GASTEIZ. La consejera de Educación del Gobierno vasco, Cristina Uriarte, y el secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, han hecho hoy balance del resultado en 2014 del módulo "Adi-adian" en el que víctimas dan su testimonio ante alumnos de cuarto de la ESO y Bachillerato.
Un total de once víctimas de ETA y de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, cuatro de los GAL y dos de abusos policiales han dado cincuenta testimonios en 21 centros educativos de la CAV ante 2.256 alumnos.
Fernández ha explicado que los alumnos, además de reconocer el impacto y la sorpresa que les ha producido escuchar directamente a las víctimas, esta experiencia también les ha servido en muchos casos para hablar por primera vez de esta cuestión.
Ha recordado que el último asesinato terrorista se produjo hace cinco años y entonces los escolares tenían entre diez y once años.
El secretario de Paz y Convivencia ha explicado que a muchos de estos chavales la violencia con motivación política les suela "como algo muy lejano", una cosa "antigua", como de sus padres, del pasado, excepto en algunos casos en los que en su familia han tenido alguna experiencia cercana.
En este sentido, la consejera de Educación ha dicho que además de tener conocimiento del pasado, de una "realidad muy dolorosa", este programa pretende fomentar unos valores para el presente y el futuro, como el de la empatía con las personas que sufren y el de la paz.
Además de la valoración de los alumnos, el desarrollo este año de Adi-Adian ha sido destacado por los centros por el valor pedagógico añadido que tiene el hecho de que el mensaje contra la violencia sea transmitido por personas que han vivido un hecho traumático tan grave e injusto.
Los profesores de los centros que han participado en el módulo han destacado que está sirviendo para trabajar la empatía de los jóvenes hacia las víctimas y el compromiso con los derechos humanos.
"Sentir tan cerca las consecuencias reales de la violencia -ha dicho Fernández- refuerza la convicción ética de que ninguna razón justifica violar el derecho a la vida".
La otra parte implicada en el desarrollo de esta experiencia, las víctimas, han valorado los principios éticos del programa y que sus exposiciones se hayan hecho en un ámbito "seguro y discreto", aunque también han reconocido que esto les ha supuesto un esfuerzo personal muy grande, "agotador", ha dicho Fernández.
Uriarte ha puesto por ello en valor el "importante esfuerzo personal" que están haciendo las víctimas, que exponen ante grupos de jóvenes una parte "muy dolorosa de sus vidas" con un objetivo educativo.
Ayudan a entender mejor las razones del compromiso con la no violencia, porque muestran con su historia el impacto real que ésta produce en la vida de las personas, y ofrecen un testimonio vital de convivencia y de rechazo al odio", ha recalcado.
De cara al futuro, la práctica totalidad de los centros que han participado en esta experiencia han solicitado repetirla el próximo año y además hay solicitudes de otros doce centros.
El módulo Adi-Adian retomó la iniciativa puesta en marcha en la anterior legislatura por el Gobierno vasco del socialista Patxi López que incluía el testimonio directo en las aulas de las víctimas de ETA, del Batallón Vasco Español o del GAL.
La principal novedad ahora es la inclusión de las experiencias de las víctimas de abusos policiales, reconocidas en un decreto del Ejecutivo Vasco, que incluye ayudas para las personas que padecieron "sufrimientos injustos" como consecuencia de la vulneración de sus derechos en Euskadi entre 1969 y 1978.
Recientemente, el Gobierno vasco decidió otorgar el premio René Cassin de Derechos Humanos a estas víctimas que están participando en el módulo educativo.