Gasteiz - El Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos estará a partir del 3 de noviembre un poco más de cerca de convertirse en realidad. Esta es, según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la fecha fijada por el Parlamento Vasco para someter a votación el dictamen definitivo que marcará la hoja de ruta de este proyecto ideado para coordinar las políticas en materia de memoria y convivencia. Un informe ante el que PNV y PSE harán valer su mayoría legislativa para aprobarlo, mientras EH Bildu y PP se debaten entre la abstención y el voto contrario.

Así lo han confirmado fuentes parlamentarias a este periódico, que ha tenido acceso al dictamen elaborado en el seno de la ponencia creada para tal fin. Nueve meses después del primer encuentro que tuvo lugar a mediados de febrero, los miembros de este foro volverán a reunirse en poco más de una semana, aunque esta vez en Comisión, para evaluar el trabajo diseñado y votar un proyecto que culminará su tramitación parlamentaria con la aprobación en Pleno de la ley que habilitará su creación.

A lo largo de 20 páginas, el texto resultante del debate en el seno de la ponencia suma 19 de las 64 enmiendas propuestas por el PP y 2 de las 21 que puso sobre la mesa EH Bildu, aunque en ambos casos tanto conservadores como soberanistas las consideran insuficientes para que apoyar con sus votos la creación del Instituto.

Desde el PP insisten en que “no ha variado” un planteamiento inicial en el que no ven con buenos ojos que el ámbito de actuación de este organismo incluya la Guerra Civil y la dictadura franquista, en lugar de limitarse al terrorismo de ETA y los llamados contraterrorismo ilícitos que recogen las actuaciones del GAL y los Comandos Anticapitalistas, entre otros.

Así las cosas, los populares mantienen su posición contraria pese a la incorporación al dictamen de 19 enmiendas que desde la bancada popular consideran de “carácter eminentemente técnico” y que, “a fin de cuentas, no varían la esencia del proyecto”.

Desde el extremo ideológico opuesto, la coalición soberanista admite que su apoyo al dictamen actual es “muy improbable” y anuncian que dejarán que el sentido de sus votos lo decidan las asociaciones “memorialistas y que agrupan a víctimas del Estado”, un conglomerado en el que figuran plataformas como las Asociación Víctimas del 3 de Marzo, Egiari Zor o Euskal Memoria, entre otras.

Ante la incorporación de dos de sus enmiendas al texto final, fuentes de este grupo parlamentario admitieron no estar satisfechos, aunque sus críticas inciden más que en el número de las propuestas admitidas en la ausencia de las claves defendidas por EH Bildu en el conjunto del proyecto.

Desde un principio, la coalición soberanista mostró su deseo de evitar que la palabra terrorismo figurara en la exposición de motivos de la iniciativa. En su lugar, proponían hablar de la “violencia” ejercida por diferentes agentes.

Asimismo, abogaron por “profundizar” en la labor investigadora para “aclarar la verdad” de lo sucedido y, por último, que el Instituto gozara de una independencia equiparable, por ejemplo, a la del Ararteko.

Conocido el dictamen final, desde este partido señalaron que tanto PNV como PSE “estaban cómodos y no se han preocupado por incorporar a los demás”.

Marco. Las cuatro experiencias “traumáticas” marcadas por la violencia: “Guerra Civil, dictadura franquista, el terrorismo de ETA y los contraterrorismo ilícitos”.Función. “Rescatar, destacar, conmemorar y transmitir los valores y esfuerzos democráticos que en medio de graves episodios violentos, pugnaron por defender la dignidad, la igualdad, la libertad?.”

Objetivo. “Canalizar, promover y dar expresión a un diálogo ciudadano y creativo entre las memorias que conviven en relación con las experiencias social y políticamente traumáticas del pasado”. Su objetivo último es contribuir a la construcción de una “plaza pública” para conseguir mayores cotas de igualdad, libertad y democracia.

Dictamen. Suma 2 de las 21 enmiendas de EH Bildu y 19 de las 64 del PP.