” y que se haya restaurado “el pacto de unión”, en un acuerdo que incluye “listas diversas” y una “hoja de ruta común” entre las fuerzas partidarias de la independencia.

Aunque sin decirlo con todas las palabras, Mas dejó claro que las elecciones de septiembre no serán unos comicios legislativos más sino un proceso plebiscitario en el que las formaciones soberanistas se presentarán con un mensaje común. Tras manifestar que esa “hoja de ruta compartida” está “muy avanzada”, puntualizó que en los programas electorales de CiU y ERC tendrán “toda una columna vertebral” compartida, y no solo un punto en común, al tiempo que recordó que el objetivo principal es dar un nuevo impulso al “proceso político de transición nacional”, con el objetivo de que “llegue hasta la victoria, hasta ganar”.

Mas explicó que hasta agosto se trabajará conjuntamente con ERC para “impulsar y culminar las estructuras de Estado” que ya se han trabajado en los últimos dos años de la actual legislatura.

Para los ocho meses que quedan hasta los comicios, argumentó que deben desarrollarse una serie de acuerdos alcanzados con los republicanos en la reunión de ayer, en el que reafirmaron el pacto de estabilidad firmado hace dos años y que había quedado “en entredicho” las últimas semanas.

pacto tras las municipales Acordaron por tanto reiniciar en los próximos días las conversaciones para aprobar los Presupuestos 2015; incorporar algún experto sugerido por ERC para culminar estructuras de Estado, como la Hacienda propia y diseñar la administración de la Seguridad Social, e impulsar toda la legislación necesaria para hacerlas viables.

También pactaron que esta unidad recuperada entre ambas partes y dichos acuerdos, que se suscribirán próximamente, se prioricen en todas las corporaciones locales que surjan de las elecciones municipales de mayo, y ampliarlo a aquellas formaciones que se quieran sumar.

El líder de CiU quiso despejar las dudas que existen acerca del compromiso con el adelanto electoral de sus socios en la coalición que preside. De esta manera, aseguró que los acuerdos adoptados ayer son “conocidos y compartidos” tanto por UDC y CDC, y que mantuvo una conversación telefónica con el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, antes de comparecer ante los medios de comunicación.

ultimátum Minutos después de esta comparecencia, fue el turno de Oriol Junqueras, quien explicó las razones que han llevado a su partido a acordar con Mas los términos del adelanto electoral. El líder de ERC manifestó que si ERC no habría aceptado este retraso en la convocatoria electoral, “no hubiese habido elecciones” catalanas este año 2015, dando así por supuesto que el president catalán había dado un ultimátum en tal sentido.

Según el líder de ERC, no solo su partido ha hecho “cesiones” para alcanzar el acuerdo sino que también las han hecho las otras partes que lo han negociado, y expresó su deseo de consensuar los Presupuestos de la Generalitat aunque para ello su partido pone como condición que sean “útiles” para impulsar estructuras de Estado y mejorar las prestaciones sociales para los ciudadanos.

cansancio y decepción Tras mostrarse satisfecho por haber podido “rehacer la unidad” con CiU “a fin de culminar el proceso soberanista de Catalunya”, Junqueras expresó su esperanza de que la sensación de cansancio y de una cierta decepción que se había extendido en las últimas semanas en una parte de la sociedad catalana puede quedar mitigada con el acuerdo alcanzado entre las que ahora son las dos principales fuerzas políticas catalanas.

“Ahora haremos todo lo posible para ganar una elecciones que queremos que sean plenamente vinculantes y nos aseguraremos de ello”, subrayó Junqueras, antes de mostrarse convencido de que esto aumentará los apoyos y los votos favorables a la independencia.

En el apartado de las reacciones, destacó la del Gobierno español, eso sí, pronunciada por un representante de segunda fila como es el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, que asumió las funciones de portavoz del Ejecutivo. A juicio del Gobierno de Rajoy, dijo Ayllón, “Cataluña no necesita elecciones”, sino que se atienda “a los problemas de los ciudadanos”, algo a lo que, a su juicio, ha renunciado el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Añadió que el adelanto de las elecciones ocho meses sobre la fecha prevista evidencia que Mas “ha dado por terminado su tiempo de gobierno” y es “la mejor prueba de cargo” de que el presidente de la Generalitat “no tiene ningún interés en los problemas de los catalanes ni ninguna capacidad para resolverlos”.