GASTEIZ - Con las elecciones municipales y forales de mayo a la vuelta de la esquina, se veía venir que la negociación de los presupuestos para el próximo año en los ayuntamientos y las diputaciones no iba a ser tarea sencilla, ya que los partidos podrían apostar por marcar distancias con sus rivales con la mirada puesta en los comicios. No obstante, antes de que arrancaran las negociaciones, el PNV volvió a lanzar al aire su apuesta por la estabilidad institucional y presupuestaria y, es más, durante la ronda de contactos abierta por el lehendakari tras el pleno de política general, los cuatro grandes partidos de la CAV coincidieron en la conveniencia de que todas las instituciones contaran con Cuentas. ¿Qué ha pasado en las últimas horas para que hayan comenzado a enarbolarse las enmiendas a la totalidad?

Por un lado, en Araba, el PP lleva semanas denunciando el supuesto abuso de las ayudas sociales por parte de los inmigrantes magrebíes, una actitud que el resto de formaciones ha encuadrado en la precampaña electoral, que ha enrarecido las relaciones, y que ha provocado que los partidos intenten tomar distancias con los populares, incluso con su aislamiento en el Parlamento Vasco cuando han planteado modificar la renta de garantía de ingresos. La polémica fue espoleada por el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, que ha visto cómo EH Bildu llegó a proponer articular un frente desde la oposición para tumbar sus Cuentas. Nadie ha terminado de coger el guante de la izquierda abertzale, algo que no sorprende teniendo en cuenta que podría capitalizar ese frente para canalizar hacia sus siglas todo el voto descontento con Maroto.

Aun así, parece asumido que, dadas las circunstancias, venderán caro su apoyo al PP tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación, ya que Javier de Andrés también ha contribuido a la controversia de las ayudas señalando porcentajes sobre los inmigrantes nigerianos. Por el momento, a nadie le han gustado las Cuentas de Maroto. EH Bildu ni entrará a negociar para marginarlo, y PNV y PSE no encuentran ningún elemento seductor en los Presupuestos. El problema para el alcalde estriba en que, si la izquierda abertzale vota en contra, bastará con que también lo haga otro partido más de la oposición -PNV o PSE- para que tenga que decretar la prórroga. Por el momento, los jeltzales ya han puesto sobre la mesa la enmienda a la totalidad. Si jeltzales y socialistas se abstuvieran, sí podría aprobar las Cuentas.

De Andrés también tiene sobre la mesa el veto de EH Bildu y, al igual que Maroto, vería caer su proyecto si se unieran a la enmienda el PNV o el PSE. El PNV sigue pensando que el proyecto presentado no es el que necesita Araba y será muy exigente. De momento no ha habido ningún acercamiento. Las relaciones entre ambos partidos, además, no atraviesan por su mejor momento desde que Aran-tza Quiroga asegurara que, si fuera por el PNV, ETA seguiría matando, y desde que los populares sembraran la sospecha sobre la financiación de los batzokis. El PSE, por su parte, podría huir de una foto con la derecha en puertas de las elecciones y en un momento en que intenta resaltar su discurso social.

El PP acude a las negociaciones presupuestarias con la losa de la RGI y los presuntos casos de corrupción que lo azotan a nivel estatal, lo que provocará que los partidos vendan caro su apoyo. De lo contrario, a esas formaciones podría resultarles complicado explicar su aval ante la militancia. Los populares parecen conscientes de la situación y de que las Cuentas alavesas están en la cuerda floja, y se han ofrecido a acordar los Presupuestos del Gobierno vasco, aunque han matizado que no plantean un cambio de cromos que pase por dar su apoyo a Lakua a cambio de un aval en Araba.

tres vetos a garitano En Gipuzkoa, el diputado general Martin Garitano ya tiene sobre la mesa las enmiendas a la totalidad de toda la oposición. Los partidos se han mostrado muy críticos con la gestión de Bildu durante toda la legislatura, aunque también es cierto que la coalición abertzale siempre ha terminado sacando adelante sus Cuentas, muchas veces in extremis y a cambio de reformas fiscales acordadas con el socialismo o medidas de crecimiento pactadas con el PNV. Por el momento, no se ha registrado ningún avance con los jeltzales, y su relación está en horas bajas tras la querella de la Diputación de Gipuzkoa por la gestión de las carreteras. Garitano necesita que se abstenga el PNV o que lo haga el PSE.

Consciente de la situación límite, el diputado general anunció ayer que esta semana, hoy mismo, iniciará una nueva fase de negociaciones sobre los Presupuestos de 2015 porque la prórroga dejaría al territorio con diez millones de euros menos para impulsar la industria, el empleo y la innovación. Apeló a la responsabilidad de los partidos y avisó de que “no se puede jugar con que sea un año electoral”. Si nada lo remedia, el 10 de diciembre se votará la devolución de las Cuentas del territorio.

En Bizkaia, la Diputación gobernada por el PNV ha logrado encarrilar su proyecto con las aportaciones el PSE. En un primer momento, amarró un acuerdo con los populares, pero ha saltado por los aires en las últimas horas tras la denuncia del PP por el supuesto amaño de las obras del polideportivo de Pinosolo en Leioa. Aunque los jeltzales preferirían un acuerdo amplio, si PP y EH Bildu votaran en contra, no harían caer su proyecto porque se quedan a dos escaños del PNV. Por lo tanto, a los jeltzales les valdría tanto la abstención como el apoyo expreso del PSE hagan lo que hagan los demás partidos.

En Bilbao, el Ayuntamiento jeltzale ya ha aprobado sus Cuentas, que además recogieron enmiendas de toda la oposición, incluida Bildu. A pesar de aceptar más de 200.000 euros en propuestas de la izquierda abertzale, la coalición votó en contra. PSE y PP se abstuvieron.

las cuentas de urkullu El mar también se presenta en calma en una tercera institución gobernada por los jeltzales: el Gobierno vasco. El gabinete de Iñigo Urkullu ha renovado la confianza de los socialistas en el pacto suscrito el pasado año, y ambas partes han logrado amarrar un acuerdo que, en principio, se traducirá en la abstención de la bancada de Idoia Mendia. No obstante, si EH Bildu y PP votaran en contra, el PSE trataría de arañar algunos compromisos más para pasar de la abstención al apoyo expreso. Por el momento, la izquierda abertzale ya ha anunciado su enmienda a la totalidad tras haber sembrado cierta expectativa prestándose a negociar sin posiciones maximalistas. Los populares no han revelado su postura, pero todo apunta a que se mostrarán proclives a la negociación y posibilistas para introducir mejoras en las Cuentas con el PNV. El PP podría esperar hasta el miércoles para despejar la incógnita, aunque aún habrá margen para desactivar enmiendas a la totalidad hasta su votación el 11 de diciembre.