Euskadi está a punto de dar luz verde a una Ley de Adicciones que impone severas cortapisas al vapeo ya que equipara el cigarrillo electrónico con el tabaco, prohibiéndolo dentro de muy poco en bares y restaurantes. La ley restringe con la misma dureza el uso del e-cigarro y el tabaco. El País Vasco fue ya una de las primeras comunidades en prohibir vapear en edificios públicos y transportes. Luego lo hizo el Ministerio de Sanidad en el resto de España.
A través de 96 artículos, el texto legal se centra en la promoción de la salud y en la prevención de las adicciones, en la reducción de la oferta, la inclusión social y en la atención sociosanitaria. Contempla como sustancias con capacidad adictiva el alcohol, incidiendo en su abuso entre menores, el tabaco, el cigarrillo electrónico, los estupefacientes clásicos y los psicotrópicos.
Además la nueva ley que se prepara se moderniza incluyendo las adicciones comportamentales o adicciones sin sustancia como la ludopatía o los videojuegos, para evitar la dependencia que generan. ¿Y qué fija como sustancias con capacidad adictiva? Pues aquellas que, administradas al organismo, sean capaces de provocar cambios en la conducta, producir efectos perniciosos para la salud o crear dependencia.
El Gobierno Vasco plantea que la futura ley contemple al menos la existencia de los clubes sociales de cannabis, aunque pospone su regulación a una legislación posterior.